Después de visitar y pasar la noche en Salou (Tarragona), proseguimos nuestro viaje hacia el puerto de Barcelona, de donde saldría el ferry de crucero Grimaldi Lines que nos llevaría a Porto Torres, en el norte de Cerdeña. El barco salía a las 23 horas, por lo que teníamos tiempo de sobra para ir con tranquilidad con el coche. Así que después de almorzar decidimos ir de Salou a Barcelona por la costa, para ver los impresionantes paisajes del Parque Natural del Garraf.

Costa del Garraf

Como ya hemos comentado, de camino de Salou a Barcelona pasamos por la bellísima Costa del Garraf. Éste, es un espacio marino que abarca la zona entre Castelldefels y Cunit (pasando por Sitges). Cada curva de este magnífico camino esconde impresionantes vistas al mar Mediterráneo, imponentes acantilados y algunos miradores que te dejarán boquiabierto.

Esta joya de la costa barcelonesa está a poco más de 20 km. al sur de Barcelona. En su punto medio se puede divisar Sitges (imagen de arriba), una pintoresca villa cuyas calles empedradas y casas modernistas parecen sacadas de un cuento…

La mejor manera de disfrutar de este fantástico paraje natural, es hacerlo recorriendo en coche el tramo de la serpenteante carretera C-31 entre Castelldefels y Sitges, que pasa por el corazón de Parque Natural del Garraf: son 23 kilómetros y más de 80 curvas.

Esta carretera se construyó en el siglo XIX encima de lo que era un antiguo camino de la Edad Media y el punto final de la vía es Sitges, una hermosa ciudad que en los años 50 años del siglo XX se convirtió en un auténtico centro de veraneo de la costa barcelonesa y que hoy en día tiene el honor de ser una de las ciudades de la provincia más bonitas.

Embarque Grimaldi Lines Cruise Roma

Viajar con los ferries Grimaldi Lines te garantiza una experiencia muy agradable. Y lo más importante, es que es para todo tipo de bolsillo. ya que tienes la oportunidad de escoger entre distintos tipos de reservas. Si prefieres una solución más económica tienes la butaca o el pasaje puente y si te decantas por un camarote, puedes escoger interior, exterior o suite (con cama matrimonial o dos camas individuales).

Como hemos realizado varios cruceros, nosotros queríamos que nuestra travesía en ferry transcurriera de una forma agradable, cómoda y lo más parecida posible a un mini crucero, por lo que reservamos un camarote exterior suite con cama de matrimonio. No nos arrepentimos pues la experiencia fue genial.

Salida desde el puerto de Barcelona

Comimos tranquilamente en el restaurante, admiramos el mar a través del cristal del jacuzzi y fuera en cubierta y hasta bailamos en la discoteca haya las 3 de la madrugada… En general, la experiencia nos gustó mucho, a pesar del retraso en las salidas (un par de horas en la ida y una hora a la vuelta) y de que el viaje es bastante movido.

El barco se divide en seis plantas de aparcamiento y otras cinco donde se sitúan los camarotes, sala de fiestas, restaurantes, sala de juegos, sala conexión wifi, spa centre, tienda, la cubierta principal exterior… Como veis, no hay tiempo para el aburrimiento…

Travesía en el Grimaldi Lines

Los barcos de Grimaldi que cubren el trayecto de Barcelona con Cerdeña son inmensos, una especie de cruceros mercantes. Tanto para la ida como para la vuelta fuimos en el Cruise Roma, la “joya de la corona” que se nota en sus cuidadas instalaciones y equipamientos. Por supuesto no tiene nada que ver con un crucero, pero las calidades, estancias y atención pueden tener una cierta similitud. Una diferencia muy marcada es que aunque este ferry es casi tan grande como un trasatlántico, es inestable y puede marear. Al final, todo fluyó de manera ideal. Las horas de travesía pasaron volando, sobre todo si decides comer o cenar en el restaurante relajadamente, si duermes un buen rato o si te quedas charlando en la parte exterior mientras admiras el inmenso mar de un precioso e intenso azul.

El recorrido nos llevaría a la isla de Cerdeña (Italia) que es muy grande y a lugares donde hay sitios de difícil acceso (como la isla de Caprera) pero de una naturaleza salvaje y un valor paisajístico increíble. Además, queríamos seguir desplazándonos en ferry al archipiélago de la Maddalena (un grupo de islas costeras de Italia de una belleza incalculable) y Córcega (Francia). Por lo que era necesario contar con un coche ya que el transporte público es insuficiente o casi inexistente y resulta complicado encontrar coches de alquiler sin dejarse el bolsillo en tal empeño. Por todo esto. nuestro coche ha ido siempre con nosotros a bordo de los diferentes barcos a cada isla visitada.

Ferry o crucero: ¿cuál es la mejor opción?.

Esta es la pregunta que se hacen muchos turistas ahora que se acercan las vacaciones veraniegas. Por una parte están los tradicionales cruceros de una o dos semanas que se realizan en grandes embarcaciones (hemos realizado cinco y nos fascinan), por otro lado están los trayectos en ferry, que nos transportan de un lugar a otro. Cualquiera de las dos opciones puede ser realmente apasionante (según lo que estés dispuesto a pagar y tu actitud al viajar), pero primero hay que resolver ciertos matices. Por ejemplo hay que diferenciar lo que es un crucero de un viaje en ferry. A menudo muchos pasajeros confunden o utilizan mal la palabra crucero con viaje en ferry.

Los ferrys son utilizados únicamente para transportar a pasajeros y carga desde un punto a otro. A menudo se utilizan embarcaciones grandes, buques de grandes toneladas pero que poco tienen que ver con los cruceros trasatlánticos. En los ferrys más grandes como el Grimaldi con 11 plantas pueden encontrarse restaurantes, piscinas, discoteca y camarotes (para los que prefieran gastar más) pero siguen siendo más inestables y puedes marearte. Normalmente los viajes en ferry suelen tener uno o dos días como máximo de duración y nos transportarán de una región a otra. La ventaja es que puedes llevar tu coche y equipaje contigo.

Por el contrario los cruceros son auténticas ciudades flotantes, grandiosos barcos especialmente diseñados y enfocados para el entretenimiento de los pasajeros. Los viajes en cruceros más cortos tienen una duración de entre 4/5 días, mientras que los más largos pueden durar incluso varios meses de duración. Los buques utilizados son pequeñas islas flotantes, no notas que vas en barco, son muy estables y donde no falta de nada. Hacen olvidar al pasajero que se está a bordo de un barco.

A menudo muchos pasajeros confunden o utilizan mal la palabra crucero con viaje en ferry. Los ferrys, como ya comentamos, están utilizados únicamente para transportar a pasajeros y carga desde un punto a otro. Por el contrario los cruceros son barcos especialmente diseñados y enfocados hacia el entretenimiento, el disfrute. En definitiva, hacer la estancia de los pasajeros lo más agradable posible.

Después de unas 10 horas de trayecto, por fin pudimos gritar: ¡Tierra a la vista!.

El mar estaba en calma y la temperatura era muy agradable.

Entrada a Porto Torres en Cerdeña

Después de un viaje de 12 horas, entramos en Porto Torres (Italia). A continuación pasaremos 10 días disfrutando del norte de Cerdeña, el archipiélago de la Maddalena y Córcega (Francia).

Salou, Barcelona, Isla Maddalena, Cerdeña (Italia) y Córcega (Francia) en 14 días

La Pelosa: Una playa paradisíaca en Cerdeña

Gruta de Neptuno: Maravilla natural en Cabo Caccia

Barcelona: Hermosa ciudad mediterránea y cosmopolita

Salou: Capital de la Costa Dorada