En lo alto de un cerro, con un vistoso embalse de aguas turquesas a sus pies y rodeado de grandes montañas, se encuentra uno de los pueblos más bonitos de España, Guadalest. Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1974, es una de las joyas que guarda el interior de la provincia de Alicante.
Su nombre oficial es El Castell de Guadalest, pertenece a la Comarca de la Marina Baja y cuenta con alrededor de 250 habitantes. Se encuentra muy cerca de algunos de los municipios más bellos de la Costa Blanca, a tan solo media hora en coche de Altea y Benidorm, a 40 minutos de Calpe y Villajoyosa y alrededor de una hora de Alicante.
La situación geográfica del pueblo es uno de sus principales tesoros. Desde su estratégica ubicación es posible contemplar unas magníficas vistas del Valle de Guadalest, un conjunto montañoso de gran interés natural. Al sur está la sierra de Aitana (con la cima más alta de la provincia de Alicante con 1558 m), hacia el oeste se encuentra la sierra Serrella (1361 m) y al norte está la sierra de la Xortà (1126 m). Una zona ideal para practicar senderismo.
Guadalest forma parte de la asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España. Se encuentra dividido en dos barrios claramente diferenciados, unidos por su famoso túnel: el barrio del Castillo (situado en lo alto de la peña donde se encuentra el casco antiguo amurallado) y el barrio del Arrabal (de creación posterior cuando la población aumentó trasladándose a las faldas de la montaña).
Los orígenes de este pintoresco pueblo se remontan a la época musulmana en la que se construyeron dos castillos en lo alto del municipio sobre unas escarpadas rocas. Guadalest destaca por su historia y cultura, su naturaleza y las vistas espectaculares que ofrece la belleza de sus paisajes.
Gracias al carácter turístico que el municipio ha tomado en los últimos años, un gran sector de la población depende de los servicios, en especial de la hostelería, de los numerosos museos (es el pueblo con más museos por habitante de España), y del comercio de marroquinería y souvenirs.
Llegada
Después de unos 30 minutos conduciendo desde Benidorm que es donde nos alojábamos, llegamos a Guadalest. Al llegar al pueblo hay varios parking al aire libre de pago donde podemos dejar el coche por una tarifa fija de 2 euros para todo el día, ya que el estacionamiento gratuito es casi inexistente. Aparcamos el vehículo en el parking que hay bajando una cuesta por lo que tuvimos que subir por unas escaleras.
Ya desde abajo observamos el Castillo de Guadalest o de San José que se encuentra sobre un peñasco en la parte más alta del pueblo y está perfectamente encajado en la roca.
A continuación cogimos un mapa en la Oficina de Turismo y empezamos a visitar el barrio del Arrabal.
Lavadero
Lo primero que vemos es un antiguo lavadero. Se encuentra bien conservado y cuenta con una gran pila y 16 zonas de lavado.
Museos
Una de las curiosidades que llama la atención a pesar de ser un pueblo tan pequeño, es la gran cantidad de museos de todo tipo y variedad.
Algunos de los museos que podemos encontrar son: Microgigante, Microminiaturas, Casa Orduña, Colección de Vehículos Históricos, Belén y Casitas de Muñecas, Saleros y Pimenteros, Histórico Medieval, Etnológico…
Tiendas
Aparte de los museos, en Guadalest podrás encontrar muchísimas tiendas no solo de souvenirs, sino de todo tipo de artículos y de lo más variado.
Destacan los productos de artesanía popular en cerámica o vidrio, bordados, encajes, artículos de piel y originales recuerdos… y por supuesto también encontrarás tiendas donde comprar productos naturales del Valle de Guadalest como la miel, aceite de oliva, frutos secos, vinos y otros.
Para llegar desde el barrio del Arrabal al túnel hay dos caminos: por la calle del Sol y por la calle de la Virgen. Las dos vías son muy bonitas por lo que recomendamos ir la ida por una calle y la vuelta por la otra.
Jardín de las Palmeras
Antes de llegar al túnel, nos detuvimos para disfrutar de las vistas del bonito jardín de las Palmeras. Nuestra galga Amor, al igual que nosotros, se quedó ensimismada admirando el paisaje.
Un lugar muy fotogénico, todo rodeado de bosque y palmeras con el mar al fondo, perfectamente visible en los días claros.
Campanario
Antes de subir la escaleras de piedra de entrada al antiguo túnel peatonal, nos quedamos observando en lo alto de una peña el solitario campanario de la iglesia de la Asunción. Se encuentra separado del templo y forma junto al túnel de acceso al casco antiguo una soberbia estampa, siendo una de las imágenes más famosas de Guadalest.
Túnel o Portal de San José
El túnel o Portal de San José es el único acceso al barrio del Castillo (la antigua villa medieval amurallada). Se encuentra excavado en la propia roca natural.
El túnel todavía cuenta con una de las hojas de la puerta original. En la fachada se encuentra el antiguo escudo de la villa. Sobre el arco de piedra que enmarca la puerta, asoma un balcón que revela la existencia de las dependencias del antiguo cuerpo de guardia, aunque desde 1848, con la marcha de la guarnición militar son habitaciones de la Casa Orduña. En el interior del túnel hay un cuadro de azulejos con la estampa de San José.
Casa Orduña
Al salir del túnel te encontrarás de frente con la Casa Orduña, una casa nobiliaria perteneciente a una importante familia. Es una edificación del siglo XVII, ya que fue construida después del gran terremoto de 1644. Fue levantada por la familia Orduña, estirpe de origen vasco que había llegado al pueblo como gente de confianza de los Marqueses de Guadalest. Los Orduña estuvieron al servicio de los marqueses como alcaides de la fortaleza y gobernadores de sus estados.
Hoy está convertida en una especie de Casa-Museo que nos sirve para ver cómo era por dentro la vivienda de una familia relevante de la época, en el siglo XVII. A través de ella se puede subir al castillo. El precio para ver el museo y la fortaleza es de 4 euros.
Castillo de Guadalest o San José
El Castell de Guadalest o Castillo de San José, es una fortaleza del siglo XI creada por los musulmanes sobre una roca en la parte más elevada del pueblo. Fue base de las tropas árabes antes de la reconquista gracias a su situación estratégica, ya que desde ella se puede divisar todo el Valle de Guadalest.
Lo que vemos hoy en día son los restos que quedan del castillo, ya que los terremotos de 1644 y 1748 y la voladura que sufrió en 1708 en la Guerra de Sucesión fueron culpables de su destrucción. Cerca del Castillo de San José, nos encontramos los restos de la Alcozaiba, otra fortaleza creada por los musulmanes en el siglo XI, de la que solo queda una torre vigía restaurada en el siglo XX.
Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción
Justo al lado de la Casa Orduña, se encuentra la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Es un templo sencillo, del siglo XVIII en estilo barroco, atribuida a José Sierra.
Fue incendiada y saqueada durante la Guerra Civil y fue nuevamente remodelada en 1962, acortándose su longitud y variando la planta, de la que desaparecieron el crucero y la cúpula. Entre 1995 y 1996 se acometen obras de reafirmación y decoración interior que pretenden salvar el edificio actual.
Plaza de San Gregorio
La plaza de San Gregorio es el centro neurálgico del casco histórico. Está presidida por el monumento a San Gregorio (patrón de Guadalest). Al fondo se encuentra el ayuntamiento que conserva en los bajos una antigua prisión del siglo XII. A uno de los lados de la plaza encontrarás bares y tiendas y al otro un espectacular mirador con vistas al embalse y al valle con sus montañas.
Mirador del embalse de Guadalest
Las vistas panorámicas desde el mirador de la plaza de San Gregorio son increíbles. Destacar el intenso azul turquesa de las aguas del embalse que pone la nota de color a todo el valle. Es una auténtica pasada.
El embalse o pantano de Guadalest es una de las imágenes icónicas de la parte alta de la villa. El agua llega desde el río Guadalest, que es un afluente del río Algar. Se puede bajar al embalse por una pequeña carretera y realizar algún sendero como el que bordea el pantano.
Murallas
Pasando la plaza y bordeando el mirador, veremos unas murallas con mucha historia. Fueron construidas por los musulmanes para proteger todo lo que había en su interior. Aquí terminó nuestra maravillosa visita.
Guadalest es uno de los lugares más mágicos que goza la provincia de Alicante. Disfrutamos de lo lindo de este pequeñito pero encantador pueblo que cuenta con un bonito patrimonio arquitectónico y con unas vistas increíbles donde la naturaleza es la principal protagonista.
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