La isla de Tabarca fue uno de los lugares que más nos gusto de nuestro viaje por la Costa Blanca. Aunque en un principio no estábamos seguros de incluirla en nuestro itinerario, tenemos que decir después de visitarla, que fue una de las mejores decisiones ya que es un auténtico paraíso en Alicante. Además como fuimos a finales de abril y pudimos disfrutar de la isla tranquilamente sin la masificación del turismo veraniego.

Tabarca es la única isla habitada de la Comunidad Valenciana y fue declarada Conjunto Histórico-Artístico el 27 de agosto de 1964.  En 1986 fue declarada Reserva Marina del Mediterráneo debido a la excelente calidad de las aguas y por la biodiversidad de la flora y fauna que albergan, lo que la convierte en la primera Reserva Marina de España.

También llamada isla Plana o Nueva Tabarca, se encuentra a unos 4 km del Cabo de Santa Pola, a 8 km del puerto de Santa Pola y a 22 kilómetros de Alicante. Posee una longitud aproximada de 1.800 metros y una anchura máxima de unos 450 metros. Debido a las reducidas dimensiones de la isla, en su interior no existen carreteras. Su relieve tiende al plano, con una altitud máxima de 15 metros sobre el nivel del mar.

Tabarca enamora a sus visitantes por sus increíbles aguas cristalinas ideales para realizar snorkel, buceo o simplemente pasar el día en sus playas o calas. Visitar la ciudad amurallada con sus calles empedradas o realizar senderismo por la parte de campo son otras actividades imprescindible que hacer en la isla. Sin duda, una excursión con mucho encanto.

Sus costas albergaron en el pasado un refugio de piratas berberiscos. En el siglo XVIII, para acabar con la piratería, Carlos III ordenó fortificar y levantar en ella un pueblo en el que alojar a varias familias de pescadores de Génova que estaban cautivos en la ciudad tunecina de Tabarka, de ahí su nombre. Un lugar único que atrapa con su historia, haciéndonos recordar que inspiró a artistas y atrajo a piratas.

Administrativamente está considerada como partida rural de Alicante y cuenta actualmente con unos 50 habitantes. La población ha ido reduciéndose a buen ritmo dada la escasez de los medios de vida, que han producido una emigración dirigida principalmente hacia Santa Pola y Elche. Si bien la economía estuvo en un principio basada en la pesca, en la actualidad la principal actividad es el turismo. Tabarca ha llegado a recibir en 2023 alrededor de 8.000 visitantes al día en verano.

En realidad más que de una isla se trata de un pequeño archipiélago situado en el mar Mediterráneo compuesto, además de Tabarca, por los islotes la Cantera, la Galera, la Nao y otros peñascos más pequeños. La ciudad se encuentra en la parte oeste de la isla y en la parte este solamente se encuentran una antigua casa-cuartel de la Guardia Civil, la Torre de San José, el faro, el cementerio y unos campos de cultivo. Como curiosidad, es la única isla habitada (junto con la de La Graciosa) del territorio español libre de la pandemia de coronavirus de 2020.

La mayoría de las personas visitan Tabarca en el mismo día, sin embargo, para los que estén interesado, existen algunos hoteles y alojamientos para pasar la noche. Sin duda, una experiencia única es sentir la tranquilidad cuando las personas abandonan la isla en los últimos barcos de regreso y se puede disfrutar en calma de la puesta de sol, el cielo estrellado, el amanecer…

Puerto

Lo primero que verás nada más desembarcar será el pequeño puerto de Tabarca que aunque en verano suele estar abarrotado de personas, en la época que fuimos no había casi nadie. Desde aquí salen y llegan los barcos que comunican la isla con la península y donde veremos todo tipo de embarcaciones.

El puerto de Tabarca ofrece todo el atractivo de su enclave privilegiado, una pequeña isla que sirvió de refugio a los piratas y más tarde en poblado de pescadores. Sus fondos marinos, por sus transparentes aguas, poseen un gran atractivo.

Ensenada del puerto o Caleta

La ensenada del puerto, también conocida como La Caleta, es una pequeña cala protegida de los vientos y por lo tanto el agua se encuentra en calma.

La ensenada se encuentra situado al lado del puerto y cuenta con un pequeño embarcadero donde verás varias barquitas locales que le dan encanto al lugar.

Playa principal o central

Tabarca presenta en su tramo central un importante estrechamiento entre el puerto y la caleta a un lado y la playa principal al otro, lo cual crea un istmo que separa la ciudad de la zona deshabitada de campo. Esto hace que se puedan realizar fotografías espectaculares donde se ve el mar a ambos lados de la isla.

La playa principal, también conocida como playa central, destaca por sus aguas cristalinas con unos colores azules muy bellos. Es de arena fina y es la playa más grande de la isla con unos 200 metros de largo. También es la más visitada ya que se encuentra muy cerca del puerto y puedes alquilar hamacas y sombrillas. Cuenta con varios restaurantes donde disfrutar de la gastronomía destacando el delicioso caldero tabarquino, un arroz elaborado con caldo de pescado. En verano suele estar abarrotada por lo que recomendamos buscar alguna cala más tranquila.

Murallas

A continuación nos dirigimos al núcleo urbano. Se encuentra rodeado por las murallas que fueron mandadas a construir por el rey Carlos III en el siglo XVIII para defender la isla de las incursiones piratas como comentamos anteriormente. Está construida en piedra, con las caras exteriores en sillería. Desde 1980 se han llevado a cabo varias obras de reconstrucción y rehabilitación. La muralla posee tres puertas, todas de estilo barroco.

Puerta de Levante o de San Rafael

La puerta de Levante o de San Rafael es la entrada principal a la ciudad amurallada y por la que accedimos al casco urbano desde el puerto. Se encuentra rodeada del palmeras que le dan más belleza al lugar. Es la mejor conservada de las tres y en ella hay una placa conmemorativa del hermanamiento desde 1975 de Tabarca y San Pietro, al sur de Cerdeña.

Iglesia de San Pedro y San Pablo

La iglesia de San Pedro y San Pablo es un templo de estilo barroco en el que destacamos las preciosas vistas al Mediterráneo sobre el fondo azul del mar y el cielo.

En 1769 ya existía una pequeña capilla, que se amplió a iglesia y fue bendecida en 1770, aunque su construcción no finalizó hasta 1779.  Gran parte de esta iglesia se construyó con rocas extraídas de la isla. Cuando fuimos se encontraba cerrada.

Otra cosa que nos gustó fue el gran número de palmeras en la plaza de la Iglesia.

Islote de la Cantera

Cerca de la iglesia se encuentra el islote de la Cantera. Se entra por la puerta de San Gabriel, también llamada de Poniente o Trancada.

Calas del Birros y la Guardia y Cova del Llop Marí

Las calas del Birros y la Guardia destacan por su belleza. Son ideales para practicar snorkel por sus aguas cristalinas y sus fondos rocosos. Son de las calas más bonitas de Tabarca por lo que unido a que son muy pequeñas y se encuentra en la ciudad, en verano suelen estar abarrotadas de gente.

 

La Cova del Llop Marí es uno de los lugares más importantes de la isla por su belleza natural y constructiva. Una cueva con dos entradas a la que puedes llegar nadando desde alguna de las calas cercanas o bien en barco por embarcaciones de pequeño calado, con un recorrido de 100 metros en el interior. Llop Marí (lobo de mar) se refiere a la foca monje o lobo marino, ya que antiguamente se refugiaban en ella grupos de focas monje antes de su desaparición.

Zona de campo deshabitada

Lo siguiente fue abandonar la ciudad y nos dirigimos a la zona de campo deshabitada de la isla por un pequeño sendero. Aquí la vegetación es escasa.

Torre de San José

La Torre de San José es un edificio militar construido en 1790 que ejerció una importante función defensiva y de vigilancia y se le conocía como el Castillo de Tabarca. Ha tenido varios usos a lo largo de su historia: como fortaleza para guarnición, mazmorras en las guerras carlistas, cuartel de la Guardia Civil y actualmente es usada como almacén del Instituto de Ecología Litoral. El edificio actual, obra de Baltasar Ricoud,​ tiene forma de tronco piramidal con planta cuadrada y alrededor de ella se proyectó un foso que nunca se construyó. Este edificio llama la atención por su puerta, ubicada a dos metros de altura. 

Faro

El faro se inauguró en 1854 con el fin de evitar los temidos naufragios ya que la navegación por los alrededores era muy peligrosa al contar con muy poca altura la isla y tener un gran número de escollos. Antiguamente sirvió como escuela de fareros y hoy en día alberga en su interior un laboratorio biológico de gran utilidad para la Reserva Marina.

Otras cosas que ver en la isla son: el museo Nueva Tabarca (entre el puerto y la playa principal) o la Casa del Gobernador (convertida actualmente en hotel).

Como llegar

Como ya os explicamos en el post anterior, la forma más rápida de llegar a Tabarca, ya que es la más cercana, es desde Santa Pola. Se puede ir en los barcos-taxis que son lanchas rápidas y solo tardan unos 15 minutos en llegar a la isla, o en catamarán como nosotros que tardamos unos 25 minutos. El precio del billete para adultos es de 10 euros por persona que incluye ida y vuelta. Hay muchísimos horarios tanto para la ida como para vuelta que podréis consultar en la página web o en las mismas taquillas, antes de embarcar os darán el papel con los horarios ya que pueden cambiar. Santa Pola y Alicante son las únicas poblaciones que realizan el trayecto en barco a la isla de Tabarca durante todo el año. Además, durante el verano se le añaden lugares como Torrevieja o Benidorm.

La isla de Tabarca tiene un encanto único que harás que quieras volver más de una vez. Sus aguas cristalinas y turquesas son el lugar ideal para relajarte, realizar snorkel o submarinismo. Un lugar diferente, especial y muy acogedor. ¡Te enamorarás de ella!

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