Después de subir los post de la zona norte (mirador de la Cruz, cala del Tío Ximocala Almadraba) y de la zona sur (Tossal de la Calaplaya de Poniente) ahora os vamos a mostrar la zona centro de Benidorm; playa de Levante, casco antiguo de la ciudad y el parque de la Aigüera, entre otras cosas.

Recomendamos dedicarle al menos 4 días a la ciudad de Benidorm para poder ver lo básico tranquilamente y disfrutar de su ambiente, sus monumentos, miradores, playas o más tiempo para los que estén interesados en los diferentes parques temáticos de la zona.

Como ya hemos comentado en otros post, nos alojamos en un apartamento del rascacielos de Benidorm llamado Mirador del Mediterráneo. Se encuentra en el Rincón de Loix a solo 5 minutos a pie de la playa de Levante y a unos 30 minutos del casco antiguo, por lo que fuimos andando dando un agradable paseo.

Lo primero que vimos fue la playa de Levante y recorrimos su paseo marítimo al completo comprobando el gran ambiente y la gran cantidad de «guiris» que hay en sus múltiples garitos. Al final del paseo marítimo se encuentra el encantador casco antiguo donde destacamos el Balcón del Mediterráneo y las vistas panorámicas de Benidorm. A continuación fuimos a ver el ayuntamiento y el parque de la Aigüera. Para terminar, de vuelta al apartamento, vimos por casualidad el Casino Mediterráneo.

Playa de Levante

La playa de Levante cuenta con más de 2 kilómetros de longitud y limita al norte con la Sierra Helada y al sur con la Punta Canfali (donde se encuentra el Balcón del Mediterráneo). De las dos playas famosas (Poniente y Levante), ésta es la más bulliciosa y visitada por los turistas, principalmente extranjeros.

La playa de Levante es de arena fina y dorada y aguas transparentes. Esta playa urbana es muy céntrica y es una de la más conocida de España. A pesar de ir en abril después de haber pasado la Semana Santa, se encontraba bastante llena de gente.

La playa de Levante cuenta con un paseo marítimo bullicioso lleno de bares, discotecas, locales, pubs, cafeterías, heladerías y restaurantes, para poder sentarte y tomar algo con vistas al mar. Una zona de gran actividad y mucho ambiente que suele estar muy transitado tanto de día como de noche por gente de todas las nacionalidades. Destaca la iluminación del paseo marítimo, caracterizado por una hilera continua de farolas que va de una punta a otra de la playa.

La playa cuenta con una completa oferta de servicios y equipamientos de ocio, sin embargo, presenta un inconveniente molesto para los bañista, al poco de entrar al agua hay una franja pedregosa poco practicable, con la que es fácil tropezar y resbalarse..

Isla de Benidorm

Desde la zona de Levante se puede apreciar con nitidez la isla o islote de Benidorm. Se trata de una pequeña isla situada frente a la costa de la ciudad que posee un elevado interés ecológico, paisajístico y medioambiental. Se encuentra a unas dos millas náuticas del puerto de Benidorm y se puede visitar. Por su localización y estructura se considera que es continuación de la Sierra Helada. Actualmente no tiene población estable.

Casco Antiguo

Al final del paseo marítimo de la playa de Levante se encuentra un acantilado natural de piedras, conocido como Punta Canfali, por lo que tendremos que subir por las calles del interior adentrándonos en el centro de la ciudad para acceder hasta el Balcón del Mediterráneo. El casco antiguo es el núcleo originario de Benidorm. Aquí se centraba la vida en sus orígenes como pueblo pesquero. El punto clave es donde se junta prácticamente tres plazas que son: Castelar, Santa Ana y del Castillo.

Pasear por las callejuelas estrechas y empedradas del casco antiguo, situado sobre la Punta Canfali, lugar que albergó un pequeño barrio de pescadores, es una de las sensaciones más auténticas que ofrece esta ciudad alicantina. El primer edificio importante que vimos en el centro histórico es la iglesia de San Jaime y Santa Ana.

Iglesia de San Jaime y Santa Ana

La iglesia de San Jaime y Santa Ana es un templo de culto católico situado en la parte superior del pueblo antiguo, en lo alto del cerro Canfali. Fue construida en el siglo XVIII y está coronada por una bonita cúpula azul de estilo mediterráneo. Frente a un lateral de la iglesia se puede ver un ancla de grandes dimensiones. Se trata de un monumento conmemorativo de la medalla de oro a la Armada y está dedicada a la tradición marítima, fue donado por la Armada Española.

La iglesia se levantó en honor al patrón de la ciudad, San Jaime y es de estilo neoclásico. Su planta es de cruz latina con una nave central y pequeñas capillas laterales. Alberga en su interior un símbolo muy importante para los creyentes locales: la Virgen del Sufragio, que es la patrona de Benidorm. La Virgen cuenta allí con una capilla donde se puede ver la pequeña talla que fue encontrada en una barca a la deriva en el mar.

Mirador de San Jaime

Frente a la fachada principal de la iglesia de San Jaime y Santa Ana, se encuentra el mirador de San Jaime. Cuenta con una preciosa vista panorámica de la playa de Levante, con su popular paseo marítimo en forma de media luna, el skyline de Benidorm con sus rascacielos y el Parque Natural de Sierra Helada de fondo, que enmarca esta bella estampa.

Esculturas monumentales ‘Silvia’ y ‘María’ de Jaume Plensa

Durante 6 meses (de abril a septiembre de 2023) las niñas de hierro ‘Silvia’ y ‘María’, dos esculturas monumentales del artista Jaume Plensa propiedad de la Fundación Hortensia Herraro llegan a Benidorm para saludar al amanecer y despedir el día. Han sido cedidas temporalmente al ayuntamiento por la entidad y están expuestas en la plaza de Santa Ana.

Las caras de Silvia y María, de 7 metros y más de 7 toneladas de peso, se presentan con los ojos cerrados porque miran a su interior e invitan al espectador a encontrar momentos de reflexión entre el ruido que nos rodea y a mirarnos en nuestro interior para encontrarnos a nosotros mismos y vivir más relajado y en paz.

Monumento con 4 cañones

En esta plaza se observa también un monumento con 4 cañones que sirve para recordar las luchas que hubieron en tiempos pasados en este punto estratégico de la ciudad. Los cañones siguen vigilando la plaza como símbolo de lo que un día fue.

Plaza del Castillo

Al Balcón del Mediterráneo se accede por la plaza del Castillo. La plaza, tras su renovación, resulta muy atractiva con columnas blancas y azules.

La plaza del Castillo, al igual que la de Santa Ana y la de Castelar (están las 3 prácticamente juntas), sirve de mirador natural. Desde aquí podrás disfrutar de unas vistas privilegiadas de las principales playas de Benidorm, la ciudad con sus rascacielos y de las montañas.

Aquí encontraremos las ruinas del castillo semienterrado. Paneles informativos y restos arqueológicos integrados perfectamente en la moderna plaza, nos explican muchas cosas sobre la fortaleza. El Castillo de Benidorm fue construido en 1325 y durante varios siglos, del XIV al XVII, la fortaleza defendía a la ciudad de los continuos ataques de piratas argelinos y berberiscos.

En el siglo XIX, más concretamente en 1812, los franceses asaltaron el Castillo de Benidorm porque desde aquí podían vigilar los barcos que llegaban tanto por Levante como por Poniente. No obstante, los franceses fueron derrotados por las tropas napoleónicas ese mismo año. Posteriormente, durante la Guerra de la Independencia, la flota inglesa derrumbaría el castillo disparando desde los cañones de sus barcos. Cuando acabó la contienda, el castillo fue abandonado y hoy sólo quedan algunos vestigios de sus murallas sepultados sobre las rocas de este mirador y varias piezas de cerámica de distintas épocas.

Cala Mal Pas

Desde la plaza del Castillo pudimos apreciar mirando para la zona de Poniente la cala Mal Pas justo debajo nuestra. Esta pequeña playa limita al norte con la Punta Canfali y al sur con el puerto deportivo y separa las dos grandes playas de Levante y Poniente. Tiene una longitud de 120 metros, arena fina y doradaaguas tranquilas y transparentes ideales para la práctica del snorkel.

Puerto deportivo

Entre la cala Mal Pas y la playa de Poniente se encuentra el puerto deportivo de la ciudad. Aunque es pequeño tiene mucho encanto. Desde el puerto se prestan servicios de varios deportes acuáticos y también parten varias embarcaciones que realizan excursiones diarias a la isla de Benidorm, algunos de ellos permiten visión submarina.

Al final de la plaza del Castillo encontrarás otras dos columnas blancas y azules y una bonita escalinata que bajan al Balcón del Mediterráneo.

Balcón del Mediterráneo

El Balcón del Mediterráneo, también conocido como el Mirador del Castillo, es uno de los símbolos de la ciudad y el lugar más fotografiado y emblemático que ver en Benidorm. 

Localizado en el cerro Canfali, se trata de una península rocosa situada en el corazón de Benidorm. Es el lugar perfecto para volver a tener unas vistas panorámica maravillosas de la ciudad, su bahía, la inmensidad del mar Mediterráneo y el skyline urbano con sus rascacielos de esta localidad alicantina.

Esta singular construcción, es una península con forma de pentágono, rematada con una balaustrada de piedra blanca, que se ha convertido en todo un atractivo turístico, tanto de día como de noche. También ha sido renovada recientemente ya que antes contaba con una farola de 5 luces en el centro.

     

Como curiosidad, frente al Balcón del Mediterráneo se colocó en 1986 el primer géiser artificial de España. La altura del agua llegaba a 100 metros de altura, pero por problemas técnicos este icónico géiser quedó definitivamente relegado al olvido.

Ayuntamiento

A continuación, abandonamos el casco antiguo de la ciudad y nos dirigimos al parque de L’Aigüera. Antes de entrar al parque nos llamó la atención la original arquitectura del edificio del nuevo Ayuntamiento, conocido popularmente como el «rascasuelos». Cuenta con disposición horizontal en voladizo, por lo que se puede pasear por debajo. En la gran cristalera del edificio están inscritos los nombres y apellidos de los más de 60.000 censados en el año que finalizó su construcción. El edificio le da un toque de modernidad a la ciudad.

Parque de L’Aigüera

El parque de L’Aigüera fue diseñado por el arquitecto Ricardo Bofill a finales de la década de 1980.​ Este espacio discurre sobre un barranco urbanizado entre la plaza de toros, en su parte alta, hasta el nuevo Ayuntamiento de Benidorm. Alberga dos auditorios al aire libre, el Julio Iglesias y el Óscar Esplá, que sirven para celebrar espectáculos y muestras culturales sobre todo durante el verano.

Esta zona verde es muestra del estilo neoclásico, un largo parque que separa la parte antigua de una zona de más reciente construcción. Cuenta también con zonas ajardinadas con palmeras y pino mediterráneo.

Casino Mediterráneo

Ya de vuelta al apartamentos, vimos por casualidad el Casino Mediterráneo. Cuenta con una superficie de 3.600 m2 y ofrece un amplio y variado espacio de ocio y entretenimiento. Se encuentra en la Avenida del Mediterráneo 55, en el Rincón de Loix. Con su apertura de puertas, en julio de 2014, el casino incorpora una nueva oferta de ocio en la capital del turismo de la Costa Blanca. El acceso al edificio se ve favorecido por el gran parking construido bajo el mismo, de 3 plantas, con capacidad para 500 vehículos.

Benidorm es conocida como «La Manhattan del Mediterráneo» por su gran cantidad de rascacielos. Así se conoce a esta ciudad de la provincia de Alicante, pero no son solo sus edificios o playas, también es cultura y patrimonio. Si visitas esta localidad, su casco antiguo te enamorará por sus callejuelas estrechas y empedradas y sus espectaculares miradores.

Norte de Benidorm: Mirador de la Cruz, cala del Tío Ximo y cala Almadraba

Sur de Benidorm: Tossal de la Cala y playa de Poniente

Rascacielos Intempo: Uno de los residenciales más alto de Europa

Rascacielos Mirador del Mediterráneo. Benidorm