En el día de hoy, nos adentramos en el corazón del Parque Nacional de Doñana para visitar el Centro de Visitantes Palacio del Acebrón y realizar un pequeño pero bonito sendero conocido como Charco del Acebrón, que se inicia justo al lado del palacio. También, en la misma carretera de acceso al Acebrón, se encuentra el Centro de Visitantes La Rocina donde hicimos una breve parada.

Centro de Visitantes Palacio del Acebrón

El majestuoso Palacio del Acebrón es una antigua casa-palacio, construida en la segunda mitad del siglo XX como residencia privada, que actualmente alberga un centro de difusión y conocimiento del patrimonio etnográfico del Parque Nacional de Doñana y de los usos y costumbres de la zona.

Su promotor y primer propietario fue Luis Pedro Espinosa Fondevilla, que quiso dejar su huella entre las paredes de su residencia. El centro de visitantes Palacio del Acebrón alberga la exposición Doñana y el hombre, que ofrece la posibilidad al visitante de conocer diversos aspectos y peculiaridades de la relación de los lugareños con su medio natural.

El Palacio del Acebrón se encuentra en eltramo medio-bajo del arroyo de la Rocina. Para llegar, desde la carretera A-483 Almonte – Matalascañas km. 27,5, justo pasando El Rocío, tomamos la salida que indica La Rocina y El Acebrón. Una vez sobrepasado el Centro de Visitantes La Rocina, continuamos 6 kilómetros por la H-9023 (imagen de arriba) hasta que accedemos al aparcamiento del palacio. Nos llamó la atención las señales de tráfico sobre el peligro de cruce de animales salvajes, en este caso el lince ibérico, símbolo por excelencia de Doñana.

Después de dejar el coche en el parking que tiene aparcamiento techado para el sol, entramos en los jardines del recinto por una cancela y andamos unos 5 minutos por un bonito camino lleno de árboles y alguna fuente hasta llegar al palacio.

El acceso al Palacio del Acebrón es gratuito. Al lado de la puerta de entrada hay unas pintorescas esculturas de dos leones.

Junto al palacio hay una pequeña capilla, que se dedicó a la Virgen del Rocío.

Ya en el interior del palacio, se puede observar en la planta baja los usos que le dio su propietario, después de repintar los frescos, recuperar la chimenea y amueblar todo adecuadamente. La primera planta se ha acondicionado para difundir el conocimiento del patrimonio etnográfico de Doñana y el modo de vida de los trabajadores de la zona. Y por último se encuentra la azotea, desde donde obtendrás unas increíbles vistas.

Se muestran desde cómo eran sus chozas o viviendas, construidas a partir de elementos vegetales del entorno, hasta la organización jerárquica de la familia.

También se profundiza en la dura vida en las marismas y en los oficios tradicionales que se desarrollaban en ella como la caza, la pesca y la ganadería.

La muestra además trata la evolución actual de otros usos como la siembra del fresón, el turismo o la hostelería, junto a tradiciones muy arraigadas, como la Saca de las Yeguas o la Romería del Rocío.

La edificación posee también otros rasgos singulares, como un águila bicéfala y sin corona sobre la chimenea o los curiosos frescos de sus techos.

También destaca las escaleras de ascenso a la primera planta construida en mármol rojo o la actual sala de audiovisuales anexa al palacio, que en otra época fue una pequeña capilla dedicada a la Virgen del Rocío como explicamos anteriormente.

Ya en la azotea, hay un mirador con vistas espectaculares de todo el entorno de Doñana.

La azotea se encuentra adornada con figuras de apicultores, ornitólogos y otras profesiones relacionadas con el entorno.

Un lugar muy bonito y bien conservado que merece la pena visitar.

Sendero Charco del Acebrón

Cuando salimos del palacio, justo al lado se inicia el sendero conocido como Charco del Acebrón. 

Se trata de un lago artificial con un bonito sendero con pasarelas de madera de un kilómetro y medio de longitud aproximadamente, que se adentra en un hermoso bosque en galería con lianas y enredaderas, alcornoques, pinos, sauces y helechos que dispone de todo tipo de especies autóctonas, arroyos, puentes, miradores y observatorios.

La naturaleza y la creación humana, se han aliado para crear un espacio bien conservado en un entorno natural espectacular.

En este tramo el Arroyo de la Rocina es más profundo y el bosque de ribera se abre ofreciendo la posibilidad de disfrutar de esta pequeña laguna. Su origen es artificial ya que el antiguo propietario profundizó el cauce e impermeabilizó el fondo para evitar la colonización vegetal. Esta particularidad ha permitido que varias especies de peces autóctonos hayan encontrado un hábitat propicio para su supervivencia. Sin embargo, el arroyo también acoge a otros peces exóticos que suponen una dura competencia para las especies autóctonas.

El sendero se realiza de manera circular y es muy fácil de recorrer por lo que es ideal para todos los públicos. Finaliza en el parking donde dejamos el coche.

  

A nosotros nos encantó el sendero que recorre parte de este arroyo y se adentra en un espectacular bosque en galería muy bien conservado. Es un deleite poder observar a las aves en su entorno natural y una frondosa vegetación.

Centro de Visitantes La Rocina

Para finalizar la visita, hicimos una breve parada en el Centro de Visitantes La Rocina. Se encuentra al principio de la carretera que llega hasta el Palacio del Acebrón, frente a la aldea del Rocío, por lo que podéis visitarlo antes de entrar al palacio.

A esta divertida y curiosa excursión fuimos en principio con Amor, pero al llegar nos llevamos la sorpresa de que los perros no podían entrar por lo que tuvimos que volver a nuestro apartamento de Matalascañas para dejar a nuestra galga y volver sin ella.

Desde el Centro de Visitantes La Rocina se inician varias rutas de senderismo con varios observatorios para poder ver la fauna y flora. Además, durante la visita es posible conocer las chozas típicas o viviendas tradicionales en las que habitaban los rocieros, así como la historia de esta romería mundialmente conocida. Al igual que el Palacio del Acebrón, la visita es gratuita.

Como hemos comentado anteriormente, recomendamos esta entretenida excursión al Centro de Visitantes Palacio del Acebrón y el de La Rocina, ya que conoceréis más de las historias del lugar. Ideal para compaginar con algunas de las rutas de senderismo que parten desde este área en el Parque Nacional de Doñana.

Matalascañas: Un oasis en el corazón de Doñana

El Rocío: Bonita aldea junto a la Blanca Paloma

Sendero Laguna del Jaral en Parque Nacional de Doñana