Situado en una de las zonas más emblemáticas del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, el Arrecife de las Sirenas se ha convertido en todo un símbolo de la riqueza natural de la provincia de Almería por su increíble paisaje. Está situado en el punto geográfico exacto del Cabo de Gata, por tanto es la parte más oriental del sur de España.
Las formaciones del arrecife que se elevan por encima del nivel del agua son antiguas chimeneas volcánicas de caprichosas formas. Según la tradición, debe su nombre a los marineros que confundían los gritos de las focas monje, antigua habitante de estas rocas, con el canto de las mitológicas sirenas. Este mamífero habitó en toda la costa de Cabo de Gata hasta mediados del siglo XX, (actualmente se encuentra en peligro crítico de extinción en todo el Mediterráneo).
Para disfrutar del Arrecife de las Sirenas y admirar la espectacular belleza del lugar, nosotros fuimos a este mirador situado bajo el Faro del Cabo de Gata. Desde ahí disfrutarás de un balcón desde donde sólo se escuchará el rugir del mar y del viento a partes iguales. Además, podrás observar las diferentes tonalidades del mar, colores ocres, mezclas de azul cobalto y diferentes turquesas. Una sensación única donde poder impregnarte de todas esas sensaciones desde lo más alto.
El agua cristalina junto con un mar repleto de vida, hacen que nos encontramos en una de las zonas preferidas por los buceadores para explorar el fondo marino. Su contemplación y la espectacular belleza del colorido de las aguas que le rodean te pueden llevar al éxtasis… Además de las espectaculares vistas, te puedes bañar junto al arrecife, con precaución, ya que toda la playa es rocosa.
En la imagen de arriba vemos un mosaico en azulejos de las especies animales que habitan o habitaban en este lugar. Desgraciadamente las focas monje ya no están aquí por culpa del ser humano.
Faro del Cabo de Gata
El Faro del Cabo de Gata que hay hoy en día es de construcción relativamente moderna, en 1863 se construyó el faro y ya en el siglo XX el resto de dependencias que lo completan. Se edificó sobre las ruinas del Castillo de San Francisco de Paula, que formaba parte de la batería de defensa marítima existente en la costa almeriense y que fue destruido durante la Guerra de la Independencia.
Construido sobre un acantilado de 50 metros y con una altura de torre de 18 metros, los destellos del faro son visibles a 30 millas de distancia, unos 45 kilómetros, complementado por una sirena acústica que los días de espesa niebla se activa avisando a los barcos de su presencia.
Playa del Corralete
La playa del Corralete se encuentra justo al lado derecho del faro. El acceso no es difícil pues se aparca el coche en un terraplén habilitado para ello que está justo encima de la cala. La playa tiene unos 400 metros de longitud y esta formada por arena fina, con algunas zonas de piedras entre medias. La parte izquierda de la playa tiene una gran zona de piedras rojizas incómodas para el baño, recomendamos andar con cuidado y llevar escarpines en esta zona rocosa pues está llena de erizos de mar. A los amantes del snorkel les recomendamos esta zona de la playa, puesto que al tener el fondo rocoso alberga gran cantidad de especies marinas.
Para llegar al Arrecife y al Faro de las Sirenas, sólo tienes que pasar un pueblo pesquero llamado San Miguel de Cabo de Gata y tomar la carretera Al-3115, esta carretera recorre la gran recta donde primero pasaremos junto al Torreón San Miguel, y luego transcurre viendo en el lado izquierdo la reserva de las Salinas, y a la derecha la kilométrica playa de las Salinas o Fabriquilla. Sin abandonar esta vía, pasada la barriada de La Fabriquilla, la carretera sube hacia el cerro. Este tramo final del camino es estrecho y sinuoso, pero no son más que dos o tres kilómetros.
Salinas de Cabo de Gata
Las salinas de Cabo de Gata son las únicas que permanecen en actividad industrial en Andalucía Oriental y aparte de su valor productivo, unas 40.000 toneladas anuales de sal, poseen un valor ecológico mucho mayor pues es el hábitat de multitud de especies animales y vegetales. Ocupan una extensión aproximada de 400 hectáreas de terrenos inundables y el aporte de agua se realiza mediante un complejo sistema de canales aprovechando el desnivel que tienen respecto al mar. Se encuentran paralelas a la línea de costa y al final termina en la cordillera montañosa con el faro de Cabo de Gata.
Se han contabilizado más de 100 especies distintas de aves en estos humedales, siendo un 70% de este número, aves que utilizan las salinas como lugar de descanso en su proceso migratorio y el resto, aprovechando los templados inviernos de la zona, lo han fijado como su residencia. Una de las riquezas ornitológicas de estos humedales es el gran número de flamencos rosados, o flamenco común, que pudimos observar a lo lejos.
Torreón de San Miguel
El Torreón de San Miguel es una atalaya militar del siglo XVIII. Fue construido en 1756 por orden de Fernando VI para proteger el poblado de La Almadraba de Monteleva y sus salinas. Tiene forma cónica y consta de dos plantas más la azotea y se accede al segundo piso por unas escaleras con puente. En 1941 pasó a ser la casa-cuartel de la Guardia Civil. En los años 1980 se construyó una pequeña muralla con torretas en las esquinas. Actualmente está en desuso, ya que existe en la barriada un nuevo cuartel. Aunque sigue perteneciendo a este cuerpo, el Ayuntamiento de Almería negocia su adquisición y planea crear en él un museo dedicado a la pesca. Se encuentra en buen estado de conservación, aunque como no se haga nada va camino de convertirse en ruina. Es Bien de Interés Cultural desde 1985.
Playa de las Salinas
La playa de las Salinas recibe el nombre de las marismas que están junto a ella. La playa se extiende desde el Torreón de San Miguel hasta el Faro del Cabo de Gata, en total más de 5 kilómetros de playa rectilínea. Es la playa más grande del Parque Natural y por tanto su nivel de ocupación, incluso en agosto, es bajo o medio.
Iglesia de Las Salinas de Cabo de Gata
A mitad de la playa pudimos ver la iglesia de Las Salinas, un templo cristiano católico de principios del siglo XX y un icono del Parque Natural, que debido a su estado de ruina y a la posición que ocupa entre las salinas y la playa había inspirado multitud de fotos y admiración por parte de los visitantes. En el año 2012 ha sido rehabilitada perdiendo parte del encanto.
Playa de La Almadraba y de La Fabriquilla
Casi en su totalidad la playa de las Salinas está fuera de cualquier núcleo urbano por lo que no hay servicios. En el último tramo, dirección hacia el faro, cruzamos el poblado de la Almadraba de Monteleva, donde si podemos encontrar bares y restaurantes, y al final de la playa, el poblado de La Fabriquilla. A la altura de estas localidades la playa toma el nombre de playa de La Almadraba y de playa de La Fabriquilla respectivamente.
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