¿Has descubierto Vejer de la Frontera?… Camina por sus preciosas calles blancas, sus murallas y sube al castillo. Imagina cómo vivían sus gentes tiempo atrás mientras paseas por el barrio de la Judería. Disfruta de las impresionantes vistas en sus numerosos miradores. Luego acércate al Arco de las Monjas, en el Convento de los Concepcionistas. Ve al centro neurálgico del pueblo, la plaza de España. Por último no te puedes perder los tradicionales molinos de viento, utilizados en el siglo XIX para la industria harinera y terminar viendo una preciosa puesta de sol en la playa de El Palmar…
Vejer de la Frontera está incluido en la famosa ruta de los pueblos blancos de Cádiz. Situado sobre un monte a unos 200 metros de altura, a orillas del río Barbate y a 8 kilómetros de distancia de la costa, Vejer es un pequeño núcleo rural que es conocido por ser parte de la «Asociación de los Pueblos más Bonitos de España» y por ser declarado Conjunto Histórico Artístico en 1976. Además, tiene el I Premio Nacional de Embellecimiento de Pueblos, otorgado en 1978.
Un lugar ideal para soñar. Reúne todo lo que uno necesita para tener una vivencia única. Un pueblo pequeño, con buena gente, situado en una colina pero muy cerca del mar, con playas y paisajes impresionantes. Buena gastronomía, con modernos locales, un clima agradable durante todo el año y un patrimonio histórico monumental, paisajístico y cultural digno de ver.
El término municipal de Vejer incluye 8 km de costa del océano Atlántico, a lo largo de los cuales se extiende la playa de El Palmar. Un pequeño núcleo rural donde la economía está basada en el turismo estival y la agricultura. Es una playa de gran calidad, posiblemente de las mejores de Andalucía y ofrece a los turistas un paraje casi virgen. Además, es ideal para practicar deportes como la vela, el surf, wind-surf, esquí acuático… y ver una bonita puesta de sol.
Playas vírgenes, deliciosa gastronomía, sosegadas pedanías, románticos paseos… En esta ocasión te llevamos a descubrir Vejer de la Frontera, uno de los preciosos pueblos blancos de Cádiz.
He tenido la oportunidad de ir a Vejer en varias ocasiones ya que allí nació mi buena amiga Oliva, este bonito nombre corresponde a la Virgen de la Oliva, patrona de Vejer. He tenido la suerte de conocer la amabilidad de sus gentes, de pasear por sus callejuelas, de deleitarme con su magnífica gastronomía y de alojarse en uno de sus alojamientos con mucho encanto. Si vas a este fascinante pueblo no te arrepentirás, seguro convertirás su visita en una experiencia inolvidable.
Parque los Remedios
Nuestra visita a Vejer de la Frontera empieza en la Oficina de Turismo, ubicada a la entrada del pueblo, al lado del parque los Remedios, donde hay un enorme parking gratuito donde dejamos el coche. Después de pedir un mapa y que una chica muy amable nos explicara la ruta más conveniente a seguir, empezamos a subir unas empinadas escaleras situadas en el parque que conecta con el casco antiguo.
A medida que empezamos a ganar altura, ya se obtienen unas maravillosas vistas de la vegetación, los árboles y un molino de viento de fondo.
En unos 5 minutos se llega arriba, donde se controla una hermosa extensión verde. Desde este peculiar mirador en la calle Corredera, podrás ver los labrados campos que componen la comarca de La Janda. A continuación, atravesamos La Plazuela y por la calle Juan Bueno llegamos en menos de 5 minutos al mirador de la Cobijada.
Mirador de la Cobijada
El famoso mirador de la Cobijada ofrece una vista preciosa del Vejer más moderno. Aquí se encuentra la estatua de La Cobijada vistiendo el traje o manto negro que cubría todo el cuerpo excepto un ojo. Representa el traje tradicional de la mujer vejeriega. Esta vestimenta no es de tradición árabe como erróneamente se pudiera creer, sino castellana y posterior a la ocupación musulmana. Su apariencia externa es como la de un burka, pero no tiene nada que ver, ya que si se quita el manto, su forro es blanco y debajo hay una camisa igualmente blanca.
Es tan popular que puedes encontrar el símbolo escondido por los patios, calles y en las tiendas del pueblo.
El mirador de la Cobijada es un punto perfecto para tomar una panorámica de la parte más moderna e igualmente espectacular de este bello pueblo blanco gaditano.
Murallas
Vejer de la Frontera es una ciudad amurallada. La arquitectura refleja todo el esplendor del estilo árabe-andaluz. La muralla se encuentra en muy buen estado de conservación, aunque ha sido parcialmente restaurada. Cuenta con cuatro entradas a la ciudad: el Arco de la Segur, el Arco de Puerta Cerrada, el Arco de la Villa y el Arco de Sancho IV. Asimismo, cuenta con tres torres de vigilancia, la del Mayorazgo, San Juan y la de la Corredera.
Vejer se encuentra situado sobre una colina, lo que permitió que la población tuviera un carácter defensivo. Las murallas ayudaron a defender el castillo que se encuentra en su interior, justo en la cota más alta de la colina. El recinto amurallado tiene unos 2 metros de grosor y se extiende a lo largo de 2 km de longitud zigzagueando a través del pueblo, tratando de ajustarse a los fuertes desniveles del terreno.
Arco de Puerta Cerrada o de la Berbería
El Arco de Puerta Cerrada, también llamado Puerta de la Berbería, es una de las cuatro puertas que aún se conservan del recinto amurallado de Vejer. Este arco data de los siglos X – XII. Estuvo cerrado durante siglos por su enclave estratégico en el barrio de la Judería, para impedir el acceso a la ciudad de los piratas berberiscos. En la imagen de arriba, aparte del arco mencionado, también podemos ver una preciosa puerta azul que nos recuerda a otros viajes que ya hicimos en el pasado como Chefchaouen (Marruecos), Frigiliana (Málaga) y a las Islas Griegas.
Barrio de la Judería
El barrio de la Judería medieval es el más típico de Vejer, en el que encontrarás laberínticas y estrechas callejuelas empedradas con sus casitas blancas andaluzas y floridos balcones, así como algunos tramos del recinto amurallado. Conforman algunas de las calles más típicas del pueblo.
Castillo de Vejer
El Castillo de Vejer es una fortaleza de carácter defensivo que se encuentra en la zona más alta del pueblo y está construido sobre los restos de un castillo árabe del cual destaca su puerta de arco de herradura. Declarado Monumento Nacional en 1931, no puedes dejar de visitarlo, ya que además es gratuito.
Data de los siglos X y XI, en época de Abderramán I y sucesores. En el siglo XIV fue residencia de los Duques de Medina Sidonia hasta finales del siglo XIX. Nosotros dimos un paseo por el patio de armas y subimos a las almenas para disfrutar de unas vistas increíbles de Vejer de la Frontera divisando todo el litoral de la Janda y la campiña.
En la imagen de arriba, también podemos divisar desde las almenas de castillo, la Iglesia del Divino Salvador.
Un lugar para disfrutar sin prisas.
En el interior del castillo se puede contemplar una placa en conmemoración del hermanamiento de Vejer y Chefchauen (Marruecos) que también hemos tenido el privilegio de visitar. Ambas ciudades se encuentran estrechamente vinculadas por motivos históricos y culturales.
Convento de las Monjas Concepcionistas
Después de visitar el castillo, a unos 2 minutos andando por la misma calle se encuentra el Convento de las Monjas Concepcionistas. Mandado a construir por Don Juan de Amaya, a cambio, el sería enterrado con toda su familia en el altar mayor. Destaca por su portada principal de estilo renacentista. Este convento data del año 1522 y actualmente el edificio es el Museo Municipal de Tradiciones y Costumbres de Vejer. Cuando fuimos estaba cerrado por obras.
Arco de las Monjas
El Arco de las Monjas es la estampa más típica y característica de Vejer. Se encuentra adosado a la cara exterior del Convento de las Monjas Concepcionistas, ya que es uno de los cuatro arcos que se levantaron tras el terremoto de 1773 para dar soporte del muro y de la bóveda de la capilla mayor.
El Arco de las Monjas enmarca una preciosa postal de las casas blancas y el cielo azul de Vejer. Un lugar mágico.
Iglesia del Divino Salvador
Al final de la misma calle, en la parte alta del pueblo, nos encontramos con la Iglesia del Divino Salvador. Construida sobre una antigua mezquita, es el templo más importante de Vejer. Consta de dos partes diferenciadas que corresponden a dos etapas de su construcción: la cabecera gótico-mudéjar del siglo XIV y una ampliación en gótico-tardío de finales del siglo XV y principios del XVI. Recibe su nombre por ser el seis de agosto la fecha en que los cristianos reconquistaron la villa de Vejer.
Plaza de España
Desde la Iglesia del Divino Salvador, bajamos una cuesta para llegar a la plaza de España.
La plaza de España es el centro neurálgico de Vejer. Está bordeada de palmeras y en el centro se encuentra una bonita fuente construida en 1957 a base de azulejos sevillanos. En el interior 4 enormes ranas sueltan chorros de agua por su boca. Se la conoce también por la fuente de los Pescaditos en alusión a los peces de colores que los niños introducían en la fuente tiempo atrás.
En la imagen de arriba, vemos que existe otra fuente en la plaza Alta de Algeciras, con azulejos y ranas casi idéntica a la de Vejer.
Durante los siglos XV y XVI esta plaza fue destinada para la celebración de distintos festejos taurinos y en la actualidad, se celebran otro tipo de eventos como los actos de la Velada en Honor a la Patrona La Virgen de la Oliva, así como los eventos más importantes del municipio. En los alrededores de la plaza hay varios bares y terrazas muy populares, destacando el Jardín del Califa.
El Jardín del Califa
El Jardín del Califa es un hotel-restaurante-cafetería con comida exótica árabe muy rica y una buena calidad-precio y unos postres que te harán volver a repetir la visita.
No os lo podéis perder si pasáis por ahí porque merece la pena tanto la cocina como todo el entorno de estilo árabe con una decoración preciosa.
Ayuntamiento
En la plaza de España también está ubicado el Ayuntamiento y el Juzgado de Paz.
Arco de Sancho IV y estatua de Juan Relinque
A pocos metros de la plaza de España, nos encontramos con el Arco de Sancho IV y la estatua de Juan Relinque. Es la puerta norte de la ciudad, con origen en los siglos X al XII siendo la más antigua y mejor conservada del casco histórico. Debe su nombre al rey que conquistó la villa a los musulmanes en 1264, Sancho IV. La estatua en honor a la figura del célebre vecino Juan Relinque que luchó contra los abusos del Duque de Medina Sidonia y recuperó para el pueblo las Hazas de Suerte, 232 fincas que cultivan los vecinos y que generan unas rentas que se sortean los años bisiestos.
A continuación, volvimos al coche para dirigirnos al mirador del Quijote y a los molinos de viento.
Mirador Don Quijote
Desde el mirador Don Quijote, se obtienen unas fabulosas vistas del casco antiguo de Vejer, sus murallas y el castillo en lo más alto. También podemos ver en a nuestra izquierda el Convento de las Monjas Concepcionistas y el campanario de la Iglesia del Divino Salvador.
Un lugar para disfrutar deleitándonos con las vistas. Como habéis podido ver a lo largo del post, no solo podrás disfrutar de las fabulosas vistas desde el mirador Don Quijote, sino que Vejer tiene numerosos miradores espectaculares.
Molinos de viento
Nada identifica más a Vejer que la silueta de un molino de viento. Actualmente se conservan 7 molinos harineros: San Francisco, San José, San Antonio, Cruz de Conil, Santa Inés, Márquez y Morillo. Todos ellos datan del siglo XIX, salvo el molino de Santa Inés, que se construyó en el siglo XVIII y el de Márquez, que es de principios del siglo XX.
Nosotros visitamos el conjunto de los 3 molinos de viento llamados San Francisco, San Antonio y San José situados a las afueras de Vejer, en el parque Hazas de Suerte.
La función principal de estos molinos era la de moler el trigo. Con el paso del tiempo fueron abandonados y tras largos años se han ido restaurando para formar actualmente parte de un importante legado histórico del pueblo.
Pudimos ver el interior, que consta de 2 pisos, en los que hay diversos útiles de agricultura. El guarda de los molinos nos va explicando su funcionamiento.
Precioso lugar, sin duda merece la pena visitar los molinos.
A continuación volvimos a coger el coche para ir a la playa de El Palmar, a unos 8 km de Vejer y que pertece a este municipio.
También merece la pena ver la faceta más romántica de Vejer de la Frontera la encontramos en las inigualables puestas de sol de la playa de El Palmar (imagen de arriba), así como en las cenas a la luz de las velas en cualquiera de los restaurantes de su casco antiguo…Si además visitas Vejer en su Noche de las Velas, cuando los vejeriegos iluminan las calles del municipio gaditano con 12000 velas, vivirás una experiencia mágica e inolvidable.
Un bonito pueblo blanco para pasar unos días de paz y tranquilidad. Situado en lo más alto de una loma, es uno de los pueblos más hermosos de toda Andalucía. Sus callejuelas empedradas, sus cuestas escalonadas, sus casas solariegas con patios frescos y llenos del color de sus macetas de plantas y flores, hacen de Vejer un lugar para callejear sin ruta fija, sólo dejándote llevar. Tienes de todo, castillo, iglesias, murallas, torres y hasta un barrio judío. Impoluto, blanco y precioso. Vejer de la Frontera nos dejó impresionados por su increíble belleza.
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