Considerado uno de los parques urbanos más bonitos de España, hoy recorremos el parque de María Luisa, uno de los pulmones verdes de nuestra querida Sevilla. Se encuentra repleto de rincones mágicos en los que resulta un placer perderse. Estanques, fuentes, una cascada, jardines, aves y preciosas avenidas decoradas con monumentos y edificios históricos.
Antiguamente eran jardines privados del palacio de San Telmo, y fueron donados en 1893 por la infanta María Luisa Fernanda de Borbón (duquesa de Montpensier) a la ciudad. Las plazas de España y de América, construidas para la Exposición Iberoamericana de 1929, están integradas en el parque como en un jardín público y constituyen uno de los principales atractivos.
En enero de 1911, el comité ejecutivo de la Exposición Iberoamericana inicia los trámites para la reforma del parque para el evento, eligiéndose a Aníbal González como director de la parte arquitectónica y a Jean-Claude Nicolás Forestier, paisajista francés, conservador del bosque de Boulogne en París, para las obras de jardinería. Forestier le dio un toque romántico, inspirado en los jardines del Generalife, de la Alhambra y del Real Alcázar de Sevilla.
El Parque de María Luisa se inauguró el 18 de abril de 1914. Con una superficie de 34 hectáreas, goza de una extensa variedad vegetal y se ha convertido en uno de los espacios públicos más emblemáticos y apreciados de la ciudad. En 1983 fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico. A continuación vamos a repasar sus elementos más destacados.
Plaza de América
La plaza de América es un espacio ajardinado situado en el interior del parque de María Luisa construido para la Exposición Iberoamericana de 1929. En su centro hay un bello estanque salpicado de nenúfares con un alto surtidor central rodeado por candelabros de hierro forjado.
Obra de Aníbal González, la plaza América se encuentra flanqueada por tres edificios de diferentes estilos arquitectónicos: el museo de Artes y Costumbres Populares (de estilo neomudéjar), el museo Arqueológico (de estilo neorrenacentista) y el pabellón Real (de estilo neogótico). También existe una zona que tiene habilitados puestos con comida para pájaros, por lo que ha logrado el sobrenombre de «parque de las palomas«.
«Parque de las Palomas»
En uno de los extremos de la plaza América se encuentra el conocido como «parque de las palomas«. Debe su nombre a la gran cantidad de estas aves que se concentran en el lugar, ya que hay puestos donde puedes comprar alpiste. Casi todos los sevillanos tenemos alguna foto de pequeño en esa zona rodeados de palomas blancas dándoles de comer. Aquí también verás pequeñas fuentes y unas estatuas de cerámica de dos niñas arrodilladas con un cuenco.
Museo de Artes y Costumbres Populares
El museo de Artes y Costumbres Populares, conocido como el pabellón Mudéjar por su estilo arquitectónico, fue creado en 1972 como un museo dedicado al patrimonio etnológico andaluz, tanto material como inmaterial. Fue el pabellón de Arte Antiguo de la Exposición Iberoamericana de 1929. Terminado en 1914, se inspira en el mudéjar andaluz, aunque fue inicialmente el palacio de Industrias, Manufacturas y Artes Decorativas.
Museo Arqueológico
Frente al pabellón Mudéjar, se encuentra desde 1946 el museo Arqueológico Provincial de Sevilla en el pabellón de Bellas Artes de la Exposición Iberoamericana de 1929. El museo ofrece la posibilidad de conocer la historia de la ciudad desde la Prehistoria hasta la Edad Moderna. Edificio de estilo neorrenacentista, se encuentra cerrado desde enero de 2020 por obras.
Pabellón Real
El pabellón Real fue edificado en 1916 para ser empleado como centro expositivo en la Exposición Iberoamericana de 1929. Obra como los demás edificios de la plaza de América, del arquitecto Aníbal González. Es de planta poligonal con decoración neogótica. Abundan los detalles ornamentales a base de elementos de ladrillo tallado y cerámica vidriada. Cuenta con escudos de España, dos estatuas de pajes reales y seis águilas. En la actualidad alberga oficinas municipales.
Monte Gurugú
Dejando atrás la plaza de América, llegamos al monte Gurugú, una obra decorativa realizada en el siglo XIX. Destaca por su bella cascada, el túnel y la cúpula del mirador y sus vistas. Debe su nombre a su homónimo marroquí, un macizo que se encuentra muy cerca de la ciudad de Melilla.
Por unas escaleras de caracol se sube a su punto más alto, un mirador circular donde se puede disfrutar de unas preciosas vistas del parque de María Luisa, además de otra perspectiva de la cascada.
Jardín o fuente de los Leones
En un gran espacio ajardinado y rodeado de naranjos, se halla el jardín o fuente de los Leones. Constituye la mayor y más vistosa de todas las fuentes del parque.
Se denomina así por la escultura de 4 leones de piedra que se encuentran a su alrededor, ubicados sobre pequeñas peanas, de cuyas bocas brotan chorros de agua. Los leones fueron realizados por el escultor Manuel Delgado Brackembury y cuando se deterioraron, fueron reemplazados por los actuales, obra de Juan Abascal. La fuente se divide en 4 estanques.
Fuente de las Ranas
La fuente de las Ranas es la más antigua de todo el recinto, datando de 1914. Está situada entre el jardín de los Leones y la isleta de los Patos. Fue construida por el ceramista Manuel García-Montalván, quien realizó dos copias similares para Tenerife y Ciudad de México. Consta de 8 ranas que rodean el recinto y un pato apoyado sobre una tortuga situados en el centro. Las bocas de las ranas y el pico del pato hacen de fuente. Está decorada con azulejos cerámicos de colores.
Isleta de los Patos o de los Pájaros
La isleta de los Patos o de los Pájaros es como se conoce a las 2 islas del estanque del centro del parque de María Luisa. En dicho entorno existen cisnes, pavos reales, patos y otras aves. El estanque está delimitado por piedras rústicas y en el centro existe una isla accesible por medio de un pequeño puente.
En un rincón de la isla “accesible” se encuentra el pabellón de Alfonso XII (imagen de arriba), de pequeñas dimensiones con forma de templete de planta hexagonal con arcos de herraduras y reminiscencias neoárabes, donde, según la leyenda, declaró el rey Alfonso XII su amor a María de las Mercedes.
En su interior hay unos bancos para descansar junto al sonido del estanque mientras se disfruta de la sombra de su techo. Este lugar de descanso ya existía cuando el parque formaba parte del jardín del palacio de San Telmo y fue respetado por Jean-Claude Nicolas Forestier.
Glorieta de Juanita Reina
La Glorieta de Juanita Reina es un amplio espacio rodeado de muy dispar vegetación, con una fuente que tiene forma de estrella de 8 puntas, con detalles arabescos. Cerca existe un edificio que más bien parece traída de algún rincón de un país árabe. Esta edificación se encuentra cerrada y bien conservada y fue en su día un quiosco de bebidas y posteriormente sede de la Guardería Jurada del parque.
Glorieta o estanque de los Lotos
La glorieta de los Lotos es un estanque de forma rectangular presidida en el centro por una fuente de piedra y rodeada de una pérgola sobre pilares de ladrillos cubiertas con varias especies vegetales de enredaderas. El estanque toma su nombre de las plantas acuáticas que flotan sobre las aguas. Un lugar muy bonito con una gran cantidad gansos, cisnes y patos con sus crías.
Monumento a la infanta María Luisa
Al lado del estanque de los Lotos, se encuentra el monumento a la infanta María Luisa. Es una copia en bronce de la escultura realizada en piedra por Enrique Pérez Comendador en 1929. La estatua principal fue trasladada a un parque de Sanlúcar de Barrameda y la sustituye otra igual del mismo autor. Fue instalada por el Ayuntamiento de Sevilla en el parque como agradecimiento a la infanta María Luisa Fernanda de Borbón por ceder los terrenos del palacio de San Telmo para convertirlos en el actual parque.
Glorieta de Bécquer
La glorieta de Bécquer es el lugar más romántico del parque. Es un monumento en mármol blanco y bronce dedicado al poeta Gustavo Adolfo Bécquer, personalizado con un busto. Representa a través de 3 mujeres el amor que pasa, el amor poseído y el amor perdido. Detrás podemos ver a un hombre retorciéndose de dolor y un Cupido que simbolizan el amor herido y el amor que hiere. Todo ello alrededor de un ciprés de los pantanos. Hay códigos QR donde puedes encontrar sus poesías más destacadas.
Plaza de España
La plaza de España es un conjunto arquitectónico enclavado en el parque de María Luisa, proyectado por el arquitecto Aníbal González. Se construyó entre 1914 y 1929 como edificio principal y el de mayor envergadura de la Exposición Iberoamericana de 1929.
El resultado fue una plaza-palacio semicircular única en el mundo. Cuenta con un canal de agua que la bordea con una extensión de 515 metros navegables y una fuente central. En este canal se pueden alquilar barcas y dar un bonito paseo mientras se admiran las impresionantes vistas. Está cruzado por cuatro puentes que representan a los antiguos reinos de España (León, Castilla, Aragón y Navarra).
2 torres de estilo barroco con 74 metros de altura situadas a los extremos enmarcan la bonita edificación de la plaza de España. En un principio se pensó que tanta altura podría quitar protagonismo a la Giralda pero no fue así. Estas preciosas torres Norte y Sur no sólo tienen fines decorativos sino que también son funcionales ya que son contenedores de depósitos de agua.
En las paredes de la plaza se pueden ver 48 bancos que representan 46 provincias peninsulares más Canarias y Baleares. Están decorados con azulejos cerámicos en los que aparece el escudo, mapa y datos históricos destacados de esa provincia en particular. Los bancos a su vez están colocados por orden alfabético. El número real de bancos que tendría que aparecer en la plaza es de 50, que son las provincias que forman parte del territorio español, pero no están representados ni la propia Sevilla ni una de las provincias de Canarias.
Destacar también, la gran cantidad de películas que ha utilizado como escenario la plaza de España. Entre ellas destacan Lawrence de Arabia (1962), el Viento y el León (1975), Star Wars Episodio II: el ataque de los clones (2002) o el Dictador (2012) entre muchas otras.
Comentario final
Sevilla es una ciudad con innumerables atractivos que merecen la pena ser visitados. Uno de ellos es sin duda el emblemático parque de María Luisa, lleno de rincones mágicos. Precioso entorno para dar un agradable paseo y relajarse con mucha vegetación, fuentes, estanques, aves…
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