En nuestro tercer día en Oporto, empezamos desayunando en el emblemático café Majestic, a continuación seguimos hacia la iglesia de San Ildefonso, que se encuentra situada en uno de los laterales de la céntrica plaza de la Batalla, sobre una de las zonas más altas de la ciudad. Después nos dirigimos hacia la famosa estación de San Bento y justo al lado pudimos visitar la iglesia de San Antonio dos Congregados. Para terminar la mañana visitamos la mágica librería Lello y la iglesia de las Carmelitas. Por la tarde visitamos el palacio de Cristal y para terminar un bonito atardecer en la piscina das Marés, situada a  unos 10 km de Oporto en Leça Da Palmeira.

Café Majestic

Este precioso café, diseñado por el arquitecto Joao Queirós, esta situado en la popular calle comercial de Santa Catarina y abrió sus puertas en el 1921 con el nombre de “Elite”. En 1922 el café pasó a tener su nombre actual.
Del 1964 a 1980, permaneció en el abandono, hasta que el Estado lo declaró Patrimonio Cultural en 1983, y en 1994 reabrió sus puertas tras su restauración que devolvió al café Majestic su antiguo esplendor. Todo esto hace que el café sea frecuentado no sólo por turistas, sino también por políticos, artísticas y famosos que se acercan a Oporto.

El café Majestic me encandiló por su majestuosidad y su encantador estilo Art Decó plagado de rollizos angelitos, flores y preciosas maderas nobles. Es una de esas visitas a la que no puede faltar si vas a Oporto. Un rincón especial al que te ves obligado a entrar sólo para contemplar el suntuoso decorado y la elegancia que destila cada rincón del local. Sus mármoles, esculturas y maderas nobles merezca la pena. Eso sí, la carta nos muestra precios considerablemente más altos, con lo cual no es apto para presupuestos ajustados, pero siempre puedes decantarte por un refresco o un café. Me impresionó el bellísimo decorado de este hermoso café que refleja los años veinte.

Iglesia de San Ildefonso

La iglesia de San Ildefonso (igreja de Santo Ildefonso), se encuentra situada en uno de los laterales de la céntrica plaza de la Batalla de Oporto (praça da Batalha), sobre una de las zonas más altas de la ciudad. Esta pequeña iglesia del siglo XVIII, llama la atención por su fachada cubierta de azulejos en tonos blancos y azules.

La nave es de tipo poligonal en estilo barroco. Tiene dos torres campanario. Las cornisas están rematadas en cada lado por esfera y frontones de fantasía.

Estación de Porto-São Bento

La estación de tren Porto-São Bento es una estación de ferrocarril situada en el centro de la ciudad por lo que seguro que si vais a Oporto la veréis. La estación fue inaugurada en 1916, aunque llevaba funcionando como tal desde finales del XIX. A comienzos del siglo XX, Portugal estaba comenzando su expansión ferroviaria, ampliando y modernizando las rutas de tren que conectaban las principales ciudades portuguesas. La estación de São Bento respondía a ese impulso al transporte y desde su inauguración se convirtió en un foco de comunicaciones para el país. A día de hoy, la estación continúa siendo una de las más transitadas de Portugal, pues desde ella parten los trenes hacia otras localidades como Aveiro, Guimarães, Coimbra o Braga.

Aunque ya de entrada su fachada es señorial, la verdadera joya se encuentra en su interior: un vestíbulo decorado con más de 20.000 azulejos en los que se retrata la historia de Portugal. Una obra impresionante que representa, en ese blanco y azul tan portugués, diferentes episodios de la historia de la ciudad y del país: escenas campestres, batallas épicas, desembarcos y coronaciones.

La estación de tren de São Bento, es considerada por varios sitios y revistas como una de las más bellas de Europa y del mundo.

Desde la entrada de la estación de São Bento se puede contemplar la Catedral de Oporto al fondo, y los edificios y calles con ese aire decadente que para nosotros tiene tanto encanto.

Iglesia de San Antonio dos Congregados

La iglesia de San Antonio dos Congregados se encuentra situada enfrente de la estación São Bento y como casi todas las iglesias de Oporto tiene la fachada de azulejos. Esta Iglesia del siglo XVII, tiene una fachada de estilo barroco. Dedicada a San Antonio, se ve reflejada toda esta devoción, sea en la fachada, donde se destaca una hornacina con una estatua de San Antonio, sea en los azulejos exteriores y pinturas murales interiores, que representan escenas de su vida.

Travías de Oporto

El tranvía es un medio de transporte histórico. Hasta hace unas décadas eran cientos los tranvías que circulaban a diario por Oporto, una ciudad con desniveles y laberíntico en su centro histórico, para la que el tranvía fue el medio de transporte fundamental. Con el tiempo, la mayoría de estas líneas quedaron en desuso debido a la llegada de los autobuses o el metro. Sin embargo, hay algunas líneas de tranvía, por ejemplo la conocida línea 22, que todavía funcionan. ??

Los tranvías se han convertido en una atracción turística más que en un medio de transporte útil, al contrario de lo que sucede en Lisboa, donde el tranvía todavía es empleado a diario por los habitantes de la ciudad como un medio de transporte público más. Aún así, dar un paseo en los tranvías de Oporto es una buena forma de ver los lugares más emblemáticos de la ciudad subidos a un medio de transporte histórico y acompañados por el sonido de su característico traqueteo.

Mundo Místico – Bazar Esotérico

Nos encontramos con este pintoresco bazar esotérico por casualidad y no pudimos contener la curiosidad por entrar.

Me recordó ese otro mundo mágico que a veces se aparta de lo que es científico, pero que nuestro corazón nos dice que existe. En esta tienda nos encontramos con una enorme variedad de artículos, traídos de todos los rincones del mundo relacionados con las ciencias ocultas. Un mundo solamente abierto a aquellos que se atrevan a buscar más allá…

Librería Lello

La librería Lello, también conocida como librería Lello e Irmão o Chardron, es una librería situada en el centro histórico de Oporto. En virtud de su valor histórico y artístico, la librería ha sido reconocida como una de las más bellas del mundo. Debes saber que tienes que comprar una entrada de 4 euros por persona y que debes hacer una cola de unos 20 a 30 minutos para poder entrar. Me llamó la atención el dinero que facturan de las miles de visitas al día. Es uno de los negocios más prósperos que he visto con sólo poseer un pequeño local decorado a modo de una antigua librería de madera. Y lo más curioso no necesitan vender ni un sólo libro al día para facturar diariamente cajas espectaculares.

En el interior, una impresionante escalera central de gran belleza que serpentea y se bifurca para subir al segundo piso. La librería se ha hecho muy famosa y llega alcanzar una media de 4.000 personas diarias, porque corre el rumor de que algunas escenas de Harry Potter fueron rodadas aquí, aunque no es cierto. La librería Lello e Irmão no aparece en ninguna de las películas, pero J.K. Rowling vivió durante algún tiempo en Oporto, y sí pudo inspirarse en ella para crear la librería ficticia del callejón Diagon.

Iglesia de las Carmelitas e iglesia del Carmen

La iglesia de las Carmelitas y la iglesia del Carmen están pared con pared, por ese motivo muchos piensan que son un mismo templo, pero se diferencian claramente los distintos estilos de construcción que hay entre ambas. En la fachada lateral exhibe un mosaico que forma una de las mayores y más exquisitas muestras de azulejos de toda la ciudad.

Aquí paramos para almorzar y descansar un rato, ya que por la tarde tocaba visitar el palacio de Cristal y piscina das Marés.

Palacio de Cristal

Muy cerca del centro de la ciudad, se encuentra este precioso parque-jardín botánico que ostenta este nombre tan peculiar: el palacio de Cristal. Fuimos buscando un palacio pero allí nos enteramos que el nombre se refiere a uno que estuvo ahí en 1865, que usó como modelo el Crystal Palace de Londres. El lugar donde se encontraba el precioso edificio, fue sustituido por el que está ahora: el “pabellón Rosa Mota“, un espacio que sirve para alojar diferentes ferias que se celebran en la ciudad. La verdad, el pabellón como tal no es tan especial, pero los jardines y la vista nos pareció impresionantes.

Jardines del Palacio de Cristal

Desde estos espectaculares jardines pudimos ver el río Duero y varios de sus puentes. En la imagen de arriba vemos el puente de la Arrábida y la desembocadura en el océano Atlántico de este río. Aunque había algo de niebla, las vistas son espectaculares.

Este impresionante jardín incluyen el llamado jardín Emilio David que posee bellos ejemplares de muy diversa vegetación (rododendros, camelias, araucarias, ginkgos, etc.) además de fuentes y bellas estatuas alegóricas.

   

   

El palacio de Cristal es un lugar soñado para relajarse, hacer pícnic, perseguir a los gansos y fotografiar a los pavos reales. Lleno de diferentes aves preciosas y con un gran encanto?????.

Estos hermosos jardines de arquitectura romántica lo componen: un lago, varias fuentes, una gran diversidad de plantas  y una moderna biblioteca pública entre otras cosas.

Por todas partes aparece el agua. Para mí es un elemento muy importante, y los jardines del palacio de Cristal la incluyen con fuentes, lagos y vistas preciosas hacia el río Duero.

Capilla del Rey Carlos Alberto

Escondida entre la vegetación de los jardines del palacio de Cristal se encuentra esta pequeña capilla levantada en honor a Carlos Alberto, rey de Cerdeña. Tras ser vencido por el ejército austriaco en la batalla de Novara, abdicó a favor de su hijo Víctor Manuel y se exilió en Oporto, donde falleció en la Quinta das Macieiras.

Vistas desde el jardín de Cristal

Desde este lugar pudimos disfrutar de deslumbrantes panorámicas del río Duero y del océano Atlántico.

Piscina das Marés

Estas piscinas artificiales al borde del mar están situadas en «Leca da Palmeira» a apenas 10 km de Oporto. Aunque con una buena temperatura se puede disfrutar de una combinación perfecta entre piscina y playa, ahora en invierno las vistas siguen siendo espectaculares y con mucho encanto. El arquitecto que construyó estas piscinas, estudio muy bien el proyecto para provocar el menor impacto posible, por lo que mucho de sus lados son rocas. Estas piscinas están paralelas al paseo con cuál no obstruye la visibilidad del mar.

El complejo incluye dos piscinas de agua salada, una de ellas infantil y la otra de adultos, vestuarios, duchas y una cafetería. Además del acceso a la playa.

Con el mar bravío, disfrutamos de la fuerza con la que rompen las olas.

En este bello lugar dimos por concluido nuestro tercer día en Oporto, el segundo visitando la ciudad.

A continuación seguimos con nuestro recorrido por Oporto:

Día 4– Mercado de BolhãoPestana do Freixo.

Navidades en Oporto, Braga, Guimarães y Aveiro