Dentro del Parque Natural Sierra de Grazalema, en la provincia de Málaga, se encuentra la famosa Cueva del Gato. Se trata de un auténtico oasis natural, en el que destaca su bonito manantial de aguas cristalinas.

La Cueva del Gato es en realidad la boca sur del sistema espeleológico denominado sistema Hundidero-Gato. Se trata de uno de los complejos de cuevas más singulares e importante de Andalucía con más de 9.000 metros topografiados y uno de los mayores de España. Cuenta con agua permanente, simas, lagos, sifones, cañones, pinturas rupestres y y salas de hasta 70 metros de altura. Hay cierta peligrosidad debido a que las intensas lluvias de la zona hacen variar el cauce subterráneo con gran rapidez y la temperaturas de sus aguas son extremadamente frías.

La estampa refleja una imagen de postal. Es una cueva de donde sale un pequeño caudal de agua que desemboca en la cascada donde se genera una piscina natural de aguas cristalinas que se aprovecha como zona de baño.

La Cueva del Gato es la boca sur de este sistema espeleológico y se encuentra situada en el municipio de Benaoján, en la provincia de Málaga, a unos 15 km al oeste de Ronda. La boca norte es la Cueva del Hundidero (también merece la pena acercarse a la entrada) y se sitúa a unos 3 km al norte de Montejaque. Como toda la Sierra de Grazalema, se trata de una zona kárstica de roca caliza donde el agua ha generado un impresionante mundo subterráneo. El sistema Hundidero-Gato recoge el agua de una amplia cuenca que forma el río Guadares, también llamado «Campobuche«. A la altura de la Cueva de Hundidero, dicho río desaparecía para volver a aparecer en la Cueva del Gato y confluir con el río Guadiaro. Se descubrió que el agua se infiltraba de manera natural de forma subterránea en esta zona.

El coche se puede dejar en una zona de aparcamiento de tierra al lado de la carretera. Después, bajaremos un pequeño camino hasta la cueva, no tiene pérdida.También se puede dejar aparcado en el pueblo de Benaoján y realizar una pequeña ruta senderista hasta la gruta. 

La Cueva del Gato fue declarada el 25 de junio de 1985 Bien de Interés Cultural y desde 2011 se considera Monumento Natural. El nombre proviene de su supuesta apariencia felina, ya que se dice que la boca de la cueva se parece a la cara de un gato.

Aunque los perros no pueden acceder en verano a la zona de baño donde esta la cueva y el lago, antes hay una zona separada para nuestros peludos donde también pueden disfrutar de este paraje y su maravillosa agua gélida.

Pudimos descubrir que a Zhen (nuestro galgo atigrado), a diferencia de Amor, le encanta bañarse.

En verano se cobra una entrada si te vas a bañar en el manantial que hay debajo de la gruta. Los precios son de lunes a viernes adultos 2 euros y menores de 12 años 1 euro. Los fines de semana y festivos 2,5 euros adultos y niños 1,5 euros. Está prohibido acceder al interior de la cueva si no es con un permiso especial.

La belleza y dificultad propias de la cavidad han atraído por igual a expertos espeleólogos y a amantes de los deportes de aventura de todo el mundo. Desde el exterior hay una magnífica vista de la cueva, la cascada y la charca que forman un paraje natural extraordinario.

El Hotel Cueva del Gato es un pequeño hotel rural con un encanto especial pues como su nombre dice se encuentra frente a la Cueva del Gato en plena naturaleza y junto al río. Desde aquí se puede ir andado por una vereda junto al río hasta el pueblo de Benaoján.

Conocíamos la existencia de esta cueva por amigos e internet y decidimos ir, fue todo un acierto ya que todo el entorno es muy bonito. El acceso a la entrada de la cueva es mediante unas pasarelas de madera y un puente y pasa por debajo de las vías del tren. Puedes hacer un picnic o comer en alguna de las ventas que hay próximas como hicimos nosotros.

La cavidad alberga una de las mayores colonias sedentarias de murciélagos cavernícolas. Sus pinturas rupestres narran la historia de los habitantes de esta bella zona de la provincia de Málaga, de la que hicieron lugar de refugio los bandoleros de aquella Andalucía Romántica que tanta atención mereció por parte de científicos y viajeros.

Como curiosidad, en 1920 se construyó una presa hidroeléctrica (llamada presa de los Caballeros) en la misma entrada de la Cueva del Hundidero para intentar aprovechar este cauce, pero nunca llegó a tener agua de forma permanente ya que en pocos días desaparecía por los sumideros que se abrían en el fondo. Se construyeron entre otras actuaciones, caminos, pasadizos, puentes colgantes y se instaló iluminación, algunas de las cuales se pueden observar todavía, para taponar con hormigón las galerías que recibían las aguas. No tuvo éxito porque el agua, como era de esperar, buscó otros caminos y tanto la obra interior como la presa fueron definitivamente abandonadas en 1950. También se destruyeron con esta obra un gran número de formaciones calcáreas.

Un manantial precioso y un buen lugar para disfrutar de la naturaleza en pareja, con amigos o familia, aunque la cueva esté cerrada. Nuestro galgos como siempre fueron los que mejor se lo pasaron. En verano se puede disfrutar de una pequeña playa en la montaña para pasarlo genial. Eso sí…¡el agua está helada!???‍♀️?.

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