A orillas del mar Mediterráneo y escoltada por una serie de colinas donde destaca el monte Benacantil, sobre el que se asienta el Castillo de Santa Bárbara, se encuentra la ciudad de Alicante. Es uno de los destinos más populares de España gracias a su agradable clima, sus playas, su patrimonio y su oferta de ocio.

Esta bella ciudad portuaria destaca también por sus tradiciones populares, como la fiesta de Moros y Cristianos y la Noche de San Juan. Por su parte, el arroz cocinado de múltiples formas, es protagonista de una sabrosa gastronomía.

Enclavada en plena Costa Blanca, la estratégica situación geográfica de Alicante en pleno litoral levantino propició, desde hace siglos, el asentamiento de las principales civilizaciones del Mediterráneo. Fenicios, griegos, romanos, y más tarde árabes, llegaron a estas costas en busca de nuevas rutas comerciales y contribuyeron con su cultura a modelar el carácter de la ciudad.

Playas

Alicante cuenta con una gran cantidad de playas que suponen uno de sus principales atractivos turísticos: San Juan, calas del Cabo de la Huerta, La Almadraba, La Albufereta, Postiguet, Saladares-Urbanova, la Isla de Tabarca (imagen de arriba), y desde junio del 2016 se puede disfrutar de Agua Amarga, la playa adaptada para perros.

Nosotros estábamos alojados en Benidorm y un día entero se lo dedicamos a realizar una excursión a Alicante. A continuación nuestra jornada visitando algunos de los lugares más famosos de esta maravillosa ciudad.

​Subida al Castillo de Santa Bárbara

Nuestra primera parada en Alicante fue el Castillo de Santa Bárbara. Para subir hay varias opciones: a pie (puede hacerse pesado porque las cuestas son pronunciadas), en taxi o coche como nosotros (hay aparcamientos gratuitos un poco antes de la entrada al castillo), en un ascensor excavado en la roca por un módico precio (ubicado frente a la playa del Postiguet) o en microbús.

Entrada al castillo

La entrada al castillo es totalmente gratuita. Está permitido el acceso con perros, no obstante siempre han de ir con correa, y no podrán acceder a salas interiores.

Castillo de Santa Bárbara

Coronando el monte Benacantil a 166 metros de altitud, se encuentra el Castillo de Santa Bárbara, una de las fortalezas medievales más grandes de España. Se encuentra frente al mar, lo que le confería un enorme valor estratégico ya que desde la misma se divisa a la perfección toda la bahía de Alicante y sus alrededores.

Es el monumento más emblemático de la ciudad y todo un icono de Alicante. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1961. La imagen de la montaña desde la playa asemeja una cara, por lo que recibe el nombre de «la cara del moro«.

De origen árabe, el castillo posee huellas de todos los pueblos que pasaron por la ciudad, aunque gran parte de la construcción actual pertenece al siglo XVI. Desde lo alto de sus muros se domina toda la ciudad, a la vez que se obtienen impresionantes panorámicas de la franja costera y del interior en varios kilómetros a la redonda.

El castillo se divide en 3 recintos bien diferenciados a diferentes alturas y de 3 épocas distintas: El primero de ellos es el más alto y se le conoce por «La Torreta». Aquí veremos la Torre del Homenaje y los restos más antiguos de la fortaleza.

En el recinto intermedio se ubican las dependencias más importantes que se levantaron en el siglo XVI como son: el Salón Felipe II, el Cuerpo de Guardia, el Patio de Armas y el Baluarte de la Reina, entre otros.

El recinto inferior data del siglo XVIII y en él se ubica el denominado Revellín del Bon Repós. En la actualidad, algunas zonas del castillo están siendo restauradas.

Dentro del castillo hay varias salas con exposiciones interiores de diferentes temas.

El Castillo de Santa Bárbara es un lugar mágico e imprescindible si visitas Alicante. Podrás disfrutar de una programación cultural muy amplia, actividades todos los fines de semana, visitas nocturnas, guiadas y teatralizadas, conciertos y experiencias gastronómicas, entre otras.

 

Dentro del castillo se encuentran los quioscos ubicados en el Baluarte de la Reina y junto al Cuerpo de Ingenieros, y la cafetería situada en la parte superior de la Ermita de Santa Bárbara. También hay varios merenderos por si os queréis llevar vuestra propia comida.

Puerto

A continuación bajamos al puerto de Alicante. Se encuentra en una bahía protegida de los vientos, con la bella estampa del castillo de fondo.

Es uno de los puertos más antiguos de la región. Merece la pena dar un paseo relajado por sus alrededores.

Explanada de España

La Explanada de España es sin duda la vía peatonal más popular de la ciudad y una de las señas de identidad de Alicante. Es una avenida de más de 500 metros que discurre paralela al puerto, desde la puerta del Mar hasta el parque de Canalejas. En el flanco norte del paseo se sitúan edificios emblemáticos como el hotel Gran Sol, la Casa Carbonell y el Auditorio al aire libre conocido como la Concha.

Flanqueado a cada lado por filas de palmeras, el suelo de la Explanada de España está decorado con más de seis millones y medio de teselas de mármol tricolor que forman un mosaico ondulado de colores rojo, azul y blanco con un característico diseño que imita las olas del mar Mediterráneo. Acoge a lo largo de todo el año los tradicionales puestos de artesanías donde se pueden adquirir recuerdos como abalorios, camisetas y todo tipo de artículos.

Monumento a Canalejas

Ubicado entre el parque de Canalejas y la Explanada de España, el monumento a Canalejas es todo un homenaje de  Alicante al político Canalejas declarado hijo adoptivo de la ciudad.

Parque de Canalejas

El parque de Canalejas es el más antiguo de Alicante. En su interior destacan varios ejemplares de ficus monumentales y algunas esculturas como la fuente del Niño Flautista, así como dos parejas de perros y leones en mármol banco. Se encuentran también en los jardines el monumento al escritor Carlos Arniches y un pequeño mapa de España en piedra. 

Calle de San Francisco (calle de las Setas)

La calle San Francisco, conocida como la calle de las Setas, es una vía peatonal del centro de Alicante. Durante los últimos años del siglo siglo XX, la calle presentaba un aspecto lúgubre, con un pésimo estado de conservación y sufría un alto nivel de inseguridad ciudadana. A finales de 2013, se decidió tematizar la calle con figuras de setas de grandes dimensiones que parecen sacada de un cuento infantil. El suelo se pintó de verde y amarillo y se dibujaron rayuelas.

A pesar de la polémica inicial, la calle atrajo la atención de los turistas y se volvió muy famosa en redes sociales, y eso incrementó la apertura de nuevos negocios. Desde entonces, la calle se conoce popularmente como la calle de las Setas.

Concatedral de San Nicolás

La Concatedral de San Nicolás es el templo religioso más importante de la ciudad y fue edificada sobre los restos de una antigua mezquita. El edificio actual fue construido entre 1616 y 1662 en estilo renacentista herreriano, aunque su claustro, más antiguo, es del siglo XV y fue realizado en estilo gótico valenciano. Llama la atención su bonita cúpula azul.

Barrio de Santa Cruz

El popular barrio de Santa Cruz, situado a los pies del Castillo de Santa Bárbara en la ladera del monte Benacantil, es uno de los lugares con más encanto de Alicante. Destaca por sus callejuelas estrechas con empinadas escaleras, repletas de casas bajas de fachadas pintadas de blanco decoradas con bonitas macetas de plantas y flores que le otorgan una belleza especial.

 

El barrio de Santa Cruz es un territorio de calles animadas y pintorescas que ocupan el corazón del casco antiguo de Alicante y ofrece varios miradores desde los que se puede disfrutar de excelentes panorámicas de la ciudad con el castillo y el mar de fondo. 

Ermita de Santa Cruz

Levantada sobre la torre de la Ampolla en el último tercio del siglo XVIII, la ermita de Santa Cruz se encuentra en la zona alta del barrio del mismo nombre. Aquí dimos por concluida nuestra visita a la ciudad.

Otros lugares que ver en Alicante capital son: la plaza de los Luceros, el Ayuntamiento, el mercado Central, la Basílica de Santa María, algunos museos…

Alicante es un lugar que nos gustó mucho en nuestra ruta por la Costa Blanca. Aunque es verdad que muchos de los pueblos y ciudades de la provincia tienen mucho encanto, la capital merece la pena ser visitada al menos por un día o dos.

Isla de Tabarca: Un paraíso en la Costa Blanca

Santa Pola: Rincones con mucha magia

Villajoyosa: Un pueblo muy colorido

Benidorm: La Manhattan del Mediterráneo

Altea: La cúpula del Mediterráneo

Guadalest: El pueblo más bonito del interior de Alicante