Ya hemos tenido la oportunidad de visitar en varias ocasiones el Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla, una zona con unos parajes naturales y unos pueblos con mucho encanto. Constantina es uno de ellos, además, es muy especial para mí pues es el lugar que vio nacer a la familia de mi padre, y que aunque no lo hemos podido visitar todo lo que nos gustaría, tiene un hueco especial en nuestro corazón. Mi padre siempre cuenta historias de Constantina, de su infancia, de su familia y de lo bonito que es divisar el pueblo en un valle dominado por el color blanco tan característico de los pueblos andaluces.

Visitar Constantina es dar un paseo por la historia, descubrir y conocer entre sus calles, vestigios y huellas de las distintas civilizaciones que forman parte de la memoria y el legado histórico de la localidad. Todo el conjunto presenta interés para quienes se sientan atraídos por la arquitectura popular, por ello la mayor parte del núcleo tradicional y su entorno fue declarado, en junio de 2004, Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Conjunto de Interés Histórico-Artístico.

Constantina es un municipio localizado en Sierra Morena, que pertenece al partido judicial de Cazalla de la Sierra. Situado en el Valle de Ossa, junto al Cerro del Castillo, a una altitud de 556 metros de altitud y a 87 kilómetros de la capital de provincia, Sevilla, cuenta con alrededor de 6.000 habitantes.

Es un bonito lugar, recomendable para visitar y disfrutar, un sitio para pasear por sus calles, perderse por sus rincones y echar a volar tu imaginación cuando subes al castillo o te adentras en el primitivo barrio de la Morería.

Constantina es el municipio más poblado de la comarca y destaca por sus encantos naturales. Se encuentra a 17 km de San Nicolás del Puerto, a 18 km de El Pedroso, a 20 de Cazalla de la Sierra, a 22 km de Las Navas de la Concepción y a 30 km de Lora del Río.

Los vestigios arqueológicos más remotos hallados en cuevas cercanas al límite de la actual población de Constantina son muestras de ocupación de época calcolítica. En el año 1200 a.C., los celtas fundaron el primer poblado con el nombre de Sucum-Murgi. Los cartagineses la llamaron Lacuni Murgi y explotaron sus minas de plata y de hierro. Fue poblado por los romanos al estar en la calzada Emérita, que unía Écija con Mérida, llamándose Constantia Julia, en honor a Julio César. Pero fueron los árabes quienes dejaron más huellas en esta villa, rodeada por un bonito paisaje serrano y presidida por un cerro donde construyeron el castillo. La conquista cristiana fue llevada a cabo por Fernando III el Santo. Sufrió una fuerte emigración a América y fue históricamente zona de enfrentamientos en la guerra de la Independencia y la guerra Civil de 1936.

Hoy es una población de referencia en su comarca, contando con un hospital comarcal y un centro militar de comunicaciones. Su actividad actual es fundamentalmente ganadera, con toros bravos, cerdos, caballos, etc. Destacan las industrias agro alimentarias, principalmente de aceite, aceitunas, vinos, leche, carne, chacinas, mermeladas y destilerías de licores. Es un buen lugar para recolectar setas. Es un destino turístico de calidad en plena sierra, por su patrimonio y gastronomía. Se conoce también por sus excelentes festejos, especialmente en Semana Santa.

Un bello lugar para visitar en verano, por sus noches frescas y con olor a jazmín, en otoño para disfrutar de sus parajes con las hojas caídas y recoger setas, en invierno por sus bonitos paisajes nevados y en primavera por el olor a jazmín y a azahar.

En el término de Constantina nos encontramos con varios senderos como son: los Castañares, el Cerro Hierro (imagen de arriba), el Camino de la Jurdana o el Molino del Corcho. Una amplia red de vías pecuarias discurre por el término donde es habitual la práctica de actividades como: bicicleta de montaña, paseos a caballo y el mencionado senderismo.

Otros pueblos y lugares cercanos que merecen la pena visitar son: Cazalla de la Sierra, San Nicolás del Puerto, Alanís o las Cascadas del Huéznar.

Ermita de Nuestra Señora del Robledo

Antes de parar en el pueblo de Constantina, decidimos ir a visitar la Ermita de Nuestra Señora del Robledo, situada a 2 kilómetros del casco urbano por la carretera en dirección a Las Navas de la Concepción (A-3001), tomando el cruce hacia la Base Militar.

Se trata una construcción realizada en varias etapas. Su parte más primitiva responde al modelo mudéjar, con tres naves principales separadas por arcos apuntados encuadrados en alfiz y presbítero cubierto por una cúpula de media naranja decorada con pinturas murales.

En el porche, en una placa, se puede ver la concesión dada por el Rey Carlos IV en el año de 1792 otorgando el privilegio para organizar feria en aquel lugar los días 16, 17 y 18 de agosto de cada año. El hundimiento de una parte considerable de su techumbre obligó a acometer unas importantes obras de reformas en sus cubiertas, tras las cuáles presenta actualmente un buen aspecto.

En el interior, recibe culto la Santísima Virgen del Robledo, Patrona de Constantina y Reina de la Sierra Norte de Sevilla. La imagen de la Virgen que da nombre a la ermita se encuentra en un camarín bajo templete de plata con un tronco de roble en la base, por haberse aparecido en un robledal de la zona y sobre el que la leyenda cuenta que se apareció al pastor Melchor.

La Patrona permanece todo el año en su ermita hasta el primer fin de semana de agosto, que tras su correspondiente novena, la imagen es trasladada al pueblo, donde permanece para rendirle cultos hasta el último fin de semana de septiembre que vuelve hasta su ermita en romería.

El templo se encuentra en un hermoso paraje natural rodeado de vegetación.

Destacar también que hay varias fuentes alrededor de la ermita.

Como el resto de la comarca, Constantina goza de un clima agradable cuyos datos más interesantes son las temperaturas frescas de invierno y suaves en verano, especialmente es confortable la temperatura de las noches, que permiten descansar plácidamente o alargar la jornada en el paseo o en las terrazas. La temperatura media anual varía entre los 14.4º y los 16,3º. La media de precipitaciones alcanza los 730 mm. Con diferencias entre años más secos y los lluviosos. Es normal que cada año se produzcan nevadas que pueden cubrir de forma breve toda la sierra.

Mirador

Después de visitar la Ermita de Nuestra Señora del Robledo, nos dirigimos al pueblo, concretamente a la calle Cerro de Luna, desde donde se obtienen unas vistas panorámicas espectaculares de Constantina.

En la imagen de arriba, podemos ver en lo alto del cerro, el castillo y el monumento del Sagrado Corazón de Jesús; mientras que abajo en el pueblo destaca las fachadas blancas de las casas y la Iglesia Parroquial de Santa María de la Encarnación.

Casi la totalidad del término de Constantina se integra en el Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla, cuyo Centro de Recepción e Interpretación El Robledo, se halla en el propio pueblo. Desde allí puedes organizarte para realizar distintos itinerarios sobre los que obtendrá información en este centro. Entre otros atractivos, al visitante se le ofrece la posibilidad de contemplar parajes naturales de gran belleza, tanto en las dehesas, como en los variados senderos y en determinadas zonas altas desde las que se observan amplísimas perspectivas del Valle del Guadalquivir.

Iglesia Parroquial de Santa María de la Encarnación

La Iglesia Parroquial de Santa María de la Encarnación se encuentra situada en el centro histórico de Constantina, en la plaza de Llano del Sol. Su imponente y bella torre-fachada de seis cuerpos y 50 metros de altura preside la localidad y es uno de sus monumentos más emblemático.

El templo mudéjar perteneciente al siglo XIV sobre el que intervino en el siglo XVI el maestro de la Catedral de Sevilla, Hernán Ruiz II «El Joven», que se encargó por los mismos años (1560) de la reforma de la Giralda y edificó otros importantes edificios en la capital hispalense y en Córdoba. La iglesia está hecha de ladrillos y tiene motivos decorativos realizados en piedra. En la torre campanario destaca su bonito reloj de sol.

Subida al Castillo – Barrio de la Morería

Frente a la torre campanario de la Iglesia Parroquial de Santa María de la Encarnación, se encuentra una calle llamada Párroco González Serna, por donde subimos al castillo pasando por el barrio de la Morería. En la imagen de arriba se puede apreciar en lo alto el monumento del Sagrado Corazón de Jesús.

Aunque se puede subir en coche al castillo, es aconsejable que los visitantes recorran a pie las calles de la ladera del castillo, conocidas por el nombre popular de «Las Cuestas«, en cuya zona meridional está el barrio de la Morería que aún mantiene, en buena medida las formas de construcción y el trazado musulmán, siendo la zona más primitiva de la población.

A medida que vamos subiendo, las vistas del pueblo son cada vez mejores, destacando una vez más la Iglesia Parroquial de Santa María de la Encarnación.

Éste lugar mantiene un marcado carácter medieval. Fue en su tiempo la mayor Morería del Reino de Sevilla. Destaca el trazado propio de las ciudades hispanomusulmanas. Un lugar que invita a perderse por el laberinto de sus calles. En la zona norte de esta ladera se hallan los núcleos de las antiguas parroquias de Santa Constanza y Santiago, con una tradición constructiva muy semejante a la Morería.

Monumento del Sagrado Corazón de Jesús

Después de subir las cuestas y justo al lado zona del castillo, se encuentra el monumento del Sagrado Corazón de Jesús.

Se trata de una obra diocesana, construida en el año 1954, siendo párroco de la localidad e impulsor de la obra, el Padre Félix. Se sitúa en un lugar estratégico, ya que por su altura (unido a la plataforma de 16 metros de altura, más 5 metros de la imagen), domina completamente toda la villa y muestra a Cristo bendiciendo a la población.

La escultura formó parte del programa que en su día diseñara el que fuera cardenal de Sevilla Pedro Segura y Sáez, cuyo afán por promover la devoción y honrar al Sagrado Corazón de Jesús le había llevado en las diócesis por las que había pasado a levantar monumentos en honor de éste, tal y como sucediese en el construido en la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache o el del Cerro de la Virgen de la Montaña, en Cáceres.

Bajo el monumento existe para su devoción una pequeña capilla (imagen de arriba) en la que en su día se celebraron misas para venerarlo y ahora es parte de la cultura religiosa de la región.

Castillo de Constantina

El Castillo de Constantina cuyos orígenes se confunden con los de la propia ciudad, data de época árabe, dado que defendía el eje norte-sur con destino en Sevilla y reforzaba la línea defensiva de la llamada cora de Firrish, si bien parece probado que se asienta sobre los restos de un castrum romano anterior y posiblemente otras estructuras militares que se construyeron aprovechando el dominio del cerro donde se ubica sobre el Valle de la Osa.

Esta fortaleza está constituida por un recinto poligonal de unos 90 metros de diámetro. El conjunto se articula en torno a un gran patio de armas y un aljibe semienterrado de grandes dimensiones; protegiéndolos se eleva un muro con 8 torres. La entrada era acodada y estaba protegida por la Torre del Homenaje, de 12 metros de altura, de mayor tamaño que las demás y que controlaba la población al pie del cerro.

El Castillo de Constantina fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985 y a partir de dicha declaración se llevaron a cabo algunas tareas de recuperación y reforma, las cuales no pudieron evitar continuos deterioros de la estructura debido al estado de abandono en el que se encontraba. Las últimas obras que se llevaron a cabo tuvieron lugar en verano de 2009, pese a las cuales durante el invierno de 2009-2010 aparecieron grietas en la Torre del Homenaje, hasta que finalmente el 9 de marzo de 2010, debilitada por las continuas lluvias, dicha torre se desplomó.

El día 10 de ese mismo mes, con la torre ya caída, la Comisión de Patrimonio de la Junta de Andalucía, aprobó finalmente el envió de un arquitecto y de ayudas para la conservación del monumento. Los trabajos de reconstrucción comenzaron en febrero de 2013 y finalizaron en marzo del año 2014. La inauguración oficial fue el 25 de junio de 2014.

Mirador

El Castillo de Constantina se ubica en lo alto de un cerro desde donde se pueden apreciar unas panorámicas impresionantes tanto del pueblo como de los alrededores.

Las maravillosas vistas de la localidad desde el entorno del castillo, convierten a este monumento en un lugar de visita obligado.

Casa el Gurugú

Desde el entorno del castillo, pudimos apreciar a lo lejos un edificio que nos llamó la atención, la Casa el Gurugú. Antigua residencia de sacerdotes redentoristas, que habitaban en periodos de tiempo determinados, actualmente es la residencia de los Misioneros Identes. La casa data de 1901y posee un innegable valor arquitectónico. Dispone de acceso peatonal por la calle Virgen del Robledo y presenta un gran desnivel con respecto al pueblo, lo que le proporciona una situación privilegiada.

A continuación, bajamos andando desde el castillo por la carretera de acceso para coches en dirección a La Carlina. Antes de llegar, pudimos disfrutar viendo algunas ovejas y cerdos en el maravilloso entorno, con sus colinas de olivos, encinas, madroños y castaños.

Hospedería-Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles «La Carlina»

El Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles, hospedería, «La Carlina», conocido como el Castillo Blanco, se encuentra en las afueras del pueblo, en la calle Pablo Iglesias. Era un antiguo cortijo transformado en casa palacio en 1950, abandonada posteriormente, y reformada hace pocos años como Convento de las Jerónimas. A continuación os contamos su historia.

La Carlina tiene una historia novelesca. Lo que fuera un humilde cortijo o casa de campo, con una viña alrededor, a las afueras de Constantina, cambió radicalmente a principios de los años 50, cuando fue comprada por Léon Degrelle (1906-1994), político y militar belga, exiliado en España después de la II Guerra Mundial. En este paraje construyó a partir de 1952 una casa palacio, para su uso personal, además de otras edificaciones.

El edificio destacó desde el primer momento en el paisaje urbano y natural, siendo conocido como “El Castillo Blanco” y convirtiéndose en uno de los símbolos de Constantina. Degrelle dotó a la vivienda de importantes obras de arte (se dice que hubo un Zurbarán) y creó en su entorno maravillosos jardines donde hubo hasta 14 fuentes, decoradas con azulejos arabescos y cerámicas sevillanas. El área del jardín estaba limitada por dos entradas, con grandes pórticos en estilo neoclásico y mudéjar, un maravilloso mosaico de inspiración romana, con el mapa de Bélgica, la patria de Degrelle.

Pero todo este hermoso conjunto tuvo una efímera existencia; en los años 60 los negocios del señor Degrelle cambiaron de signo y la propiedad fue embargada, pasando por distintas manos, siendo abandonada al expolio y pillaje. Del antiguo esplendor no quedaron salvo los muros, la maleza aún dejaba entrever rasgos de belleza aquí y allá. El último propietario ha sido Caja San Fernando de Sevilla, que más tarde cedió al Ayuntamiento de Constantina la zona de la piscina, y la zona principal (vivienda y jardines) a las monjas Jerónimas. Las obras para recuperar y transformar el antiguo palacete en hospedería monástica duraron desde el año 2004 al 2008.

La torre blanca y el jardín con abundantes palmeras y fuentes que le dan un aire árabe, han servido de base al nuevo monasterio. Dos campanas, llamadas “Esperanza” y “de la Paz”, invitan a la oración y la alabanza desde la torre blanca. El jardín ha quedado a modo de claustro central del monasterio. La hospedería se ha construido aprovechando el desnivel del terreno, de modo que queda unida al edificio pero independiente de éste. El 11 de septiembre de 2008, la Comunidad de Nuestra Señora de los Ángeles abandonaba su antiguo monasterio de la plaza de la Carretería para ocupar el nuevo en la finca de La Carlina. El templo es un espacio ideal por su sencilla belleza, luminosidad y amplitud.

En la zona dedicada a la hospedería (imagen de arriba), se ofrecen doce habitaciones individuales, dos dobles, una adaptada para minusválidos y un apartamento, todas ellas con cuarto de baño completo en las que se puede permanecer hasta un máximo de diez días.

El trabajo manual, necesario para el sostenimiento de la comunidad, incluye la clásica repostería a base de tocinos de cielo, bizcotelas, una amplia variedad de mermeladas (de naranja dulce y amarga, fresa, nectarina), miel con nueces, castañas y ciruelas en almíbar, crema de castañas, diversos tipos de turrón y muchos más productos a los que se añaden otros como una amplia variedad de licores y vinagres, aceite de oliva virgen al romero, agua de colonia, alcohol de romero, champú de romero y tomillo, cremas hidratantes, jabones e infusiones. También realizan objetos litúrgicos como casullas, estolas, iconos y rosarios. Hay que visitarlo y comprar algo de todo lo que hacen allí las monjas con tanto amor.

Paseo de la Alameda

Después de visitar La Carlina, bajamos unos 5 minutos hasta el Paseo de la Alameda, nombre que recibe el lugar, por los antiguos y frondosos álamos que presenta a lo largo de todo su recorrido y que lo dotan de sombra, frescor y singularidad.

El Paseo de la Alameda es junto con la calle Mesones, los dos principales paseos peatonales del pueblo, que se llenan de vida gracias a las terrazas de sus bares. Un lugar excelente para dar un paseo con encanto situado en el casco histórico.

Nosotros paramos a comer y tomar algo en el restaurante Asador Los Navarros, situado en pleno Paseo de la Alameda. Sin duda merece la pena almorzar en este lugar por la calidad de la comida y la simpatía del personal.

La gastronomía de Constantina se basa en el cerdo, chacinas y embutidos, morcillas, carnes de caza, ancas de rana, todos aderezados con el aceite de oliva local. Productos de campo como los espárragos, las collejas, tagarninas esparragás e hinojos. En otoño son típicas las castañas, setas asadas, fritas o en salsa, así como los «faisanes». Destacar sus tabernas, asadores, chacinas el Capellán y su pan de leña. La repostería es exquisita, destacando las preparaciones del Convento de las Monjas Jerónimas y los diferentes obradores, como el Valle de la Osa. En el  turismo enológico, al ser tierra de vinos, mostos, tintos y blancos y licores anisados, además de cremas de anís de whisky, de guindas y ginebra.

Fuente de la Alameda

Al final del Paseo de la Alameda en dirección calle Mesones, se encuentra la bonita fuente de la Alameda.

Destacar también de Constantina las viviendas de carácter señorial normalmente configuradas en torno a un patio central y con fachadas de estilos neoclásico y regionalista constituidas en las calles más amplias, adaptadas a la zona llana, que muestran el poder económico de terratenientes, comerciantes e industriales de la época. Centradas en torno a los espacios más representativos del casco histórico, destacan las casas en torno a las calles Padre Félix, Blas Infante, Llano del Sol y Plaza de España, así como en el trayecto de las calles Mesones, Carnicería, Santo Cristo, Eduardo Dato, El Peso y Plazas de Santa Ana y Carretería.

Plaza de la Carretería

A continuación llegamos a la plaza de la Carretería, donde destaca su fuente central y las casas señoriales que nombramos anteriormente.

Portada del Antiguo Convento de Santa Clara

Justo antes de llegar a la calle Mesones, nos encontramos con la Portada del Antiguo Convento de Santa Clara. Este monasterio, desaparecido tras la desamortización de Mendizábal, se mantuvo en pie hasta hace unas décadas. Tras su demolición, sólo subsiste el que fue compás del convento y la portada de la iglesia. Es una fachada barroca del siglo XVIII, con dos pilastras laterales y gran arco central que va coronada por un entablamiento y frontón curvo partido, con azulejo dedicado a la Inmaculada y otros detalles decorativos de cerámica sevillana. Se encuentra ubicado en la actual plaza de Nuestra Señora de la Amargura.

Calle Mesones

La calle Mesones es la calle principal y peatonal de Constantina junto con la Alameda. Cuenta con varias tiendas y bares y en ella destaca la Capilla del Hospital San Juan de Dios y la fuente de los Patos.

Capilla del Hospital San Juan de Dios

Situada a mitad de la calle principal Mesones, se encuentra la Capilla del Hospital San Juan de Dios. Actualmente es un asilo de ancianos regentado por las Hermanas Mercedarias. La fachada es del siglo XVIII, una sencilla portada con dos pilastras, con entablamento y frontón partido, que recoge una hornacina con la imagen del titular. En su interior se conserva la Capilla del antiguo Hospital de Caridad. Esta iglesia, de propiedad municipal, fue cedida a la Hermandad de la Amargura en 2011, siendo desde entonces su sede canónica.

Fuente de los Patos

La fuente de los Patos se encuentra situada a la entrada de la calle Mesones. Goza de una excelente ubicación ya que su emplazamiento se da en pleno centro. A diferencias de las arquitecturas que comparte con el municipio, la fuente es una construcción joven y moderna, siendo construida a principios del siglo XX. Se utilizó como elemento central en la decoración la figura del pato.

Fuente Torrico

Desde la calle Mesones subimos a la paralela calle Álamos para comprar aceite en la tienda El Capellán. De camino pasamos por la bonita fuente Torrico.

Plaza de España-Antigua Iglesia de la Concepción
 

Para terminar la visita, llegamos a la plaza de España, formada por viviendas la mayoría de estilo señorial entre las que destaca la Casa Palacio de los Condes de Fuente. En la plaza también se encuentra la Iglesia de la Concepción.

La Iglesia de la Concepción es una antigua iglesia de estilo barroco del siglo XVIII, de la que se conserva la portada y una espadaña que corona la fachada del templo. Fue restaurada y desacralizada a finales del año 2012.

Otros lugares que merecen la pena visitar en Constantina son: Ruinas de la Ermita de Nuestra Señora de la Hiedra, el Claustro del antiguo Convento del Tardón, los Pozos de la Nieve, la Ermita de Nuestro Padre Jesús…

Paseando por las calles de Constantina descubrimos la verdadera esencia de este bello pueblo serrano. Descubres el barrio de la Morería, con su típica estructura musulmana, las plazuelas llenas de flores o los bonitos monumentos con los que cuenta la villa. Nos los pasamos genial y esperamos volver pronto para disfrutar de nuevo del lugar y sus alrededores.

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