El Alcázar de Jerez es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Forma parte de una fortaleza defensiva de origen almohade al que posteriormente se añadieron edificaciones barrocas palaciegas. Está compuesto por murallas, torres y puertas construida durante los siglos XII y XIII, aunque fue ampliado y reformado en épocas posteriores, hasta el siglo XVIII.
Declarado Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural, el Alcázar ejercía en el Jerez musulmán como fortaleza-palacio, sede del poder que regía la ciudad. Es el edificio almohade más antiguo de la península ibérica y uno de los mejores conservados.
El perímetro de este recinto amurallado es de tres kilómetros y en el extremo sur, en la zona más elevada del casco histórico y desde el que se tiene un completo dominio de la ciudad y de su entorno, se levanta el Alcázar. Una fortaleza que nos gustó mucho ya que se encuentra bien conservada, cuenta con unas vistas impresionantes, unos jardines hermosos y mucha historia.
Se accede por la Alameda Vieja, que cuenta con unos jardines muy bonitos. Actualmente se usa el Alcázar para celebrar eventos y está abierto a visitas turísticas todo el año.
Entrada
El horario y precio del Alcázar de Jerez varían según la época del año y el tipo de visita, por lo que recomendamos que visitéis las páginas oficiales para consultarlo. La entrada general al Conjunto Monumental no incluye la visita a la Cámara Oscura, que se tendrá que pagar aparte si se desea entrar a ambos lugares.
Palacio de Villavicencio
Nada más entrar lo primero que vimos fue el Palacio de Villavicencio. Este palacio señorial lo crea D. Lorenzo Fernández de Villavicencio, uno de los primeros alcaides de la ciudad, y se levanta en uno de sus costados a partir del año 1664 sobre restos de anteriores construcciones árabes. Es un notable palacio barroco que sirvió de residencia a éste y otros alcaides y representantes públicos de la ciudad.
En cuanto a la distribución del palacio, en la planta baja se encontraban las zonas de trabajo y algunos salones. A la izquierda de la escalera está la puerta de entrada a un salón conocido como “Salón de los Arcos”, aunque no tiene ninguno. La razón es que en este lugar existían dos salones con bellos arcos, cuyas bóvedas se derrumbaron en 1984. Aprovechando esta circunstancia se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas que descubrieron la alberca de los jardines del antiguo palacio almohade.
Aquí también se encuentra una maqueta de la antigua ciudad rodeada de murallas.
En la primera planta, que se corresponde con la zona noble del palacio, nos encontramos con salones de gran amplitud e iluminación. En su interior tienen exposición de carteles antiguos, cuadros, lámparas de araña…
En la 2ª planta, se conserva lo que se salvó de la antigua botica de la Farmacia Municipal del siglo XIX, con el mueble original de madera y con objetos de época. Los visitantes pueden contemplar raros artilugios como morteros de mármol, bronce y cristal, balanzas de todos los tamaños, probetas, granatorios, microscopios, estufas de cultivo, autoclaves y moldes para píldoras y supositorios.
En esta planta hay algunos balcones desde donde pudimos disfrutar de maravillosas vistas tanto de varias zonas del Alcázar (en la imagen de arriba vemos el Patio de Armas), como de la impresionante Catedral de Jerez.
En la torre del palacio se encuentra ubicada la Cámara Oscura, que ofrece al visitante una panorámica de la ciudad en tiempo real. Desgraciadamente se encontraba cerrada cuando fuimos. En la actualidad los salones del palacio se utilizan para actividades, como exposiciones, conferencias, presentaciones de libros y otros eventos, siempre relacionados con el mundo de la cultura.
Patio de Armas
En origen el Patio de Armas y el Patio de San Fernando fueron solo uno, que se vio dividido con la construcción del Palacio de Villavicencio. Es el lugar donde en tiempos de la dominación almohade el gobernador formaba a sus tropas. En torno a este espacio se disponen los principales edificios del Alcázar y en la actualidad acoge todo tipo de actividades de carácter social y cultural.
Desde el Patio de Armas accedimos a la Mezquita, por un bonito pórtico de columnas.
Mezquita
Levantada por los almohades, esta mezquita es la única que se conserva en la ciudad de las 18 que existían durante la época islámica. Su construcción data del siglo XII, es de pequeñas dimensiones y presenta los elementos característicos de estos edificios religiosos.
Su interior, hoy restaurado, conserva además de sus clásicos arcos de herradura, las partes sustanciales para el rito musulmán, tales como son el alminar, el patio de abluciones con una pila en el centro, la sala de oración y el mihrab, así como un altar que nos recuerda que aquí se creó la primera capilla cristiana de Santa María del Alcázar.
Molino de Aceite
Justo al lado de la puerta entrada a la Mezquita, se encuentra unas dependencias donde se pueden observar dos molinos de aceite. Dentro del plan de reformas que acometió D. Lorenzo Fernández de Villavicencio en el siglo XVIII, se levantó esta antigua almazara. El cultivo del olivo tuvo una gran importancia en Jerez y su campiña, hasta la mitad de XIX. El primero que vemos es un molino circular de tracción animal y el segundo es una gigantesca estructura de un molino de viga.
Patio exterior del Molino de Aceite
Al lado de los molinos se encuentra un patio de naranjos con bonitas macetas y macetones, ideal para realizar fotografías.
Puerta de la Ciudad
Aquí también se encuentra la Puerta de la Ciudad. Era el ingreso original de la fortaleza y único acceso desde la ciudad al Alcázar. Se trata de una hermosa puerta de estilo almohade, a través de un monumental arco de herradura.
Escultura de Caballos
Al lado de una pared de un lateral del Patio de Armas hay una escultura de varios caballos.
Jardines
El interior del Alcázar cuenta con diversas zonas ajardinadas que incluyen olivos, cipreses, flores variadas, estanques con peces… recrean la estética de los jardines palaciegos de al-Ándalus, con un diseño que busca la armonía y la belleza.
Torre Octogonal
Desde los jardines pudimos observar la pintoresca Torre Octogonal, emblema del Alcázar.
La Torre Octogonal es la torre original de la fortaleza islámica, situada en el ángulo sur, en el punto más alto, por lo que constituye una magnífica atalaya para vigilar y controlar el entorno, de ahí su potencial defensivo y las vistas panorámicas que ofrece desde sus almenas.
Pabellón Real
Junto a la Torre Octogonal, apoyado sobre la muralla y a gran altura, se conserva el único edificio de carácter residencial del primitivo Alcázar almohade, el Pabellón Real. Se trata de un pabellón de descanso o salón de protocolo que estaría destinado a recibir invitados ilustres. Una fuente preside el salón central, con dos alcobas laterales para el descanso.
Está compuesto por el pabellón, el huerto y la alberca frente al edificio (imagen de arriba). También podemos ver al fondo de la imagen superior la Torre del Homenaje que D. Rodrigo Ponce de León, marqués de Cádiz, mandó construir en el 1471.
Baños Árabes
Los Baños Árabes es una de las dependencias mejor conservadas de la época almohade en el Alcázar, con las tres salas clásicas de este tipo de instalaciones: la fría, la templada y la caliente. En las cúpulas de sus techos se abren lucernas estrelladas que les brindan la intimidad con que fueron concebidas. Eran de uso privado. Se pueden ver hornos en los que se quemaba leña para calentar el agua, ya que en este lugar los bañistas se sumergían en un pilón de agua a alta temperatura.
Zona Arqueológica
La Zona Arqueológica es la última parte del recinto que está abierta al público, ya que se ha excavado en fechas recientes. Cuenta con pasarelas para poder verla con más detenimiento.
Escaleras y mirador del Torreón
En la Zona Arqueológica se puede observar una noria de tracción animal de época cristiana, de menores dimensiones que la islámica. Por las escaleras que se encuentra al lado, subimos al torreón almohade y disfrutamos del panorama urbano.
Escultura de Alfonso X el sabio
Alfonso X fue el rey que conquistó la ciudad de manera definitiva de manos de los musulmanes el 9 de octubre de 1264. En ese momento donó una cantidad considerable de terrenos a los Dominicos, quienes establecieron allí su convento. En 1741 y como homenaje, ubicaron una estatua del monarca sobre la portería del monasterio. Con el tiempo la escultura conoció varios traslados, pues fue transformada en monumento conmemorativo y colocado en las calles de la ciudad. Sin embargo tras sufrir en varias ocasiones los efectos del vandalismo, el ayuntamiento decidió colocarla en su ubicación actual.
Puerta del Campo
De las dos puertas del alcázar, la Puerta del Campo es la que presentaba mayores problemas defensivos, ya que comunicaba con el exterior de la ciudad (extramuros).
El Alcázar se encuentra en buen estado de conservación y constituye un revelador paseo por la historia de la ciudad de Jerez, tanto en su período islámico como en el cristiano: torres, mezquita, baños árabes, murallas almenadas, puertas, arcos de herradura, palacio, un bello patio de armas, vistas preciosas y jardines en los que pasear oyendo el sonido del agua. A nosotros no encantó.
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