Hemos tenido el privilegio de visitar Setenil de las Bodegas, uno de los pueblos más singulares y bellos de España. Situado en la Sierra de Cádiz, el principal atractivo lo constituye el mismo municipio, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1985, debido a la belleza y originalidad de su entramado urbano. Su centro está incrustado en la roca, formado por las aguas del tajo del río Guadalporcún, en la que los vecinos han aprovechado para construir sus casas. Se trata de un excepcional ejemplo de un tipo de vivienda denominado «abrigo bajo rocas» que, a diferencia de otras construcciones semitroglodíticas desarrolladas en Andalucía, no excava la roca, sino que se limita a cerrar la pared rocosa y desarrolla la vivienda de forma longitudinal.
Uno de los pueblos más curiosos del país y del que podemos sacar las fotografías de postales más sorprendentes. Además, European Best Destinations ha publicado en su lista de los mejores destinos desconocidos de Europa en 2019 y Setenil de las Bodegas ha resultado ser el más votado de todos los aspirantes. Aunque para ser sinceros, cada vez vienen más turistas para disfrutar de esta belleza ya que se ha puesto muy de moda en Instagram, así que sugerimos evitar los fines de semana.
La localidad pertenece a la Ruta de los Pueblos Blancos de Cádiz y, recientemente, también ha sido incluida en la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España.
Setenil viene del latín Septem Nihil que quiere decir “siete veces nada” y hace referencia a lo duro que tuvieron que luchar los cristianos para “reconquistarlo”. No fue hasta la octava tentativa, el 21 septiembre de 1484, que cayó en manos de los Reyes Católicos. En las cuevas de la localidad se han encontrado objetos que demuestra que estuvieron pobladas hace 5000 años.
Tierra adentro, en un Cádiz profundo que nada tiene que ver con los pueblos costeros, sino con la serranía más auténtica, nos quedamos en Setenil de las Bodegas. La lupa del turismo se ha posado sobre este pueblo, uno de los más bonitos y curiosos de la provincia gaditana.
Aconsejamos dejar el coche aparcado a la entrada de Setenil como nosotros y visitar andando todo el municipio, ya que muchas de sus calles son peatonales y muy estrechas para los vehículos. Además, hay bastantes cuestas empinadas por todo el pueblo.
Calle Cuevas del Sol
La calle Cuevas del Sol es junto con la calle Cuevas de la Sombra, la más popular y fotografiada de Setenil. Se encuentra al margen del río y se llama así porque es la que más luz recibe en las fachadas de sus casas cueva, construidas sobre cavidades naturales aprovechadas como viviendas bajo la roca del cañón. Aquí se encuentran varios bares y restaurantes y algún que otro souvenirs.
Es espectacular ver las viviendas de la calle Cuevas del Sol excavadas en la montaña. ¡Que nadie se olvide la cámara de fotos!. Porque en este curioso pueblo no podrás resistirte a plasmar unas instantáneas.
Si hay algún pueblo blanco de Andalucía que merece la pena ver, este es sin duda Setenil de las Bodegas, por su ubicación en el cañón del río y como ya hemos dicho, por lo pintoresco de sus construcciones que aprovechan las paredes del mismo cañon para edificar las casas.
A continuación, cruzamos un pequeño puente sobre el río Trejo para llegar a la otra vía más famosa del pueblo, la calle Cuevas de la Sombra.
Calle Cuevas de la Sombra
Al otro lado del río, se encuentra la calle Cuevas de la Sombra. Aquí, el cielo es sustituido por la roca suspendida entre las dos hileras de fachadas encaladas que la flaquean.
Al no deja entrar la luz del sol, debido a la gran roca que hay encima de la calle, mantiene un microclima interior que las hace cálidas durante el frío invierno y frescas en verano.
En la calle Cuevas de la Sombra encontraréis establecimientos de alimentación con productos típicos de la zona, pastelerías, tiendas de artesanías y un puñado de bares.
La Dehesa
La Dehesa es un establecimiento donde se ofrecen productos gourmet en Setenil. Se encuentra en una de las calles más concurridas: Cuevas de la Sombra. No podemos dejar de mencionar a Juan, el amable camarero que nos invitó a entrar acompañado de nuestros galgos. Gracias a él, pudimos descubrir por casualidad, un lugar con mucho encanto y unas fantásticas panorámicas del lugar.
En la Dehesa, además de beber un buen vino puedes degustar algunos de sus productos. Para ello dispone de una zona de mesas altas y una zona de terraza con unas vistas increíbles en el cañón del río. Así, funciona como una especie de abacería en la que se pueden probar los productos que se venden.
Una localidad que recibe a muchos visitantes atraídos por la peculiaridad de unas casas que parecen sepultadas bajo enormes rocas. Destaca el estado de conservación de todo el pueblo, llamando la atención la limpieza y vegetación plantada en las orillas del río que lo convierten en un jardín natural casi salvaje.
No solo de sus casas incrustadas en la roca puede presumir el municipio, ya que la riqueza ecológica de su entorno natural posee un atractivo singular que cuenta con distintos itinerarios para practicar senderismo y otras actividades.
Río Guadalporcún
El río Guadalporcún, conocido como río Trejo a su paso por Setenil, es un afluente del río Guadalete, que discurre por el noreste de la Sierra de Cádiz. Posee una longitud de 43 km y su curso discurre sobre materiales blandos, básicamente miocenos, en los cuales la erosión ha creado tajos impresionantes como el de Setenil de las Bodegas. En su recorrido pasa por los municipios gaditanos de Alcalá del Valle, Setenil, Torre Alháquime y Olvera, y penetra también en la provincia de Sevilla.
No en vano, es su ubicación lo que hace de Setenil un pueblo tan especial, ya que como hemos comentado, se encuentra enclavado a lo largo de un cañón que ha sido excavado secularmente por las aguas del río Guadalporcún. Todo lo hizo el río. Fue él quien dio forma al lugar, divide al pueblo y lo empapa con agua. Y sus habitantes decidieron aprovechar aquellos abrigos de roca que la erosión dejó, para hacer de ellos el lugar donde instalar sus casas.
Calle Herrería
Después de picotear en la Dehesa, empezamos a subir a la parte alta del pueblo por la famosa calle Herrería. Es una calle estrecha de escaleras empinadas, donde vuelven a destacar las casas cueva. Representa uno de los viales más singulares del paisaje urbano setenileño, entre fachadas de cal.
Bésame en este rincón
Al final de la subida de la Calle Herrería, hay un rótulo entre geranios creado con azulejos donde se puede leer “Bésame en este rincón”.
Calle Calcetas
Otra de las calles más bonitas que ver en el pueblo es la Calle Calcetas, donde volveréis a encontrar unas hermosas casas cuevas. Si Alí Babá hubiera venido a pasar mil y una noches en Setenil, qué de veces hubiera estado tentado de gritar aquello de ¡Ábrete Sésamo!.
Plaza de Andalucía
Ya en la parte alta del pueblo, nos encontramos con la plaza de Andalucía. Es la plaza principal de Setenil y se encuentra llena de bares, restaurantes y edificios de fachadas blancas entre los que destacan el Ayuntamiento y la Oficina de Turismo.
Como anécdota, Setenil de las Bodegas sirvió de escenario para la serie de Curro Jiménez. En 1977, la popular serie de televisión estuvo grabando en el pueblo. En la memoria colectiva de los más mayores aún sigue presente la épica estampa final de Curro Jiménez marchándose a caballo con una majestuosa panorámica de Setenil.
Jardín Manuel Galán
El Jardín Manuel Galán, es un pequeño espacio adornado con plantas y macetas. Sus escalones conducen hasta el mirador El Lizón, Casa de la Damita o el castillo.
Mirador El Lizón
El Mirador El Lizón, situado a los pies de la Torre del Homenaje, ofrece unas fantásticas vistas de Setenil de las Bodegas.
La panorámica desde este mirador permite ver las casas y calles configuradas a diferentes niveles de altura, desde una perspectiva lateral.
En un enclave así, los miradores surgen, prácticamente, de forma natural. Son muchos los puntos desde los que obtener admirables vistas. Desde el Mirador de la Villa, en la plaza de la Iglesia Mayor; El Lizón o el del Carmen, sobre un peñón entre las calles de las Cuevas del Sol y Jabonería.
Torreón del Homenaje
El Castillo de Setenil de las Bodegas, de época árabe del siglo XII, tuvo 530 metros de muralla y cuarenta torreones, de esta edificación solo queda en pie la Torre el Homenaje, aljibe y restos de murallas. Se encuentra situado en la parte más alta del pueblo, junto a la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación.
Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación
La Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, construida sobre la antigua mezquita de la villa, bajo la orden de los Reyes Católicos, data del siglo XV – XVII. Una de las mayores características es que realmente se compone de dos templos unidos, uno de estilo mudéjar y otro gótico.
Ermita de San Benito
Bajando una cuesta de vuelta al coche, vimos por casualidad la Ermita de San Benito. Se desconoce su fecha de construcción, si bien su configuración actual se debe a las reformas realizadas en ella durante finales del siglo XIX y también durante el siglo XX.
Fue un placer visitar Setenil de las Bodegas acompañado por Amor y Zhen (nuestros galgos). Aunque habíamos visto muchas fotos de pueblo por internet, en persona nos sorprendió todavía más su espectacularidad.
Otras cosas que ver en Setenil son: la Casa de la Damita donde se aloja una colección museográfico a través de elementos arqueológicos, que han sido hallados durante excacciones realizadas en la localidad. Siendo la pieza más relevante La Damita de Setenil, una Venus que tiene cinco mil años de antigüedad. La Ermita de Nuestra Señora del Carmen, Ermita de San Sebastián…
Zahara de la Sierra: Una joya entre montañas a orillas de un embalse
Arcos de la Frontera: Espectacular puerta de entrada a los Pueblos Blancos
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