Nazaré nos parece uno de los pueblos más pintorescos y bellos de Portugal. Se encuentra en una bahía repleta de acantilados y posee una espectacular playa de arena fina y blanca. A pesar de que cada vez atrae a más turistas, es una localidad repleta de tradiciones y de tranquilidad (salvo en época estival). Está compuesta por calles muy estrechas y empinadas que se unen por callejuelas más pequeñas todavía. Las casas son bajitas, como mucho de tres alturas y están pintadas de blanco, que constrasta con los colores azules y rojos de las ventanas y las puertas. Todo parece estar dispuesto en perfecta armonía.

Esta villa marinera forma parte de la «Região de Turismo do Oeste«. Su belleza natural enamora a todo aquel que la visita. Goza de un excepcional emplazamiento, frente a una bonita playa que describe una amplia curva y brinda sus mejores vistas desde el escarpado acantilado. Se encuentra ubicada a unos 100 kilómetros al norte de Lisboa y a unos 230 km al sur de Oporto. 

Nazaré es el paraíso de los surferos. En sus inmensas playas se cabalgan las olas más grandes y espectaculares del mundo. Este encantador pueblo pesquero de la costa portuguesa se ha convertido en una de las mecas del surf extremo y hasta aquí llegan los mejores especialistas para medir fuerzas con el océano Atlántico como se puede apreciar en la fotografía superior que realizamos en el interior del fuerte donde hay una galería de cuadros y vídeos sobre este tema.

La explicación sobre la formación de estas olas en este lugar se encuentra en el cañón de Nazaré, el mayor desfiladero submarino de Europa con una extensión de 200 kilómetros y que llega a alcanzar los 5.000 metros de profundidad. Su cabecera, se encuentra a menos de un kilómetro de la costa. Estos factores se combinan para crear olas colosales, pero limitadas a un tramo muy estrecho de costa. Garrett McNamara surfeó la ola más alta (con una altura de 30 metros) en 2013. Actualmente, el surfista portugués Hugo Vau ha logrado la hazaña de surfear una ola gigante de 35 metros a principios de 2018, entrando en el Libro Guinness de los Récords como la ola más grande jamás surfeada.

Aunque Nazaré es famosa por sus olas gigantes en todo el mundo, hay muchas más cosas bonitas que ver como la Iglesia de Nuestra Señora de Nazaré, el mirador de Suberco, la fortaleza con el faro (imagen de arriba desde donde vimos unas espectacular puesta de sol desde lo alto de un acantilado) o bajar a la salvaje playa del Norte y disfrutar de la gruta erosionada. Si vienen en noviembre tienen la temporada alta de la Big Wave.

El origen del nombre Nazaré proviene de la traducción bíblica de la ciudad santa de Nazaret.

Nazaré es un destino ideal de vacaciones si busca algo más que playas. En los alrededores hay muchas poblaciones interesantes para visitar como por ejemplo: Batalha, Alcobaça, Sao Martinho do Porto, Leiria, Coimbra, Peniche (desde donde se puede hacer una excursión en barco a las paradisíacas islas Berlengas), la encantadora ciudad amurallada de Óbidos o el destino de peregrinación de Fátima. También puedes explorar el Parque Natural de Serras de Aire e Candeeiros y recorrer la costa inmaculada que hay al norte de Nazaré.

Durante estos días en Nazaré nos sorprendieron los fuertes contrastes entre los turistas, la mayoría altos, rubios y con aspecto nórdico y las mujeres mayores de los pescadores vestidas a la antigua usanza. Y ese aire decadente de los edificios y las calles por las que parece no pasa el tiempo, que tan atractivo nos resulta de Portugal.

Actualmente, Nazaré está formado por tres barrios: Pederneira (el antiguo barrio pesquero), la playa de Nazaré y el Sitio o barrio alto, donde se encuentran el mirador de Suberco, la Iglesia de la Virgen de Nuestra Señora de Nazaré y el Fuerte de San Miguel Arcángel con el faro. A continuación nuestra visita pasando por estos tres barrios encantadores.

Mirador de Pederneira

Nuestra visita a Nazaré empezó en el mirador de Pederneira. Se alza sobre un cerro en el barrio de Pederneira, un lugar histórico de la región de Nazaré, tierra de pescadores desde el siglo XII y sede del concelho, donde era junto con Alcobaça, la villa más afamada de toda esta región de Portugal.

Nosotros estábamos alojados junto a éste mirador, en el Miramar Hotel & Spa.

Aunque el mirador de Pederneira no es tan famoso como el mirador de Suberco, merece la pena visitarlo, ya que desde aquí se obtienen unas maravillosas vistas de la villa y la playa de Nazaré, el acantilado donde se encuentra el Sitio (barrio alto) y al final la fortaleza con el faro.

Iglesia de la Misericordia

Justo al lado del mirador de Pederneira, se encuentra la Iglesia de la Misericordia. Se trata de un templo del siglo XVII, de estilo manierista, con una fachada del barroco clásico tardío.

Su interior, formado por una sola nave, sin capilla mayor y cubierta por un techo moderno, se muestra ornamentado con varias telas de los siglos XVII y XVIII, entre las que se destaca el Milagro de las Rosas.

Iglesia Matriz

Seguimos en el barrio de Pederneria para ver la Iglesia Matriz. Se trata de un templo amplio, construido a finales del siglo XVI, que cuenta con una sola nave cubierta por una bóveda.

En el interior, su capilla mayor tiene un altar de talla dorada del siglo XVII, así como bellísimas telas, de la misma época, alusivas a San Antonio. También podrás admirar unos cuadros de cerámica con la cruz de los Bulhões que tienen la siguiente inscripción: “Los devotos de San Antonio mandarán edificar esta capilla. Año de 1637”.

Mercado Municipal

A continuación, cogimos el coche para bajar al barrio de la playa de Nazaré. Lo primero que vimos, antes de ir al paseo marítimo y ver la playa, es el Mercado Municipal, situado junto a la Oficina de Turismo.

Se trata del típico mercado tradicional con variedad de productos de la tierra y buenos precios.

Paseo marítimo y playa de Nazaré

A continuación, nos digimos a la playa de Nazaré, situada a unos dos minutos del mercado. Se trata de un enorme arenal y un largo paseo marítimo para poder caminar y hacer deporte. A pie de playa pudimos disfrutar de los diferentes tipos de embarcaciones de pescadores. Al otro lado de la carretera hay un montón de tiendas y terrazas para saborear los productos de la tierra y comprar los productos y cosas típicas del lugar. El paseo marítimo estaba muy animado, ya que se estaba jugando en la arena el campeonato Europeo de fútbol playa.

La playa de Nazaré, completamente integrada en el área urbana, es de arena fina y blanca. Está bañada por las aguas del Atlántico, con fuerte oleaje, ideal para practicar numerosas actividades deportivas como surf, kitesurf, bodyboard, buceo o pesca deportiva.

Después de pasear tranquilamente por la playa de Nazaré, llegamos a la base del acantilado, donde nos disponemos a subir en el funicular para acceder al barrio que nos falta por visitar, el Sitio o barrio alto.

Funicular

Aunque hay acceso por carretera a la zona alta de Nazaré, nosotros preferimos vivir la experiencia de subir en  funicular. Éste servicio de finales del siglo XIX, aunque renovado, conserva su antiguo trazado.

El funicular, que asciende unos 100 metros de desnivel, con una pendiente del 42%, nos permitió disfrutar de una vista apoteósica sobre el mar. Toda una atracción. Abajo va quedando la playa, y poco a poco, a ritmo lento, llegamos al barrio de Sitio, en la cumbre del promontorio. Recomendamos 100% subir y bajar con el funicular.

Sitio

Sitio se encuentra en la cumbre del promontorio. En lo alto, nos encontramos la pequeña Ermita de la Memoria, en la que se cuenta la leyenda del milagro obrado por la Virgen al impedir que el caballo de un hidalgo, Don Fuas Roupinho, se cayese al vacío. Verdad o no, en el mirador de Suberco se puede ver la señal dejada en la roca por la herradura en esa mañana de niebla de 1182. Desde aquí disfrutamos de una maravillosa vista de la ciudad de Nazaré y el océano. Son 318 metros de roca que cae en picado hacia el mar.

Mirador de Suberco

El Mirador de Suberco es uno de los lugares más característicos de Nazaré. Situado a 110 metros sobre el nivel del mar, en el barrio de Sitio, cuenta con unas espectaculares vistas panorámicas de la ciudad, la costa y el océano.

Las vistas del largo arenal en forma de media luna son famosas, así como por los toldos de vivos colores que decoran en verano la playa de arena blanca en contraste con el azul del agua.

Además de la magnífica panorámica de la ciudad y de la inmensidad del mar, éste precioso enclave está relacionado con la leyenda de Nazaré.

Cuenta la leyenda que el 14 de septiembre de 1182, D. Fuas Roupinho, alcalde del castillo de Puerto de Mós, cazaba junto al litoral, envuelto por una densa niebla, cerca de sus tierras, cuando avistó un venado que de inmediato comenzó a perseguir. El venado se dirigió hacia la cima de un acantilado. D. Fuas, en medio de la niebla, se quedó aislado de sus compañeros. Cuando se dio cuenta estaba en el borde del acantilado, al borde del precipicio, en peligro de muerte. Estaba al lado de una cueva donde se veneraba una imagen de Nuestra Señora con el Niño. Rogó entonces, en voz alta: Señora, Valei-me!. De inmediato, milagrosamente, el caballo se detuvo, clavando las patas en el peñasco, suspenso sobre el vacío, el Pico del Milagro, salvándose así el jinete y su montura de una muerte cierta por una caída de más de cien metros. D. Fuas desmontó y descendió a la cueva para rezar y dar las gracias por el milagro.

En agradecimiento, el noble hizo construir la capilla, dando origen a Nazaré. La capilla y la iglesia fueron un centro de peregrinaje mariano muy importante hasta que en 1917 cuando se levantó la Capilla de las Apariciones, en Fátima, a poco más de 50 km.

Nos hemos enamorado de Nazaré. El mejor mirador del Atlántico. Si las fotos son increíbles, la realidad las supera. Qué lugar tan encantador…

Gaviotas

Es algo extraordinario cuando la inmensidad del océano se posa ante tus pies mientras las gaviotas vuelan o se posan al lado tuyo.

La playa de Nazaré, de clima suave y de gran belleza natural, cuenta con una de las tradiciones más antiguas de Portugal relacionada con las artes de pesca donde no pueden faltar las gaviotas volando o posadas en cualquier lugar.

Acantilados

El mirador termina en los acantilados, donde volvemos a disfrutar de las vistas.

Traje tradicional

No hay nada más agradable que perderse por las callejuelas de Nazaré… A lo largo del paseo marítimo y sobre todo al lado del mirador de Suberco, nos sorprendió ver a algunas mujeres vestidas con el traje típico a la antigua usanza. En la imagen de arriba, vemos una mujer de Nazaré con las tradicionales faldas de franela de siete colores.

Santuario de la Virgen de Nuestra Señora de Nazaré

El Santuario de la Virgen de Nuestra Señora de Nazaré se encuentra situado en la plaza principal de la parte alta de la ciudad, en el barrio de Sitio, frente al mirador de Suberco.

Lo más destacable de este templo barroco, de finales del siglo XVII,  es su campanario, formado por dos bonitas torres gemelas protegiendo la esfera del reloj.

El interior, de una sola nave y con un altar mayor de talla dorada con columnas salomónicas se encuentra ornamentado con paneles de azulejos azules y blancos del siglo XVIII, del artista holandés W. Van Kloet, que representan escenas bíblicas. En septiembre de cada año se celebra la fiesta dedicada a la patrona.

Estatua Brice de Nice

En la punta occidental del cabo de Sitio se alza el Faro de Nazaré y el Fuerte de San Miguel Arcángel. Esta zona está dedicada al surf extremo entre las enormes olas de la playa del Norte. Y es justo antes de llegar aquí donde se encuentra la estatua Brice de Nice. Se trata de un surfista con una cabeza de venado. La estatua de la escultora Adalia Alberto para homenajear a los surfistas y a la Virgen de Nazaré atrae una romería de visitantes para ver una obra que se ha vuelto polémica sobre la estética de la pieza, que pretende ser un homenaje a la ola de la playa del Norte y al mismo tiempo evocar el milagro de Nazaré de su conocido leyenda que ya contamos anteriormemente .

Fuerte de San Miguel Arcángel

Para terminar la visita a la pintoresca Narazé, nos dirigimos al Fuerte de San Miguel Arcángel. Se encuentra situado sobre un espigón rocoso.

El Fuerte de San Miguel Arcángel, también referido como Fuerte del Morro o simplemente Fuerte de Nazaré, fue mandado a construir en 1577 por D. Sebastião para defenderse de los ataques de los piratas argelinos, marroquíes y normandos. Las obras de mejora más recientes, cuya fecha figura sobre la puerta de entrada, fueron ordenadas por el rey João IV a mediados del siglo XVII.

Cuenta con una de las más enigmáticas vistas sobre la villa de Nazaré y es uno de los lugares favoritos para los entusiastas de las olas gigantes.

Abierto al público desde 2014, aquí se encuentra el famoso faro rojo.

Desde lo alto del fuerte, vemos a un lado la bahía de Nazaré y al otro la playa del Norte.

Exposiciones

En el interior de la fortaleza podemos contemplar dos exposiciones: una dedicada a los mejores surfistas que han pasado por allí con videos, fotografías y las tablas que usaron para surferar y otra donde nos hablan de la historia de la fortaleza y de lo que influyó en el pueblo de Nazaré. En esta segunda exposición podemos ver, por ejemplo, como durante la primera invasión francesa (1807-1808) fue ocupado por soldados de Napoleón que fueron expulsados por la población, convirtiéndose entonces el Fuerte de San Miguel en un símbolo de la resistencia popular.

Viendo como surfean las enormes olas en los cuadros y vídeos de la exposición, nos quedamos con las ganas de verlo en directo. Por nuestra parte, volveremos en invierno a Narazé para ver el campeonato de surf.

También pudimos ver en el interior de la fortaleza, una maqueta sobre el cañón de Nazaré (imagen superior). Como explicamos al principio, el cañón de Nazaré es el mayor desfiladero submarino de Europa con una extensión de 200 kilómetros y que llega a alcanzar los 5.000 metros de profundidad. Su cabecera, se encuentra a menos de un kilómetro de la costa. Estos factores se combinan para crear olas colosales, pero limitadas a un tramo muy estrecho de costa.

Otra cosa que nos llamó la atención, fue la exposición de tablas que usaron para surfear.

Faro

Una vez entramos al Fuerte de San Miguel y vimos las dos exposiciones en la planta baja (una dedicada a los mejores surfistas y las tablas que usaron y la otra sobre historia de la fortaleza), subimos a la parte de arriba donde se encuentra el famoso faro rojo.

 Este faro se colocó en el 1903 y tiene un alcance de 15 millas.

Playa del Norte

Arriba del fuerte, donde está el faro, mirando a la derecha se encuentra la playa del norte (praia do Norte). Esta enorme playa se prolonga durante muchos kilómetros y está en un precioso paraje natural rodeada por bosques de pinos y dunas. Es un lugar idóneo para practicar surf. Sus olas gigantescas la han hecho famosa. La playa del norte se incluyó en el Libro Guinness de los Récords por tener las olas más grandes del mundo que se hayan surfeado.

¿Por qué son tan grandes las olas en Praia do Norte?

Las olas del cabo de Sitio y el tramo sur de la Praia do Norte son unas de las más altas del mundo. Una serie de factores contribuyen a este fenómeno:
• Una profunda zanja submarina que surge de la línea de la costa y canaliza el agua.
• Una corriente meridional a lo largo de la Praia do Norte.
• Dos frentes de olas que se juntan en ángulo a diferentes profundidades y velocidades cerca del cabo de Sitio.
• Corrientes y vientos submarinos.

Al lado del fuerte hay unas escaleras que bajan por los acantilados.

Puesta de sol

Para terminar el día, subimos al acantilado que hay detrás del Fuerte de San Miguel para ver un bellísima puesta de sol.

Nosotros pudimos contemplar dos bonitos atardeceres en Nazaré, uno a pie de playa y otro en la zona del Fuerte de San Miguel. Otros de los lugares donde también de pueden contemplar unas puestas de sol increíbles es en el barrio de Sitio, desde el mirador de Suberco. Azules, violetas, naranjas, toda una amplia gama de colores sobre el horizonte. Por todo lo que vimos y sentimos en esta preciosa villa marinera, quedamos completamente enamorados de Nazaré. Eso sí, recomendamos no ir en verano, ya que está algo masificado y no se respira la misma sensación de libertad salvaje.

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