Si el primer día en Lisboa visitando el casco antiguo fue fascinante, el segundo día en esta encantadora ciudad lo podríamos calificar de maravilloso. Después de un magnífico desayuno disfrutando de los 22º de temperatura en pleno final de noviembre, empezamos nuestro recorrido por el histórico barrio de Belém, famoso por sus tres grandes monumentos: la Torre de Belém, el monumento a los Descubrimientos y el espectacular Monasterio de los Jerónimos. Para terminar la visita nos deleitamos degustando el famoso pastel de Belém.

Museo a los Combatientes de Ultramar

Yendo hacia la Torre de Belém nos encontramos por casualidad esta enorme y grandiosa figura geométrica rodeada de una preciosa piscina de agua azul-celeste. Picados por la curiosidad vimos que se ubica en el museo a los Combatientes de Ultramar. Un monumento en homenaje a los soldados fallecidos de las guerras coloniales que lidiaron los soldados portugueses principalmente en África.

Aquí podemos apreciar la gran figura geométrica, la piscina que la rodea y si os fijáis en las paredes, en estas, están grabados los nombres de los soldados fallecidos en las colonias portuguesas en África.

Rodeado de una preciosa piscina azul-celeste, el monumento geométrico a los Combatientes de Ultramar se encuentra al lado del Fuerte del Buen Suceso. A ambos lados, hay dos garitas en las que soldados hacen guardia.

Torre de Belém

A orillas del río Tajo se alza la grandiosa Torre de Belém. Es el símbolo principal de Lisboa. Junto con el Monasterio de los Jerónimos, la Torre de Belém fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983.

Me fascina la historia de esta grandiosa torre sobre la antigua playa de Restelo. Por lo visto era donde partían las carabelas en sus expediciones hacia otros continentes. Me encanta recrearme e imaginar cómo esta fortaleza protegía la entrada de otras embarcaciones y posibles invasores con cañones a través del Tajo. Más tarde se utilizó como recaudador de impuestos e incluso prisión.

Se puede visitar el interior pero es recomendable evitar las horas puntas ya que se pueden formar largas colas.

Puerto

Empezamos nuestra excursión viendo el museo a los Combatientes de Ultramar, seguimos admirando la Torre de Belém, y llegamos al puerto donde disfrutamos viendo los barquitos.

Monumento a los Descubrimientos

Entre la Torre de Belém y el Monasterio de los Jerónimos se encuentra el monumentos de los Descubrimientos.
Erigido en 1960 para conmemorar el quinientos aniversario de uno de los grandes descubridores de Portugal, Henrique el Navegante, descubridor de Madeira, Las Azores y Cabo Verde.

Visto de cerca el grupo escultórico con forma de punta de carabela, el monumento de los Descubrimientos nos pareció grandioso. Destacar también las preciosas vistas junto al monumental puente 25 de Abril de Lisboa y el Santuario Nacional de Cristo Rey.

Monasterio de los Jerónimos

El Monasterio de los Jerónimos es un antiguo monasterio de la Orden de San Jerónimo diseñado en estilo manuelino por el arquitecto Juan de Castillo. Fue encargado por el rey Manuel I de Portugal para conmemorar el afortunado regreso de la India de Vasco de Gama.

Frente al Monasterio de los Jerónimos se encuentra un maravilloso jardín con una hermosa fuente con enormes chorros de agua que van cambiando de dirección. Una preciosa recreación de aguas danzantes formando un juego de colores donde pude apreciar un bonito arco iris.

Una preciosa plaza con bonita fuente y jardines arbolados que nos sirvió de descanso durante nuestra visita al Monasterio de los Jerónimos.

El Monasterio de los Jerónimos destaca por su bonita fachada, por su iglesia y por tener uno de los claustros más bellos del mundo. Además una cosa curiosa que me llamó la atención fue encontrarme con la tumba del célebre navegante y explorador portugués Vasco de Gama.

Frente al Monasterio de los Jerónimos del barrio de Belém nos encontramos con un hermoso jardín de estilo francés. Un precioso lugar donde caminamos y después nos relajamos admirando la belleza de la extensión de la vegetación cubierta de pinos. Una verdadera joya ….su fuente, sus estatuas…

Después de visitar la segunda zona más monumental de Lisboa: el barrio de Belém (el Monasterio de los Jerónimos, la Torre de Belém y el monumento a los Descubridores) almorzamos y descansamos en sus bellos jardines frente al río Tajo.

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