La isla de fuego: Lanzarote en 9 días

Lanzarote es una isla paradisíaca llena de volcanes, lava petrificada y aguas cristalinas donde los azules, verdes esmeralda y turquesas son los protagonistas. Es la tercera isla más poblada de Canarias, tras Tenerife y Gran Canaria y la cuarta más extensa. Situada en el océano Atlántico se encuentra a una distancia aproximada de 140 km de la costa noroccidental africana y a 1000 km del punto más cercano del continente europeo, el sur de la península ibérica. Es la más oriental de las islas del archipiélago canario y la más septentrional de las islas con administración propia (siendo La Graciosa la isla más septentrional del archipiélago).

La isla de fuego. Lanzarote en 9 días

DÍA 1. SEVILLA – LANZAROTE.

DÍA 2. Casa del CampesinoMuseo de LagomarVolcán del Cuervo.

DÍA 3. Arrecife Mirador del Río.

DÍA 4. Charco Verde – El GolfoHerviderosCosta del Papagayo.

DÍA 5. Cueva de los Verdes – Jardín de Cactus Jameos del Agua.

DÍA 6. TimanfayaCaleta de Famara – Haría – Mirador de los Valles.

DÍA 7.  Travesía Órzola (Lanzarote) / Caleta de Cebo Isla de la Graciosa.

DÍA 8. Teguise Hotel Meliá Salinas – Costa Teguise.

DÍA 9. LANZAROTE – SEVILLA.

Si tienes planeado un viaje a Lanzarote no te olvides de pasar por Arrecife, su capital. Sus bellos rincones, el olor del mar, una exquisita gastronomía y recorrer sus calles y sitios legendarios para conocer su historia y cultura.

Además, Lanzarote esconde el secreto del artista César Manrique. Sus obras están repartidas por toda la isla, una manera de empezar a descubrirla. es salir desde Arrecife hacia el norte y a 13 kilómetros, parar en el pueblo de Guatiza. Allí se puede visitar la primera de sus obras: el Jardín de Cactus, con más de 10.000 cactáceas traídas de todo el mundo. Siguiendo la carretera en la misma dirección se entra sin transición en el paisaje lunar del Malpaís de la Corona. La identidad de Lanzarote está ligada a conos, chimeneas y cráteres que los lugareños llaman «malpaís«.

En este paisaje dominado por el volcán de la Corona, César Manrique llevó a cabo otras dos obras geniales: los Jameos del Agua, un tubo de lava en cuyo interior hay un lago natural e incluso un auditorio y la Cueva de los Verdes, otro enorme túnel volcánico de 6 kilómetros de longitud, del que se ha acondicionado una parte para la visita y donde se puede contemplar un singular efecto visual sobre el agua.

El paseo hacia el norte de la isla culmina en uno de sus lugares más emblemáticos. En la zona más septentrional de la isla, a 479 metros de altitud en lo alto del Risco de Famara, se encuentra el Mirador del Río, una las creaciones arquitectónicas más representativas de César Manrique. Desde aquí podemos contemplar las vistas panorámicas más espectaculares de Lanzarote al Parque Natural del Archipiélago Chinijo, destacando La Graciosa, que está reconocida oficialmente como la octava isla de las Canarias.

Descendemos unos kilómetros por la otra vertiente de la isla hasta el bonito pueblo de Haría, conocido por el sobrenombre del Valle de las Mil Palmeras. Aquí se encuentra la que fuera la última residencia de César Manrique. El artista encontró en Haría la tranquilidad y la conexión con la naturaleza. Muy cerca se encuentra el restaurante Mirador de los Valles, donde podrás comer observando unas impresionantes vistas al valle, a los volcanes, al mar y unas puestas de sol espectaculares. Además, el edificio en sí es una inmensa casona fruto de la arquitectura tradicional, decorada con objetos de labranza y otros detalles etnográficos dispuestos por todo el edificio, con el típico patio canario.

Seguimos desciendo y ya casi en el centro de isla no podemos perdernos el pintoresco pueblo de Teguise. Aquí nace el desvío que lleva a otro enclave mágico; la Caleta de Famara, una playa enorme cercada al norte por los acantilados de Famara, una muralla negra suspendida en el océano Atlántico. Por el sur, en cambio, el arenal es el protagonista hasta donde la vista se pierde. Completa el paisaje la aldea marinera de Famara, donde las calles son de arena, el viento sopla y el mar se refleja en las fachadas.

En el centro de la isla visitamos el Museo Lagomar y  la Casa-Museo del Campesino. Lagomar se encuentra ubicado en un risco del volcán de Nazaret, fue construido en un enclave impresionante entre rocas, cuevas y túneles que te llevan a lo que un día fue la casa del actor egipcio Omar Sharif. Actualmente, alberga un museo, un restaurante y un bar. La Casa-Museo del Campesino y el Monumento a la Fecundidad se encuentra en el municipio de San Bartolomé, en un significativo cruce de caminos desde donde podemos acceder a cualquier punto de la isla. Se trata de una de las obras de César Manrique más cargada de referencias simbólicas, dedicada a los campesinos de Lanzarote, que se enfrentaron a las condiciones más adversas para dar vida al territorio.

Lo siguiente es visitar volcanes. Empezamos por la Caldera de los Cuervos, que forma parte del Parque Natural de los Volcanes. Este volcán es muy interesante porque es el primer cono volcánico generado durante la erupción del Timanfaya, que se desarrolló entre los años 1730 y 1736 y cambió el paisaje de Lanzarote, dándole una apariencia casi lunar. La Caldera de los Cuervos, por lo tanto, no es sólo un ejemplo clásico de un cráter simple, sino que también es un símbolo de la transformación de Lanzarote que no puedes perderte. El sendero de la Caldera de los Cuervos es corto y de baja dificultad, de unos 3 km y de forma circular. Puede ser disfrutado por cualquier persona, incluso niños. Desde el parking comienza un camino que lleva hasta el volcán y una vez allí se puede rodear toda la caldera y bajar al cráter.

La siguiente parada: el Parque Nacional de Timanfaya rodeado por el Parque Natural de los Volcanes. Ambos se sitúan en el oeste de la isla, entre los municipios de Tinajo y Yaiza. Timanfaya ocupa 50 kilómetros cuadrados y reúne más de 25 conos volcánicos tan emblemáticos como la Montaña de Fuego, la Rajada y la Caldera del Corazoncillo.

Después de la ruta en guagua conocido como Ruta de los Volcanes en los que te enseñan una parte del parque puedes ver 3 demostraciones de los géiser y del calor que emana de la tierra. Todo sumamente interesante y divertido. En las dos primeras demostraciones, te enseñan como la piedra esta tan caliente que es capaz de prender la vegetación y lo ardiente que esta el picón (cenizas de volcán) cuando lo tocas con las manos. La última demostración de un géiser es la más espectacular. En el suelo hay habilitados varios agujeros, por los que, al verter un poco de agua con un cubo, sale el chorro de vapor a una altura bastante considerable. El murmullo de admiración que se produce en todos los turistas está asegurado.

Asimismo, el Parque Nacional de Timanfaya cuenta con una franja costera que esconde los dramáticos acantilados de lava de Los Hervideros y el precioso Charco Verde. La escarpada costa volcánica de los Hervideros son el resultado del rápido enfriamiento de la lava procedente de Timanfaya en contacto con las frías aguas del Atlántico en esta zona de Lanzarote. Verdaderamente impresionante es ver el espectáculo del embestir del oleaje en las rocas. A pocos km, en un impresionante paisaje volcánico alrededor, en la zona conocida como El Golfo, podemos ver la naturaleza salvaje en todo su esplendor. Una explosión de colores en un entorno increíble: el verde intenso del lago, la arena negra de la playa, el rojo del risco, el azul claro del cielo y el azul intenso del mar.

Para finalizar nuestro recorido, en el extremo sur de Lanzarote, en pleno Monumento Natural Los Ajaches, se encuentra una preciosa costa conocida como las playas del Papagayo. Se trata de playas vírgenes de arena dorada, situadas entre la localidad turística de Playa Blanca y la Punta del Papagayo, refugiadas de los vientos alisios y bañadas por aguas tan tranquilas como cristalinas. A pesar de ser uno de los centros turísticos de la isla, Playa Blanca no ha perdido su aire de aldea de pescadores, con las casitas bajas y encaladas. Desde allí se puede optar por tomar el ferry que en una hora lleva a Fuerteventura o ir a las preciosas playas y calas de alrededores. Sin duda, un lugar para llegar, enamorarse y quedarse.

Y para los que tengan ganas de más, recomendamos coger el ferry y visitar La Graciosa, la octava isla de las Canarias. A tan solo 30 minutos en barco de Lanzarote, te espera el paraíso lleno de playas vírgenes de arena dorada, en un paisaje volcánico rodeado de aguas turquesas y casitas blancas. Nada de carreteras, asfalto o contaminación, tan sólo calles y caminos de arena. Un oasis de tranquilidad y relax donde se respira naturaleza por todos los rincones y de donde no querrás regresar.

La mayoría de los lugares turísticos de Lanzarote cuestan dinero. Nuestro consejo es que adquiráis uno de los bonos disponibles de 3, 4 o 6 centros y así os ahorraréis unos euros. Los centros que entran son: los Jameos del Agua, Cueva de los Verdes, Montañas de Fuego, Mirador del Río, Jardín de Cactus y el Castillo de San José.

¡¡VAMOS ALLÁ!!

Guía de Lanzarote - Información y Turismo - Lanzaroteguides

Lanzarote: la isla de fuego.

DÍA 1. SEVILLA – LANZAROTE.

DÍA 2. Casa del CampesinoMuseo de LagomarVolcán del Cuervo.

DÍA 3. Arrecife Mirador del Río.

DÍA 4. Charco Verde – El GolfoHerviderosCosta del Papagayo.

DÍA 5. Cueva de los Verdes – Jardín de Cactus Jameos del Agua.

DÍA 6. TimanfayaCaleta de Famara – Haría – Mirador de los Valles.

DÍA 7.  Travesía Órzola (Lanzarote) / Caleta de Cebo Isla de la Graciosa.

DÍA 8. Teguise Hotel Meliá Salinas – Costa Teguise.

DÍA 9. LANZAROTE – SEVILLA.

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