En el norte de la isla de Lanzarote, en el municipio de Haría y a los pies del Volcán de la Corona se encuentran los emblemáticos Jameos del Agua. Son un espacio natural y el primer Centro de Arte, Cultura y Turismo ideado por el artista y arquitecto César Manrique, en el año 1968, donde confluye armoniosamente la formación natural con la creación humana. Se encuentra gestionado por el Cabildo de Lanzarote.
Lo primero que nos llama la atención es su curioso nombre. La palabra «jameo» es de origen aborigen y se refiere a un agujero que se produce como consecuencia del hundimiento del techo de un tubo volcánico. Y «del agua» hace referencia a un lago interior, originado por filtraciones marinas y que constituye una formación geológica singular.
Los Jameos del Agua, al igual que la Cueva de los Verdes, se localizan en el interior del túnel volcánico producido por la erupción del Volcán de la Corona. El túnel tiene una longitud conocida de 6 km, de los cuales al menos 1,5 km discurren bajo la superficie marina, tomando este último tramo el nombre de Túnel de la Atlántida.
Los Jameos del Agua se encuentran situados en la sección de este túnel más cercano a la costa. Está formado por al menos tres jameos o aberturas en el terreno. El “Jameo Chico” por donde se realiza el acceso al interior, el “Jameo Grande” y un tercero, denominado “Jameo de la Cazuela”.
Los Jameos del Agua es el lugar del planeta en el que decidieron abrazarse la naturaleza y el hombre. Como ya hemos comentado, fue creado por César Manrique y es, para muchos, el paradigma de su ideario estético: la armonía entre la naturaleza y la creación artística. Manrique supo imaginar y transformar lo que era el desplome del techo de un tubo volcánico por el que corrió la lava, en un espacio único en el mundo. Fueron su mente privilegiada y sus manos llenas de vida las que modelaron el agreste y negro basalto para dar forma a un lugar en el que reinan armonía, belleza, paz y sosiego.
Nos pareció un sitio precioso y espectacular… más bonito de lo que esperábamos. No solo para recorrerlo sin más, sino que es un lugar recomendado ya que se percibe cierta tranquilidad al poder tomar un café en uno de sus bares, acompañado de música ambiente. Nos fascinó y es una visita obligada en Lanzarote.
Entrada
Después de aparcar el coche de alquiler en la zona habilitada para ello a la entrada del lugar, nos hicimos una foto con el océano de fondo en el monumento al cangrejo ciego Munidopsis polymorpha. Constituye el símbolo de los Jameos del Agua y a lo largo del post os explicaremos el valor que tienen.
La entrada para los adultos es de 10,00 euros por persona. Nuestro consejo es que adquiráis uno de los bonos disponibles de 3, 4 o 6 centros y así os ahorraréis unos euros. Nosotros cogimos el bono para realizar las 4 visitas obligatorias según nuestro parecer (Jameos del Agua, Cueva de los Verdes, Montañas de Fuego y Mirador del Río). Los otros dos centros son el Jardín de Cactus y el Castillo de San José.
Jameo Chico
El recorrido arranca en el Jameo Chico, al que se accede bajando por una empinada escalera de piedra, y en él se encuentra un bar-restaurante. La vegetación preside la cueva a cielo abierto. Desde aquí se puede ver el Túnel de la Atlántida en el que viven hasta 38 endemismos.
Los Jameos del Agua se encuentran en otro tramo del mismo tubo volcánico donde está la Cueva de los Verdes.
Laguna interior donde habitan los cangrejitos ciegos
Desde el Jameo Chico bajamos por unas escaleras para llegar a la laguna interior de agua transparente y salada (procedente del mar) dónde se encuentran los famosos cangrejos blancos y ciegos únicos en el mundo. Gracias a estos moluscos, los Jameos del Agua son muy importantes desde el punto de vista ecológico.
Su nombre científico es Munidopsis polymorpha y es una especie de cangrejo única y endémica, de apenas un centímetro de longitud, albinos y ciegos. Estos pequeños artrópodos son muy sensibles a los cambios y les afecta el ruido, la luz y el óxido, por lo que está prohibido tirar monedas al agua.
Para pasar del Jameo Chico al Jameo Grande, todo visitante tiene que cruzar por una pasarela lateral la laguna interior donde se encuentra los cangrejitos. Después se encontrará otro bar-restaurante, desde donde se ascenderá por unas escaleras con zonas ajardinadas hasta que finalmente se llega al Jameo Grande.
Jameo Grande
El Jameo Grande es la parte más espectacular del lugar, donde se abre un impresionante jardín en el que la vegetación se muestra de forma exultante. Las palmeras, los cactus y las higueras parecen custodiar las aguas turquesas de la piscina de formas onduladas que preside el lugar.
El contraste del verde de las plantas, el blanco del pavimiento de la piscina, el azul del agua y el oscuro de la roca volcánica forman uno de los conjuntos más hermosos de los Jameos del Agua. Este espacio es uno de los que nos lleva a pensar que la intervención humana consigue a veces embellecer aún más a la naturaleza.
Aunque inicialmente, en 1966, los Jameos del Agua fueron concebidos como sala de espectáculos, actualmente representan una de las propuestas más interesantes de la isla. Para admirar de forma conveniente este conjunto conviene tener en cuenta que su fondo es el de una formación geológica, pero que la gran creatividad de César Manrique es la que ha hecho que hoy día se pueda disfrutar como una atracción más de Lanzarote.
En esta época de COVID-19 y bajada de turismo, es un lujo visitar el lugar. Es increíble el trabajo de Manrique y su adecuación al entorno de la hermosa isla de Lanzarote. Realmente, imprescindible.
Además de apuntar para ir sin falta los Jameos, alrededor hay más para visitar, aprovechad para ir a caletas cercanas para bañarse, sitios para comer, chiringuitos para tomar un copa o café con preciosas vistas, lugares para pasear…
Un recorrido pausado por los Jameos del Agua no lleva más de una hora, quizás un poco más teniendo en cuenta que existen multitud de rincones fotogénicos donde es difícil no sucumbir a la tentación de un selfie. Las familias con niños deben tener en cuenta que no podrán entrar con las sillas de paseo. Si son pequeños es mejor que utilicen una mochila portabebés con la que los padres pueden moverse con mayor libertad.
Auditorio
Si se continúa el recorrido más allá del Jameo Grande, encontraréis un imponente auditorio integrado en el interior de una gruta volcánica. Abierto al público en 1987 y cerrado durante varios años hasta el 2009, actualmente sirve de escenario para conciertos clásicos y proyecciones de películas. Es un lugar privilegiado por sus características geológicas y condiciones acústicas. Una vez más, Manrique ha logrado aprovechar lo que la naturaleza le ofrece. Desde aquí, se accede al Jameo de la Cazuela, un espacio hasta la fecha restringido a los visitantes, que se abre al público para visitas guiadas en grupos reducidos. En él, podremos contemplar dos cascadas interiores y disfrutar de la paz y tranquilidad de esta zona escondida en una nueva experiencia llamada «Insólita-Jameos del Agua«.
Escaleras
A continuación, subimos a la parte alta por unas escaleras en forma de caracol, donde se encuentra un tercer bar-restaurante, unas vistas preciosas al Jameo Grande y la salida.
Mirador al Jameo Grande
Las vistas al Jameo Grande con el océano al fondo desde la parte alta son impresionantes.
Una zona preciosa donde se te ponen los pelos de punta cuando te imaginas como se creo y la belleza que esconde la naturaleza. Puedes juntarlo con la Cueva de los Verdes y terminar visitando el cráter del Volcán de la Corona que fue donde se originó todo este paraje natural. Solo nos faltó escuchar un concierto en el auditorio. Por cierto… los cangrejitos blancos (albinos ciegos) que se iluminan son impactantes…
De un rincón a otro, desde el fresco acceso bañado por el verdor de grandes helechos que acunan el canto de pequeñas aves, hasta su original auditorio, único en el mundo por sus características geológicas y condiciones acústicas, cada detalle de los Jameos del Agua es una continua invitación a la introspección, la reflexión y la ensoñación.
Para nosotros toda la visita fue una experiencia única y maravillosa, este lugar es especial por su espectacularidad, parece que estamos en las entrañas de la tierra. Precioso, como toda la isla. Sin duda es un lugar que nunca puede faltar en una visita a Lanzarote. ¡Realmente maravilloso!.
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