Mucha historia, secretos y misterios se esconden en Quinta da Regaleira, donde la Masonería o los Templarios son dos de sus ingredientes más potentes. Se encuentra situado en Sintra, muy cerca de la capital de Portugal, Lisboa. Este lugar tal como la conocemos ahora, data de principios del siglo XX, cuando el terreno fue adquirido por Carvalho Monteiro, un noble portugués, millonario y filántropo, que con la ayuda del arquitecto Luigi Manini construyó este espacio que incluye un palacio, un pequeño lago, un invernadero, varios torreones, una preciosa capilla y un impresionante pozo de iniciación.

Lugares que esconden significados relacionados con la alquimia, la masonería, los templarios y la rosacruz. Modela la quinta con construcciones que evocan las arquitecturas románica, gótica, renacentista y manuelina. El Palácio da Regaleira está situado en pleno centro histórico de Sintra y está clasificado como Patrimonio Mundial por la Unesco.

Como veis en el mapa de arriba es un lugar que aunque no es tan grande como el Parque da Pena, tiene tantos monumentos donde entrar, que viéndolo detenidamente habrá que dedicarle varias horas (mínimo dos). Podéis realizar la visita igual que nosotros, completamente al revés o como queráis. A continuación nuestro recorrido por este misterioso y apasionante lugar.

Torre de la Regaleira

Después de comprar la entrada, accedimos a este lugar y nuestra primera parada fue la Torre de la Regaleira, que simboliza el eje del mundo.

Quien se asoma desde lo alto de la Torre de la Regaleira, disfruta de una excelente vista de Sintra y del Castillo de los Moros en lo alto de la colina.

Torre del Zigurat

La Torre del Zigurat y la Torre de los Mundos Celestes cubren una enorme cisterna de agua que abastece las fuentes y estanques.

Desde lo alto de la torre hay una preciosa vista del océano Atlántico.

También se puede ver de frente el Portal de los Guardianes.

Portal de los Guardianes

El Portal de los Guardianes está compuesto por dos torres laterales y un minarete central. Ofrece una de las entradas de acceso subterráneo al pozo Iniciático o la salida del mismo.

Protegido por dos tritones, los guardianes vigilan la entrada entre el inframundo y el mundo exterior, como en muchas narraciones mitológicas.

Queriendo hacer una foto a esta piedra nos dimos cuenta sin querer que era la entrada superior al pozo Iniciático.

Pozo Iniciático

El pozo Iniciático (también conocido como “torre invertida”) es un lugar enigmático, un pozo de 27 metros de profundidad con forma de espiral y nueve pisos conectados de arriba a abajo por escaleras de piedra. En realidad nueve niveles donde el número 9 significa la transición de lo viejo a lo nuevo, una secuencia entre el principio y el fin, la muerte y el renacimiento. Al fondo del pozo se puede contemplar la cruz templaria.

Calificada como torre invertida, recorrer los tuneles que llevan hasta ella y su escalinata, simbolizan un rito iniciático. Los escalones y rellanos de este pozo que se interna 27 metros dentro de la tierra evocan distintos pasajes de La Divina Comedia de Dante.

Mirando hacia abajo, alrededor del pozo se ven las escaleras en espiral con el pasamanos excavado en la piedra, abriéndose en arcos sostenidos por columnas, zonas de sombra excavadas en las paredes, que nos lleva hasta lo más profundo del pozo.

Este lugar representa la muerte de la condición primaria del hombre. La profundidad del pozo imagina el descenso en busca de la espiritualidad, del nacimiento del hombre nuevo, del hombre purificado. Desde la base del pozo podía mirar hacia arriba, donde se veía el cielo o “la iluminación”.

Gruta del Laberinto

Desde la base del pozo Iniciático empieza una gruta subterránea oscura llamada gruta de Oriente, iluminada sólo por pequeñas lucecillas. Según nos vamos adentrando en lo más profundo nos va recordando la novela «Viaje al Centro de la Tierra» de Julio Verne, que al igual que Carvalho Monteiro era un reconocido masón. Cuando avanzamos un poco, el camino se bifurca, uno conduce a una salida próxima con un camino oscuro y la otra sigue hacía adelante hasta que en el horizonte aparece la luz exterior y el sonido del agua y llegas al lago de la Cascada.

Lago de la Cascada

Llegamos al final del túnel con el bellísimo lago de la Cascada dándonos la bienvenida.

Podrás atravesar el lago saltando de piedra en piedra.

El significado de estas piedras que simbolizan el caminar sobre el agua es sinónimo de que el hombre confía y llega sano y salvo a tierra firme.

Sobre este bonito puente con el agua de la cascada cayendo nos despedimos del lago de la Cascada y seguimos avanzando.

Pozo Imperfecto

Por el camino nos encontramos con el llamado pozo Imperfecto. De unos diez metros de profundidad, es más pequeño y menos profundo que el Iniciático, al que se puede llegar desde aquí. En realidad, todos los caminos subterráneos conducen al pozo Iniciático, que simboliza la búsqueda de la perfección.

Banco 515

En el banco 515, dos galgos de piedra vigilan el camino desde sus extremos mientras, en el centro, una estatua femenina ilumina el mismo con una antorcha en sus manos. 515 es el número que corresponde a la edad del Espíritu Santo según aparece en la segunda parte de La Divina Comedia de Dante Aliguieri, el número que identifica al mensajero de Dios que vengará el fin de los templarios y anunciará la tercera Edad de la Cristiandad, y con ella la paz universal en la Tierra.

Fuente de la Abundancia

La Fuente de la Abundancia esta formada por un arco de medio punto que tiene un tiesto en cada uno de sus extremos, cada tiesto con la cabeza de un sátiro y de un carnero esculpida en los lados.

Capilla de la Santísima Trinidad

En nuestro camino hacia el palacio se interpone la bella Capilla de la Santísima Trinidad. De estilo neogótico y manuelino como el palacio y como muchos otros monumentos, en su fachada se encuentran las figuras de Santa Teresa de Ávila y San Antonio a cada lado de la puerta junto con el misterio de la Anunciación en el centro, sobre la puerta misma.

Como se puede observar en la imagen de arriba, la Capilla de la Santísima Trinidad está muy cerca del Palacio de la Regaleira, aunque antes de verlo vamos a visitar la gruta de Laberinto.

Gruta del Laberinto

Desde el exterior, da la sensación de que las verdosas aguas del lago profundo penetran hacia el abismo. La gruta del Laberinto es en efecto, un laberinto pétreo y oscuro, cuyos caminos parecen dirigirse al lago de negras y penetrantes aguas de la gruta.

Paseo de los dioses

El paseo de los Dioses, donde se encuentran nueve esculturas representando a las míticas divinidades greco- latinas más representativas del bien y el mal. Unas esculturas que se prolongan a lo largo de todo el paseo y llegan hasta el palacio o la gruta del Laberinto según para donde vayas. La presencia de estos dioses, y no otros, no responde a azar alguno, sino que su secuencia responde a un enigma. Todos ellos están relacionados con los secretos que encierra la Quinta da Regaleira.

Hacia la mitad te topas con un magnífico león de bronce. Te sobrecoge su grandeza, su majestuosidad, su gesto de vista alzada hacia oriente, y su fiera silueta destaca en el verdor tropical de árboles traídos de Brasil.

Palacio de Regaleira

Para acabar la visita nos disponemos a entrar en el Palacio de Regaleira. Destaca su imponente fachada con agujas, pináculos y gárgolas fantásticas; la ornamentación renacentista de medallones y vegetación estilizada; y el manuelino portugués, caracterizado por las cuerdas, nudos, boyas, esferas armilares y demás elementos que aluden a la epopeya marítima lusa.

En la imagen de arriba, vemos al fondo el paseo de los Dioses y la bonita vegetación de los jardines.

Interior del Palacio de Regaleira

Ya en el interior vimos esta peculiar puerta que nos llamó la atención por su rojo intenso y su decorado.

En la imagen de arriba, vemos la chimenea de la Sala de Caza.

Aquí dimos por concluida la visita. La Quinta da Regaleira nos ha dejado boquiabierto. Lo hemos pasado increíblemente bien descubriendo túneles, recorriendo pasadizos y laberintos dignos de una imponente película de misterio…

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