Cerca de Lisboa, en la bonita ciudad de Sintra llena de bosques, palacios, castillos como si fuera un cuento en el que vive la magia y el misterio, el Palacio da Pena sobresale entre todos ellos por su belleza arquitectónica, su colorido, sus jardines, su entorno natural y sus impresionantes vistas.

La historia comienza cuando en el año 1842 el Rey Fernando II mandó a construir un palacio sobre los cimientos del antiguo monasterio. El Palacio Nacional da Pena fue una de las principales residencias de la familia real portuguesa durante el siglo XIX y a la vez constituye una de las máximas expresiones del estilo romántico del siglo XIX en Portugal. El palacio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995.

Llegamos a este día muy ilusionados porque era de los sitios que más ganas teníamos de ver en nuestro viaje de una semana por Lisboa y sus alrededores.

Después de pagar la entrada empezamos a subir por la empinada rampa construida por el Barón de Eschwege que da acceso al edificio. Hay un servicio de autobús que te sube desde la entrada por unos 3 euros pero para los que puedan es mejor subir andando para ir disfrutando de las vistas. Desde la entrada andando son unos 15 minutos.

Puerta de la Rosa

Pasamos la puerta de la Rosa, de estilo árabe que nos recuerda un poco a la puerta de la Justicia de la Alhambra.

Puerta Monumental

Tras pasar la puerta de la Rosa, nos encontramos con la puerta Monumental. Se trata de un decorado arco que marca la entrada al túnel recorriendo el puente levadizo al estilo castillo medieval que conduce a la recepción del Palacio da Pena.

Preciosa vista de la puerta Monumental y la puerta de la Rosa desde lo alto.

Terraza del Tritón

Tras atravesar el túnel se llega a la terraza del Tritón. Desde aquí, se obtiene una estupenda vista del palacio y los alrededores. A la derecha de la imagen donde se ve los toldos se encuentra situada la cafetería.

En la fachada aparece la trabajada figura de Tritón bajo una ventana que sobresale. Mensajero de las profundidades marinas que aquí se halla labrado en piedra con la asombrosa figura de ser medio hombre, medio pez.

Bajo la figura del tritón se abre un arco conopial que da acceso al patio de los Arcos.

Patio de los Arcos

En el patio de los Arcos, podemos contemplar unas fantásticas vistas que alcanzan el océano Atlántico.

En la imagen de arriba, vemos el patio de los Arcos y la majestuosa Torre del Reloj.

Interior del palacio

Tras recorrer los exteriores, entramos a descubrir el interior del palacio.

Nada más entrar, nos topamos con el claustro manuelino, parte original del antiguo monasterio del siglo XVI, que fue revestido con azulejos hispano-árabes.

A continuación, el itinerario nos lleva por las diferentes habitaciones y salas del palacio. Hay muchas estancias en el interior por lo que mostraremos sólo algunas fotos del recorrido. En la imagen de arriba, vemos el comedor familiar.

En esta otra vemos el dormitorio de la Reina.

El salón Noble decorado con estatuas de madera sujetando candelabros.

Finalmente, la visita al palacio nos lleva a las cocinas, donde hay una exposición con algunos de los utensilios de época utilizados en la preparación de los grandes banquetes.

De vuelta al exterior del palacio

Volvimos a salir al exterior del palacio para disfrutar cada segundo de esta maravilla.

Vistas del entorno de los jardines y Sintra.

Bajamos la cuesta para salir del palacio y nos disponemos ahora a disfrutar de sus bellísimos jardines.

Un lugar espectacular y una visita imprescindible si estáis en Sintra o por Lisboa.

Jardines del Palacio da Pena, Sintra

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