He visitado Nápoles en tres ocasiones y la belleza de esta ciudad me cautiva más cada vez que vuelvo a visitarla. Es una ciudad fabulosa, allí todo es interesante y verdadero… sus calles, la gente, el mar. Esta última vez fui aprovechando que iba a visitar a mi querida amiga Ana Rosa al pueblo de Lettere. No sólo visitamos este bonito pueblo y su hermoso castillo (a éste le haremos un post próximamente), sino que también aprovechamos para hacer turismo en lugares cercanos como: Castellammare di Stabia, Bacoli, Sorrento y la Costa Amalfitana. También aprovechamos para visitar algunas ruinas romanas como Pompeya y Herculano y el Gran Hotel Excelsior Vittoria de 5 estrellas en Sorrento.

Italia nos encanta y cada vez que volvemos nos enamora más y más. Algunos de los sitios increíbles visitados por nosotros en el país transalpino son: Bríndisi, Cerdeña, Roma, Toscana (Florencia, Pisa, Siena), Venecia y Sicilia (Taormina, Messina, Palermo, Catania).

Nápoles (en italiano Napoli) es la ciudad más poblada del sur de Italia, capital de la región de Campania. Está situada a medio camino entre el monte Vesubio y otra área volcánica, los Campos Flégreos. Da nombre al golfo a cuyas orillas se asienta. Tiene una enorme riqueza histórica, artística, cultural y gastronómica, lo que llevó a la Unesco en 1995 a declarar su centro histórico Patrimonio de la Humanidad.

Nápoles es una de las ciudades italianas más auténticas y con más encanto y carácter que puedes visitar en Italia. Esto es debido a su particular ambiente caótico, el ajetreado tráfico y las famosas calles estrechas llenas de gente en el que predominan edificios antiguos con ropa colgando de los balcones. Aunque no hace mucho tiempo tenía fama de peligrosa por la presencia de la mafia napolitana, en la actualidad es una ciudad segura en la que te puedes mover con total tranquilidad, siempre con sentido común, como en todos los lugares del planeta. Pero una cosa es verdad: Nápoles no te dejará indiferente.

Griegos, romanos, bizantinos, normandos, franceses y españoles han dejado su huella en Nápoles. Siempre con el amenazador Vesubio tras ella, se le puede dedicar uno o dos días completos, que te permitirán conocer sus barrios más populares, visitar sus principales puntos de interés y sobre todo, probar las mejores pizzas del mundo.

Si dispones de más tiempo, muy cerca de Nápoles tienes varias maravillas como Pompeya (imagen de arriba) y Herculano, el monte Vesubio, las islas de Capri, Ischia y Procida o la espectacular Costa Amalfitana (Positano, Amalfi, Ravello…) te dejará sin palabras. Me parece una región bellísima y si vas en verano puedes refrescarte en alguna playa de agua cristalina.

Centrándonos en Nápoles, tienes que visitar: El casco antiguo de la ciudad, formado por calles como Spaccanapoli, S. Benedetto Croce, S. Biagio dei Librai, Vicaria Vecchia y Via Tribunali. El barrio Español con su famosa Vía Toledo, una de las mayores calles comerciales de la ciudad. Su puerto, sus castillos, destacando el Castillo del Huevo al final del espigón y el Castillo Nuevo, construido sobre el modelo del Castillo de Angers, es el legado más bello que haya dejado en Nápoles la casa real de Anjou. Justo al lado se encuentran el Palacio Real, la plaza del Plebiscito, las Galerías Umberto I y el teatro San Carlo.

Otros lugares para visitar son la Capilla Sansevero con su impresionante Cristo Velado, el Museo Arqueológico Nacional, las catacumbas de San Gennaro, la Basílica, el Convento de Santa Clara, la cartuja de San Martino y hacer el Tour de Nápoles subterráneo… Además, en Nápoles encontrarás multitud de bares, restaurantes y pizzerías donde degustar la rica gastronomía italiana.

Vuelo Sevilla-Barcelona-Nápoles

Como no había vuelos directos entre Sevilla y Nápoles tuvimos que hacer una breve escala en Barcelona antes de llegar a la ciudad napolitana.

Tenemos pendiente otras visitas a Italia como es al norte, por ejemplo La Lombardía con Milán, Bérgamo, Cremona, Pádua, Turín y los grandes lagos. Si vemos que nos sobra tiempo, intentaríamos hacer también la Emilia Romaña, con Bolonia, Ferrara, Módena, Parma, Rávena, Rímini, etc.

Otros lugares de Italia que nos gustaría visitar son: Verona, Génova, Lecce, los Dolomitas o las Cinque Terre con los bellos pueblos marineros y coloridos que son: Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore.

Dicho todo esto si queréis conocer la bonita ciudad de Nápoles con nosotros ¡Vamos allá!.

Monte Vesubio

El Monte Vesubio es un volcán activo del tipo de cono compuesto vesubiano, al que da nombre. Se encuentra situado a 9 kilómetros de distancia de la ciudad de Nápoles, en la bahía de Nápoles, perteneciente a la región italiana de la Campania. Tiene una altura máxima de 1281 metros y se alza al sur de la cadena principal de los Apeninos. Como bien dice mi amiga Ana Rosa en el vídeo arriba, los habitantes no le tienen miedo, al contrario, lo ven como un padre.

El Vesubio es famoso por su erupción del 24 agosto del año 79 d. C., en la que fueron sepultados varios núcleos urbanos, entre ellos las ciudades de Pompeya y parte de Herculano. Tras aquel episodio, el volcán ha entrado en erupción en numerosas ocasiones. Está considerado como uno de los volcanes más peligrosos del mundo, ya que en sus alrededores viven unos tres millones de personas, y varias de sus erupciones han sido violentas; se trata de la zona volcánica más densamente poblada del mundo.

La última erupción del Vesubio tuvo lugar en 1944, destruyendo buena parte de la ciudad de San Sebastiano. Los griegos y los romanos consideraban que se trataba de un lugar sagrado dedicado al héroe y semidiós Heracles/Hércules, del cual tomó el nombre la ciudad de Herculano, situada en la base del monte. Otros volcanes de tipo vesubiano son el Teide y el Fujiyama.

Golfo de Nápoles

El golfo de Nápoles se encuentra en la costa suroeste de Italia. Es un golfo del mar Tirreno donde se encuentra, al norte, la ciudad de Nápoles y de Pozzuoli. Al este, encontramos la antigua ciudad romana de Pompeya y el volcán Vesubio. Al sur, cierra el golfo, la península Sorrentina, cuya principal ciudad es Sorrento. Esta península separa al golfo de Nápoles del golfo de Salerno. El golfo está limitado por las islas de Capri, Isquia y Procida.

Puerto

Pasear por Nápoles junto al mar es una maravillosa experiencia. El puerto de Nápoles es uno de los mayores de Italia y uno de los puertos más grandes de la cuenca del mar Mediterráneo.

Castillo Nuevo

Nápoles es la única ciudad del mundo que cuenta con 7 castillos dentro de su perímetro urbano, los cuales formaban un impresionante sistema defensivo: el Castillo Nuevo, Castillo del Huevo, Castel Sant’Elmo, Castel Capuano, Castillo Carmine, Castillo de Nisida y el Fuerte de Vigliena. Eso le valió el apodo de «la ciudad de los 7 castillos«.

El Castillo Nuevo (Castel Nuovo) que podéis ver en la imagen de arriba, también conocido como Maschio Angioino (Torreón de los Anjou), es una imponente fortaleza medieval renacentista ubicada junto al puerto de Nápoles. Fue construido entre 1279 y 1282 por encargo del Rey Carlos I de Anjou para convertirse en residencia real, y posteriormente modernizado en el siglo XV por Alfonso V de Aragón. El castillo posee cinco torres que son los puntos de unión de las gruesas murallas y un arco de triunfo de mármol, el cual fue construido en el siglo XIII para celebrar la entrada de Alfonso V de Aragón (I de Nápoles) en la ciudad el 26 de febrero de 1443. En el interior se encuentra la Biblioteca de la Sociedad de la historia napolitana y el Museo Cívico.

Plaza del Plebiscito

La plaza del Plebiscito es una de las más bonitas de la ciudad y de las más grandes de Italia, ya que tiene una superficie de 25.000 metros cuadrados. Ubicada en el corazón de la ciudad, a la plaza se asoman algunos de los edificios históricos más importantes de Nápoles: el Palacio Real, la Basílica de San Francisco de Paula, el Palacio de la Prefectura o el Palacio Salerno.

Basílica de San Francisco de Paula

La Basílica de San Francisco de Paula es la iglesia italiana más importante del período neoclásico. Destaca por su forma circular, que recuerda al Panteón de Agripa en Roma. La basílica impresiona a primera vista por su estilo neoclásico con una planta circular ricamente decorada y cubierta por una cúpula sostenida sobre 34 columnas corintias. Después de la visita a la iglesia, puedes entrar en el enorme Palacio Real, construido en el 1600, para ver el salón del trono, el antiguo teatro y los apartamentos reales decorados con mobiliario de la época.

 En esta monumental plaza encontrarás muchos turistas, napolitanos y artistas callejeros que animan las mañanas o las tardes. Sin duda, un lugar imprescindible en tu visita a Nápoles.

Fuente de Neptuno

La Fuente de Neptuno (en italiano, Fontana del Nettuno) se encuentra en la plaza del Municipio, frente al Palazzo San Giacomo, sede del Ayuntamiento napolitano, justo al lado del Castillo Nuevo y del puerto.

Esta monumental fuente de forma circular del siglo XVII, está rodeada con cuatro leones de los que brota el agua, llevando entre las zarpas el escudo de la ciudad y de los duques de Medina y de Carafa, modificados y ampliados por Cosimo Fanzago. Dos monstruos marinos vierten el agua en la bañera central, adornada con delfines y tritones que también emiten agua: una composición debida a la mano de Pietro Bernini. En el centro de la fuente, en una roca, dos ninfas y dos sátiros sostienen en la cabeza una copa donde destaca la estatua de Neptuno con tridente, obra de Michelangelo Naccherino, de la cual mana el agua.

Catedral de Nápoles

La Catedral de Nápoles (Duomo di Napoli), también llamada Catedral Metropolitana de Santa María de la Asunción o de San Gennaro, es el edificio religioso más importante que ver en Nápoles. Construida donde antes había un templo dedicado al dios Apolo e inaugurada en 1314, este enorme edificio cuenta con diferentes estilos arquitectónicos como el gótico, barroco y neogótico.

Tiene en su interior un gran número de obras de incalculable valor como el baptisterio más antiguo de Occidente y varias capillas, destacando la espectacular Capilla del Tesoro, en la que se encuentra la estatua de plata San Gennaro, patrón de Nápoles, que guarda la cabeza del santo y cápsulas que contienen la sangre del mismo.

Pizzerías

En Nápoles se come la mejor pizza del mundo. Una de las mejores cosas que hacer en esta ciudad es comerte una o varias pizzas, en especial su deliciosa pizza napolitana. Es tan famosa que en algunas pizzerías de la ciudad solo sirven las dos variedades napolitanas más emblemáticas: la margarita con tomate, mozzarella, aceite y albahaca, y la marinera con tomate, orégano y ajo. Nosotros tuvimos la suerte de ir a una pizzería donde me prepararon la pizza a mi gusto con forma de mariposa. ¡Estaban riquísimas!

La pizzería más famosa de la ciudad es L’Antica Pizzeria da Michele, que se dio a conocer internacionalmente cuando Julia Roberts se comía una deliciosa pizza en la película «Come, reza y ama«. Se encuentra en la misma ubicación desde hace cerca de 100 años, Via Cesare Sersale 1 y que según muchos es la mejor de la ciudad. Hay cola siempre, pero vale la pena. La espera puede ser de hasta 2 horas para comer en el restaurante, pero si la coges para llevar sólo deberás esperar entre 15-20 minutos. El precio de la pizza es de 5€ y está realmente buena. Otra de las más concurridas y conocidas es Gino Sorbillo, el rey de la pizza, situada en Via dei Tribunal. Otra pizzerías famosas son: La Notizia, Napoli in Bocca, Pizzería Sorbillo, Trianon, Starita o Di Matteo.

Barrio Español

Surgido en el siglo XVI  para acoger e las guarniciones militares durante la dominación de España, el barrio Español es un entramado de laberínticas calles ubicadas en el corazón de Nápoles en las que se respira autenticidad con el olor a detergente de la ropa colgada en sus balcones. La artería principal de este lugar es la Vía Toledo, una de las mayores calles comerciales de la ciudad. Además en el barrio se ubican decenas de iglesias, el Complejo di Santa Maria dello Splendore, las excavaciones de Sant’Anna di Palazzo, la Villa Adriana y graffitis tan impresionantes como el de Maradona (el segundo «santo» más venerado de la ciudad tras San Gennaro).

Debajo del barrio Español se extiende el entramado de galerías que conforman las sorprendentes galerías que comprenden la Nápoles subterránea, túneles creados por los griegos como depósitos subterráneos de agua que durante la Segunda Guerra Mundial se habilitaron como refugios para salvar las vidas de más de 200.000 personas.

Como ya mencionamos al principio, la hemos visitado varias veces y volvería mañana. Nápoles es una de mis ciudades preferidas de Italia. Aparte de sus monumentos, las pizzas o su gente, cuenta unos alrededores fantásticos. Pienso que es la ciudad perfecta como base para recorrer la Costa Amalfitana o las islas de Capri, Procida y Ischia.

De Nápoles destacaría la vida que emana la ciudad, el bullicio, caminar por todos sus emblemáticos rincones, ver sus museos, admirar los mosaicos de Pompeya, la riqueza de monumentos históricos y sus vistas por el litoral… es fascinante, barata, alegre, real y divertida. Nápoles tiene fama de estar sucia y de ser una ciudad caótica y peligrosa. Para nosotros es segura y tiene muchísimo encanto. Eso sí, lo único peligroso es el tráfico. Ni se te ocurra cruzar con el semáforo en rojo. Volveremos seguro. Gracias a mi amiga Ana Rosa por toda su amabilidad y hospitalidad.

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