Guimarães es una pequeña ciudad del norte de Portugal que bien vale la pena una visita. El centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001. Se encuentra muy próxima a Braga (20 km) y a Oporto (56 km).

En nuestro viaje de una semana a Oporto, uno de los días lo dedicamos a conocer Guimarães, que está considerada la cuna de Portugal porque aquí nació Alfonso Henríquez, que se convertiría en el primer rey de Portugal. Esta encantadora ciudad cuenta con una amplia historia que se ve reflejada en la variedad de monumentos nacionales y edificios históricos que pueden encontrarse. Todas las principales atracciones turísticas están a poca distancia y se puede ir andando de una a otra. A continuación nuestra día en este bello lugar.

Colina Sagrada

Sin duda, la Colina Sagrada es la zona más famosa e histórica de Guimarães y de visita obligada. En esta zona encontramos tres de los reclamos más famosos: el castillo, la Iglesia de San Miguel y el palacio de los Duques de Braganza.

Castillo de Guimarães

El Castillo de Guimarães fue mandado construir en el siglo X por la condesa de Mumadona. Actualmente, es uno de los monumentos más importante de Portugal y emblema de la ciudad de Guimarães. Clasificado como Monumento Nacional, el 7 de julio de 2007 fue elegido como una de las Siete Maravillas de Portugal.

Como había constantes ataque de musulmanes y normandos, fue necesario construir una fortaleza para proteger a los monjes y al resto de la comunidad cristiana que vivían alrededor. Fue así como nació el Castillo de Guimarães.

Este castillo con el paso de los años sufrió un proceso de abandono y deterioro hasta el siglo XX que es declarado Monumento Nacional y restaurado.

Desde sus torres, podemos ver unas bonitas vistas de la ciudad y del palacio de los Duques de Braganza.

Además de su exterior también se puede visitar el interior de la torre del homenaje por un puente desde la muralla.

Aunque no estaba permitido subir hasta lo más alto de la torre homenaje para ver las vistas, se puede visitar el interior donde hay dos plantas con información sobre la historia y todo lo relacionado con el castillo.

Iglesia de San Miguel

Salimos el castillo y bajando unos metros la Colina Sagrada nos encontramos con la Iglesia de San Miguel. Aquí se dice que fue bautizado don Alfonso Henriques, primer rey de Portugal, lo que parece carecer de fundamento, dado que el templo data del siglo XIII; aun así, se guarda aquí la pila bautismal que sirvió para tal hecho. Es relativamente pequeña y sobria y, al igual que el castillo, terminó sufriendo el abandono hasta que en el siglo XIX y gracias a aportaciones privadas se comenzó su restauración.

Palacio de los Duques de Braganza

El palacio de los Duques de Braganza parece sacado de un cuento de hadas. Fue construido en el siglo XV, en Guimarães, por Alfonso, I duque de Braganza para su amante. Cuando estuviera el rey con esta, ya tendría una residencia lujosa para los dos.

El estilo borgoñés del palacio de los Duques de Braganza refleja sus gustos, adquiridos en sus viajes por Europa. Estuvo desocupado cuando los duques se mudaron al palacio Ducal de Vila Viçosa, periodo en que el edificio se modificó, perdiendo gradualmente su forma original. Tiene una planta cuadrada rematada con torres en sus ángulos, aunque el elemento exterior que más llama la atención es el conjunto de chimeneas cilíndricas de ladrillo. Las almenas que recuerdan su función de fortaleza.

Interior del palacio de los Duques de Braganza

Al igual que los otros dos monumentos, este palacio también cayó en el abandono y también fue restaurado. Sin embargo, hoy en día es muy visitado ya que en su interior encontramos grandes exposiciones de arte, destacando los tapices y las porcelanas.

Esta fortaleza maravillosamente conservada, nos traslada a una película de la Edad Media y nos recuerda los imponentes castillos franceses.

En el interior del palacio encontramos una amplia exposición de piezas de mobiliario y arte decorativa de los siglos XVII y XVIII, destacando especialmente las porcelanas de compañías portuguesa de las Indias y los tapices de Pastrana.

Este palacio del siglo XV es actualmente uno de los monumentos más importantes de Portugal.

Bonitas exposiciones de arte y pintura dentro del palacio.

Estatua del rey Alfonso Henriques

Frente a la puerta principal del palacio de los Duques de Braganza, se encuentra la estatua de Alfonso Henriques, más conocido como Alfonso I, primer rey de Portugal, de ahí su importancia histórica. La estatua consiste en una escultura de bronce que representa a este personaje, ataviado con su traje de guerra, yelmo, y portando una espada en alto en su mano derecha y un gigantesco escudo en la izquierda.

Saliendo de la Colina Sagrada, nos dirigimos al centro de Guimarães, concretamente a la plaza de Oliveira.

Plaza de Oliveira

La plaza de Oliveira (largo da Oliveira) es la más importante y concurrida del casco histórico. Es una plaza de planta rectangular, empedrada, de traza medieval. Suele estar muy animada, ya que los bajos de los edificios suelen ser bares y cafeterías. Debe su nombre a un supuesto milagro que sucedió aquí en 1342. Cuando después de levantarse en esta explanada una cruz normanda (la que está dentro del padrón del Salado), un olivo volvió a dar fruto tras estar un largo tiempo marchito. 

Tres son los lugares más importantes que ver en la plaza de Oliveira: la Iglesia de Nuestra Señora de Oliveira, el padrón Salado y los antiguos Pazos del Municipio.  En la imagen de arriba vemos a la derecha el padrón del Salado y enfrente con la iglesia de Nuestra Señora de Oliveira.

Iglesia de Nuestra Señora de Oliveira

La Iglesia de Nuestra Señora de Oliveira es el edificio religioso más importante de la ciudad. Fue construida en el siglo XIV por orden de João I en cumplimiento de la promesa que éste hizo a la Virgen de Oliveira por haber vencido en la batalla de Aljubarrota contra el ejército castellano de Juan I de Castilla, en 1.385. Durante la Edad Media fue un lugar muy visitado por los peregrinos que hacían el Camino de Santiago.

Padrón del Salado

Justo enfrente de la Iglesia de Nuestra Señora de Oliveira, se encuentra el patrón del Salado. Este es un monumento conmemorativo a la victoria de la batalla del Salado, por la cual, las tropas portuguesas y castellanas lucharon contra los benimerines provenientes del norte de África que intentaban invadir la Península Ibérica en el año 1.340. Se trata de una especie de templete gótico con 4 arcos unidos. La cruz que hay en el interior se colocó después, y fue una donación de un comerciante vimaranense. La cruz es peculiar, ya que por un lado está representado Cristo crucificado y por el otro la Virgen. Originariamente era dorada y policromada.

Antiguos Pazos del Municipio

Los antiguos pazos del Municipio es un edificio histórico del siglo XIV (al fondo en la foto de arriba), que era el antiguo palacio de la municipalidad y en la actualidad alberga el museo de Arte Primitiva Moderna. La planta baja está compuesta por un pórtico que comunica las dos plazas más céntricas y emblemáticas del casco histórico: la plaza de Oliveira y la plaza de Santiago.

Avenida Largo República Jardín de Brasil

En la avenida Largo República Jardín de Brasil se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación y Santas Escaleras, también conocida como la Iglesia de San Gualter. Está dedicada al patrón de la ciudad ya que aquí se celebran las fiestas gualterianas durante la primera semana de agosto.

En la imagen de arriba, aparte de la iglesia, se puede ver en lo alto de la montaña el Santuario de la Peña. Este santuario es un importante centro de peregrinación del norte de Portugal, y se encuentra a unos 7 km del centro de la ciudad, en la cima de la montaña de la Peña. Se accede por la parte de atrás de la Iglesia de San Gualter donde se puede coger un teleférico. Si tenéis tiempo os recomendamos subir para disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad y del bosque.

Bonita fuente que precede a los bellos jardines que dan a la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación y Santas Escaleras.

Sus hermosos jardines perfectamente cuidados y las estatuas que hay en toda esta avenida hacen que el paseo hasta la iglesia sea muy agradable para la vista.

Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación y Santas Escaleras

Como guinda de los preciosos jardines que la preceden, disfrutamos de un bellísimo primer plano de la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación y Santas Escaleras. Esta iglesia se remonta al siglo XVI, cuando fue levantada una pequeña ermita. En 1785 acaba la construcción de la iglesia grande.

Plaza de la Condesa Mumadona

La plaza de la Condesa Mumadona es muy amplia. En el centro se halla el monumento a la Condesa Mumadona y al fondo el edificio del palacio de Justicia de la ciudad, que tiene dos plantas de altura y a los lados de la escalera central, dos grandes figuras femeninas sostienen una espada que encarna la condena y un libro que simboliza la ley.

Convento de los Capuchinos

Los capuchinos llegaron a Guimarães en 1662 y en 1664 se colocó la primera piedra del convento de los Capuchinos. Los frailes se mantuvieron aquí hasta 1833 y años después pasó a ser la Santa Casa da Misericordia. Aquí dimos por acabada la visita a esta encantadora ciudad histórica.

Con una mezcla de pena (porque mañana es nuestro último día de viaje) y alegría (porque visitaremos uno de los lugares que más nos apasiona), os dejamos el último enlace de la que es una de las ciudades con más encanto de Portugal, Aveiro.

Dia 8- Aveiro

  • Aveiro:  «Venecia Portuguesa».
  •  Playa de la Barra.
  • Playa de Costa Nova.

Navidades en Oporto, Braga, Guimarães y Aveiro