Conques es un pueblo de cuento de hadas, posiblemente el más bonito de Francia. Ha sabido preservar su estilo medieval hasta en el más mínimo detalle. No encontrarás una casa que desentone y se salga de la arquitectura tradicional de piedras y entramados de madera. Pasear por sus calles es entrar en la Edad Media, un viaje al pasado.

De los muchos pueblos que forman la región de Midi-Pyrénées, sin duda Conques es el más conocido y el que nos conquistó. Situado en el departamento de Aveyron, en el valle del río Dourdou, rodeado de naturaleza y construido en torno a una abadía, sus típicas construcciones enamoran desde el primer momento. A nosotros nos dejó la sensación de haber estado en un un decorado de película…

Conques es uno de los centros de peregrinación más importantes dentro del Camino de Santiago francés desde el siglo XI, fecha en la que los monjes de la abadía trasladaron las reliquias de Santa Fe hasta su monasterio. La abadía de Conques está en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1998.

Nos embriagó hasta tal punto que nos hizo olvidar que estamos en el siglo XXI. Es un pueblo de 300 habitantes, aunque apenas residen 90 personas durante todo el año. Cada año recibe medio millón de visitantes, de los que unos 3.000 son peregrinos.

Entrada

Después de visitar Salles-la-Source con su impresionante cascada, volvimos a coger el coche y en unos 30 minutos nos plantamos en este increíble pueblecito que parece estar en equilibrio sobre un acantilado.Tras hacer un último giro sobre una pendiente imposible, aparcamos el coche en una zona habilita justo antes de entrar a Conques.

A continuación, después de andar un par de minutos, ya tuvimos la primera visión tras la sombra de los árboles de este precioso pueblo por el que no parece haber pasado el tiempo.

Imagina un paraje de montaña, con bosques de gran frondosidad, y cuyo verdor y características te trasladan a los paisajes de Galicia. Las vistas de Conques son maravillosas tanto desde este mirador que está fuera, como desde el corazón de las callecitas del mismo pueblo.

A nuestro paso nos vamos encontrando las pintorescas casitas.

Paseando por este precioso pueblo nos encontramos a unos turistas franceses que llevaban a este espectacular San Bernardo. Era tan grande como tierno y amistoso.

Llegando a la iglesia abacial nos encontramos con este lindo gatito.

Iglesia abacial de Santa Fe de Conques

La Iglesia abacial de Santa Fe de Conques data del siglo XI y está considerada una obra maestra de la arquitectura románica de Francia, siendo especialmente célebre la abadía, el claustro, su tímpano y el Tesoro, que incluye obras de arte únicas datadas en el período carolingio. Esta abadía fue fundada por el abad Dadon bajo la protección de Carlomagno.

Se dice que Disney se inspiró en Conques para crear el pueblo de La Bella y la Bestia. Desde luego que el pueblo parece sacado de un cuento.

No nos sorprendió que en una gran ciudad, como Toulouse, se encuentre el templo románico de mayores dimensiones que queda en pie: la Basílica de San Sernín. Pero sí nos sorprendió, descubrir en Aveyron, este templo románico cuya majestuosidad parece mayor al encontrarse en una pequeña aldea, en la ladera de una colina boscosa. La abadía de Conques, tiene en común con San Sernín, que forma parte del Camino de Santiago francés y que está considerada como Patrimonio de la Humanidad.

En la fachada principal podemos ver el tímpano del Juicio Final.

Tímpano del Juicio Final

El tímpano del Juicio Final es uno de los elementos más destacados de la fachada de la abadía de Santa Fe. Data del siglo XII, es de gran realismo y se encuentra en buen estado de conservación. Dividido en tres niveles claramente diferenciados y con un total de 124 personajes, merece la pena pasar un tiempo reconociendo la simbología y a los personajes. Entre ellos están Cristo, la Virgen María y San Pedro, también Carlomagno: el monje fundador de Santa Fe. Hay una sección dedicada a Satanás y algunos pecados capitales (soberbia, avaricia, envidia y lujuria).

El interior de la iglesia abacial es austero y elegante. Destaca por su simplicidad, sus modernas vidrieras y su altura. Los arcos de la nave principal son de medio punto simples. Tiene el techo con una bóveda de cañón muy alta (22 metros de altura).

Después de ver el interior, salimos de la iglesia y bajamos por una escalera lateral que da a parar al claustro. Desde este lugar también se obtienen unas preciosas vistas de unos de los laterales de la Iglesia abacial de Santa Fe de Conques.

Claustro

El claustro fue arrasado en el siglo XIX y del que solo se conservan algunos arcos y capiteles de la galería occidental y una fuente. Desde allí se accede al antiguo refectorio de los monjes donde actualmente se expone el Tesoro.

Tesoro

Conques alberga uno de los tesoros más espectaculares. La sección de orfebrería religiosa es la más completa de toda Francia, abarcando desde el siglo IX hasta el siglo XVI. La pieza estrella del Tesoro es la estatua-relicario de Santa Fe, datada del siglo X. Esta reliquia es el origen de la prosperidad de la abadía. Hay indicios de que los monjes la robaron en la ciudad de Agen, así que es posible que Conques deba su esplendor al robo de las reliquias. Está compuesta por placas de oro, plata y piedras preciosas sobre un bastimento de madera. Con el discurrir de los años se la han ido añadiendo numerosas joyas.

Callejeando por Conques

Después de ver lo más importante de este pequeño pueblecito, lo que queda es disfrutar paseando por sus calles y rincones. Conques es un lugar para perderse por sus cuestas y callejuelas adoquinadas cubiertas de vegetación. Sus casas medievales, sus miradores y sus monumentos de estilo románico merecen una buena visita. Deleitarse con todo esto es inevitable.

A pesar de ser un pueblo pequeño, tiene muchos puntos interesantes para visitar, pero quizás el mayor interés sea recorrerlo fijándonos en los detalles que encontramos tras cada rincón. Recomendamos callejear y no solo quedarse en la calle central y la plaza de la iglesia.

Tener a Santa Fe le otorgó algo muy preciado a Conques, le regaló la inmortalidad además de recibir no pocos suspiros que se escapan al ver semejante maravilla…

Conques aparece atrapada en la ladera de una montaña. Preciosas casitas con entramados de madera y coronadas con tejados de pizarra tintados de un verde que sólo puede imprimir el musgo. Humeantes chimeneas se funden con la humedad de las últimas lluvias esparciendo un aroma delicioso que incita a quedarte ahí.

A continuación nos dirigimos a la Oficina de Turismo.

Oficina de Turismo

La Oficina de Turismo se encuentra situada en el centro del pueblo, junto a la Abadía de Santa Fe en su parte alta, en un bonito edificio con fachada de entramado, con un pintoresco reloj.

Por su belleza, Conques ha sido declarado «Gran paraje de Francia» y figura también entre los «Más hermosos pueblos de Francia«, una calificación que otorgan las autoridades de turismo francés a aquellos pueblos que reúnen cualidades excepcionales.

Caminando y tras doblar cada esquina aparece una nueva imagen de postal.

Ya de vuelta, vamos caminando sin prisas, sin querer irnos de aquí, fotografiando el lugar, que invita a detenernos para apreciar los detalles.

Conques es el pueblo más bonitos que hemos visitado en nuestras vidas. Quizás estamos influenciados por tener aún en nuestras retinas las imágenes de sus bellos rincones. Si queremos experimentar la sensación de estar en la Edad Media recorriendo el Camino de Santiago, Conques es el lugar de referencia.

Salles-la-Source: Gran catarata en medio de un pueblo

Toulouse: La Ciudad Rosa