En nuestra opinión, Bonifacio es uno de los lugares más maravillosos de toda la isla de Córcega: Su casco antiguo en lo alto de una montaña, sus acantilados, sus hermosas vistas, su entorno natural, playas, calas, cuevas…Todo esto y mucho más que les abrirán las puertas a múltiples actividades: senderismo, paseos en barco, buceo, surf…¡Una verdadera joya!.

La localidad de Bonifacio está situada en el extremo sur de Córcega (Francia) y podría decirse que es una de las ciudades más bellas de la isla por estar en un emplazamiento privilegiado, en lo alto de un promontorio rocoso de piedra calcárea blanca, esculpido por el viento. Vista desde el mar o desde algún otro punto, sorprende por la situación de la ville haute (parte alta de la ciudad), con sus casas colocadas al borde del acantilado y por la belleza de su entorno.

Córcega (en francés: Corse; en italiano y corso: Corsica) es una isla y una de las trece regiones que, junto con los territorios de Ultramar, conforman la República Francesa. Su capital y ciudad más poblada es Ajaccio. Limita al norte con el mar de Liguria, al este con el mar Tirreno, al sur con el estrecho de Bonifacio que la separa de la isla de Cerdeña (Italia) y al oeste con el mar Mediterráneo.

Córcega es increíble. La isla te ofrece el poder disfrutar de todo un poco. Playas paradisíacas (algunas nos recuerdan a las Sheychelles), montaña y pueblos con mucho encanto como Bonifacio. Y aunque los precios son elevados sobre todo en temporada alta, no te puedes perder venir a este bello lugar aunque sea una sola vez en tu vida.

Bonifacio fue construida en el siglo IX por el marqués de Toscana, que le puso su nombre, Bonifacio II. Tras diversas luchas de siglos por controlar la ciudad, los genoveses se instalan en 1195, lo cual marca el principio del desarrollo de la ciudad. Gracias a su posición estratégica en medio del Mediterráno, se convirtió en uno de los principales polos militares y marítimos de Córcega.

Lo más característico de esta ciudad francesa es el fuerte sabor italiano que posee. El estilo arquitectónico de muchos edificios es italiano, los colores que invaden las fachadas, e incluso el carácter y las costumbres de sus habitantes tienen mucho toque italiano. Por ejemplo, la pizza y la pasta son la comida por excelencia en este lugar.

Bonifacio es una ciudad fortaleza que ha sido sitiada y destruida en numerosas ocasiones. Por ello, su arquitectura ha estado marcada por la edificación de sucesivas fortificaciones: la pisana, la medieval o “genovesa” (se construyó una gran muralla con torres cuadradas) y la fortificación francesa, que es lo que vemos en la actualidad.

Bonifacio es una de las ciudades más antiguas de Córcega y uno de los pueblos más pintorescos de la isla y de la Costa Mediterránea. La naturaleza ha dotado a la zona con un fiordo de unos 100 metros de ancho que hace que la ciudad posea un puerto natural. Al sur, el estrecho de las Bocas de Bonifacio separan Córcega de la isla italiana de Cerdeña.

Llegada en barco

Nosotros como ya publicamos en el post anterior, llegamos a Córcega en ferry desde Cerdeña. Los que queráis ir en avión desde España a Bonifacio, tendréis que hacer una escala en París, Niza o Marsella, y allí coger otro vuelo (hay vuelos low cost) directo al aeropuerto de Bonifacio (Figari-Sud-Corse), a 20 minutos de la ciudad. Otra posibilidad es coger el ferry en alguna de las ciudades de Provenza y la Costa Azul, o tal vez llegar en crucero si es que has decidido organizar un viaje por otros lugares del Mediterráneo.

Puerto o Marina de Bonifacio

El puerto de Bonifacio es uno de los más bonitos de todo Córcega, ya que se encuentra situado en un lugar impresionante, justo debajo de la ciudadela de Bonifacio. Además, la otra orilla está formada por unas bellas montañas desbordantes de vegetación y acantilados, que hacen que el puerto sea un lugar mágico para pasear mientras se disfrutar de unas vistas maravillosas.

El puerto de Bonifacio ha experimentado una profunda remodelación, cambiando su aspecto tradicional con una importante modernización. De hecho, la renovación ha permitido contar con 460 puestos de atraque, números dignos de un destino de primer nivel en el Mediterráneo. La superficie de este puerto es capaz de albergar grandes yates, de hasta 75 metros de longitud.

Como curiosidad, los griegos bautizaron esta isla del mar Mediterráneo «Kallisté» («la más bonita«). Hoy, se conoce a Córcega con el nombre de «isla de la Belleza».

La marina de Bonifacio es para nuestro gusto, uno de los puertos más bonitos y pintorescos que hemos visto en el Mediterráneo.

En el puerto también hay varias agencias o compañías marítimas que se dedican a organizar excursiones de un día en barco. Podrás pasear en una embarcación viendo los impresionantes acantilados, cuevas marinas como la gruta del Dragón o preciosas calas y playas como las espectaculares islas Lavezzi, donde podrás bañarte y bucear en sus aguas cristalinas.

El puerto de Bonifacio acoge numerosos navíos de diferentes tamaños: barcos pesqueros, yates, veleros...

Bastión de l’Etendard

La parte de la ciudad que se encuentra junto al puerto está formada por casas bajas antiguas que le dan a la ciudad un aspecto encantador. Lo que vemos al fondo de la foto de arriba es el Bastión de l’Etendard. Éste, es el edificio más representativo de esta ciudad, da la impresión de estar frente a un castillo, pero en realidad es una enorme fortaleza. El Bastión de l’Etendard fue construido en el siglo XIII por los genoveses, destruida en el siglo XVI por el ejército franco-turco y reconstruida siguiendo el trazado del antiguo bastión. Aunque adaptándose a las nuevas técnicas que hacían las construcciones más sólidas. Sirvió como defensa para proteger las vías de acceso a la ciudad y dominar el puerto. Las vistas panorámicas desde lo alto del bastión son impresionantes.

Quai Jérôme Comparetti

En la orilla del puerto se encuentra una calle llamada Quai Jérôme Comparetti que está plagada de restaurantes, bares, cafeterías y tiendas de recuerdos. Nos encontramos en el barrio de la Marina en el que el bullicio de los pescadores ha dado paso al de los turistas, las terrazas y los barcos de recreo. Desde allí, la vista de la ciudadela sobre la marina son impresionante.

Nosotros seguimos el hermoso paseo peatonal que rodea la marina, para después tomar algo en una de las terrazas de los numerosos cafés disfrutando de las excepcionales vistas al mar y el ambiente del puerto.

Un entorno muy agradable para pasear, a pesar de ser uno de los lugares más turísticos de Córcega. Siempre hay muchísima gente paseando por esta zona pero aún así nunca hay sensación de agobio, quizá porque todos los edificios son pequeños y la calle es bastante amplia. También tenemos que reconocer que visitamos la ciudad en abril y no en temporada alta.

La ciudad de Bonifacio se divide en dos partes: la marina, con el puerto con los barcos pesqueros y deportivos, lleno de cafés y terrazas y la ciudad vieja con sus casas altas y sus callejuelas estrechas.

Escaleras de subida a los acantilados y la ciudad vieja

Después de visitar el puerto, nos dirigimos por una empinada cuesta a lo alto de los acantilados y a la ciudad vieja. Se llama la calle Montée Rastello y Montée Saint Roch (Rampa Rastello y Rampa San Roque). Antes de entrar a la ciudad vieja de Bonifacio, nos desviamos hacia el lado opuesto, a la izquierda, para caminar por lo alto de los acantilados que ofrecen unas vistas que quitan el hipo.

Acantilados de Bonifacio

Si hay que destacar alguna cosa en concreto de Bonifacio, son sus famosos acantilados de piedra caliza blanca esculpido por el viento que se extiende por el cabo Pertusato.

Desde aquí pudimos ver los acantilados de hasta 60 metros de altura sobre el nivel del mar, sobre los que literalmente gravitan las casas de Bonifacio.

Otra cosa que nos encantó, fue las distintas tonalidades de colores de las aguas cristalinas.

Roca Grano de Arena

Destacar también la roca llamada Grano de Arena (Grain de Sable). En la imagen de arriba, se puede ver perfectamente la roca separada del acantilado y junto a ella un barquito, ya que se puede visitar también por mar en una de las excursiones.

Esta roca es uno de los emblemas de Bonifacio y la puedes encontrar en la mayoría de los imanes y postales de la ciudad.

Sin duda, un espectacular paisaje que pudimos disfrutar. En la imagen de arriba, aparte de la mencionda roca, los acantilados y las distintas tonalidades del agua, podemos ver al fondo la isla italiana de Cerdeña, lo que hace que las vistas panorámicas sean aún más bellas, si cabe.

No es de extrañar con todo esto, que Bonifacio sea una de las ciudades más visitadas de la isla de Córcega, que atrae todos los años a turistas del mundo entero que vienen a conocer este entorno natural excepcional.

Después de una última foto a los acantilados con la ciudad de fondo, pusimos rumbo a uno de los mayores atractivos turísticos de esta localidad, su ciudadela amurallada.

Vistas del puerto de Bonifacio desde los acantilados

Antes de llegar a la ciudadela, vimos desde lo alto pero mirando al lado opuesto, la preciosa marina de Bonifacio.

A la ciudadela amurallada entramos por el Bastión de l’Etendard.

Parada a comer

Nada más entrar a la ciudadela y después de tanto caminar, paramos a comer en un restaurante que cuenta con unas magníficas vistas de los acantilados, como se puede apreciar en la imagen de arriba.

Después de comer nos asomamos para ver los acantilados desde la ciudad vieja.

Ciudad vieja

La ciudad vieja de Bonifacio se encuentra encaramada en un promontorio rocoso. Es un placer recorrer las callejuelas de este casco antiguo medieval, admirar las casas altas con sus inmensas escaleras en la entrada que antiguamente eran escaleras móviles que servían para protegerse de los invasores.

Iglesia Santa María la Mayor

Lo mejor es dejarse llevar y perderse por las numerosas callejuelas estrechas y descubrir distintos rincones. A vuestro paseo encontraréis la Iglesia de Santa María la Mayor (imagen de arriba).

La Iglesia Santa María la Mayor (Sainte-Marie-Majeure) es el edificio más antiguo de Bonifacio. Fue construida por los pisanos a partir del siglo XII y destaca por su torre campanario de estilo románico-pisano que tiene una altura de 25 metros. Fue declarada Monumento Histórico en 1982.

El interior tiene tres naves, cada una de las cuales tiene un altar en mármol polícromo del siglo XVII. Sus tesoros artísticos son los sarcófagos romanos que se conservan en su interior y un altar barroco, aunque quizá la joya más preciada por los habitantes de Bonifacio es el pedazo del Lignum Crucis (Cruz de Cristo) que guarda en su sacristía.

Iglesia de San Juan Bautista

A continuación, nos encontramos con la Iglesia de San Juan Bautista (Sancte Joannes Baptista) que cuenta con una sencilla y a la vez bonita fachada con un pequeño campanario. Esta pequeña capilla data entre 1770 y 1780. Sede de la hermandad de San Juan Bautista, también llamada hermandad de la Misericordia. En el interior, un relicario en procesión de madera tallada, representa la «Decapitación de San Juan Bautista en presencia de Herodes y Salomé«. Una vez al año, el 29 de agosto, los bonifacios toman este magnífico relicario del siglo XIV en procesión.

Escalera del Rey de Aragón

Las Escaleras del Rey de Aragón es uno de los sitios turísticos más visitado de Córcega. Cuenta con 187 escalones que, según la leyenda, fueron tallados por el Rey de Aragón Alfonso V en su asedio de Bonifacio en una sola noche. La bajada es escarpada y después, una vez abajo, hay que recorrer el camino excavado en el acantilado a unos metros del mar, de aguas azul turquesa, para llegar al pozo de agua dulce St Barthelemy (en realidad, la Escalera del Rey de Aragón fue realizada para llegar al pozo).

Torreón

El Torreón (Torrione) está situado en lo alto de la Escalera del Rey de Aragón, y se trata de un conjunto defensivo que formaba parte de las antiguas fortificaciones de la ciudad desde 1484. Fue destruido a principios del siglo XX y reconstruido en 1980.

Adiós Bonifacio

Después de disfrutar de las vistas y los increíbles paisajes de Bonifacio, pusimos de nuevo rumbo a Cerdeña.

Sentimos pena de tener que despedirnos de esta bella isla, pero con la alegría de haber disfrutado de cada rincón de este precioso lugar.

Con su bonita ciudadela, sus monumentos históricos, sus pintorescas casas bajas con calles estrechas y empedradas, sus acantilados y mucho más… Bonifacio es la más especial, bella y mágica de las ciudades de la isla de Córcega y uno de los puertos más bonitos y pintorescos de todo el Mediterráneo.

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