Los Baños de la Hedionda se sitúan en el término municipal de la localidad malagueña de Casares, aunque más cerca de Manilva. Escondido en el paraje natural de la Sierra de la Utrera, aunque de fácil acceso, se encuentran estos baños o termas naturales que desde tiempos antiguos se viene haciendo referencia a las propiedades curativas de sus aguas.

Cuando supimos de estos baños de origen romano por internet, quedamos impresionados. Desde ese momento supimos que queríamos visitarlos cuanto antes. En cuanto llegué quede impactada y profundamente agradecida por poder disfrutar tanto del bellísimo color turquesa de sus aguas, como de su precioso paisaje.

Bien vale la pena soportar el penetrante olor de sus aguas sulfurosas si tenemos en cuenta sus propiedades saludables y curativas para la piel, tanto de sus aguas como del barro que se extrae de las paredes.

Esta maravilla ofrecen un lugar idóneo para relajarse y disfrutar de otra de las extraordinarias creaciones de la naturaleza.

Recorrimos una parte del río Manilva admirando el azul turquesa de sus aguas sulfurosas.

Hay muchas leyendas sobre el origen de las propiedades especiales de estas aguas. Las hay de un mayor contenido fantástico, como la leyenda que relata que en el lugar habitaba un demonio. Este ser maligno, tras exhalar su último suspiro al ser expulsado por el apóstol Santiago, las dotó del peculiar olor a azufre tan característico.

Pero sin duda, la leyenda que mayor éxito ha tenido a lo largo de su historia, es la que cuenta que en el siglo I a.C. y en el transcurso de las segundas guerras civiles, las tropas de Julio César, a la espera del enfrentamiento que tendría lugar contra el ejército de Pompeyo, se encontraban acampadas en un manantial cuyas aguas eran de color turquesa y de las que se desprendían un intenso olor desagradable (esto se debe al sulfuro que contiene).

Muchos de los hombres que formaban parte del ejército de César padecían graves infecciones de sarna. Esto provocaba el impedimento para combatir con un rendimiento óptimo. Cuál fue la sorpresa cuando los hombres comprobaron que, tras bañarse en estas aguas, sus picores desaparecieron de forma sorprendente. Descubriendo el verdadero poder curativo de las aguas del río Manilva, el propio Julio César ordenó construir estas termas.

Los Baños de la Hedionda se encuentra en un paraje natural muy bonito, con infinidad de árboles, ideal para días muy calurosos. Buen lugar para disfrutar de la naturaleza y realizar preciosas fotos.

Historia, naturaleza y salud confluyen en un mismo lugar, dentro de la localidad malagueña de Casares y declarado como Bien de Interés Cultural.

A principios de agosto de 2016 el Ayuntamiento de Casares realizó unas obras para mejorar las pozas naturales de baño que rodean al nacimiento. Se construyeron dos muros en el cauce que va desde los baños hasta el río, así se crearon dos nuevas pozas para descongestionar de usuarios el interior de la cúpula. En las nuevas pozas al aire libre fue donde nos refrescamos.

El ayuntamiento también instaló unas escaleras para que el acesso a las termas cubiertas sea más cómodo.

Hay pequeñas cascadas muy bonitas.

En este peculiar lugar disfrutamos y pasamos un día diferente al que estamos acostumbrados.

Casares: Espectacular pueblo blanco colgado de la montaña

Estepona: Jardín de la Costa del Sol