La Acrópolis de Atenas, conocida como “la roca sagrada“, es la joya de la Grecia clásica. Significa ciudad en alto y estaba presente en la mayoría de las ciudades griegas, con una doble función: defensiva y como sede de los principales lugares de culto. El emplazamiento sobre el que se erige se encuentra a 156 metros sobre el nivel del mar. La Acrópolis de Atenas fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987. A continuación algunos consejos a tener en cuenta:
5 Consejos para visitar la Acrópolis de Atenas
1- Documentarse antes o contratar un guía
Es aconsejable, yo diría casi indispensable, documentarse de la historia o contratar un guía antes de visitar esta antigua maravilla griega, de lo contrario sólo verás piedras y esto podría llegar a desilusionarte. Hay muchas cosas para ver en la que ha sido la mayor atracción de Atenas desde el siglo V a. C.
2- Visita la Acrópolis gratis
Si quieres ahorrarte 20 euros, hay varios días al año que la entrada a la Acrópolis de Atenas es gratis. Estos días son: el 6 de marzo, 18 de abril, 18 de mayo, 5 de junio, el último fin de semana de septiembre, el 28 de octubre y el primer domingo de los siguientes meses: noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo.
3- Saca previamente las entradas por Internet
Ya que dentro del recinto el número de personas es muy elevado debido a que la Acrópolis de Atenas es uno de los monumentos más visitados del mundo, un buen consejo si no quieres esperar las largas colas y además evitar la masificación, es madrugar y comprar previamente las entradas por Internet.
4- Lleva agua
Te sugiero sobre todo en los meses de verano que la calor es sofocante, que lleves agua, ya que tras unos minutos subiendo cuestas y recorriendo todo el recinto, la sed llega a ser insoportable. También te aconsejo llevar un gorro o sombrilla con el que paliar el sofocante calor, ya que no hay apenas vegetación.
5- Llevar calzado antideslizante
Es recomendable llevar calzado cómodo y sobre todo que agarre porque los 2500 años de gente paseando junto a los templos de la Acrópolis han dejado las piedras del suelo tan pulidas que podrías patinar como en una pista de hielo.
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